Hold On

Capítulo 30

Finn POV

Decir que estaba nervioso era algo pequeño en comparación en como realmente me sentía, las palmas de mis manos no me sudaban, éstas parecían manguera a chorro, mi corazón latía desbocadamente y me maldije por no haber traído una ambulancia.

Hoy por fin se inauguraría la galería en donde mis fotos estarían, era mi gran día y yo iba a echarlo a perder con mis nervios. Dentro de poco abrirían la galería y Brooklyn aún no llegaba, ella me había asegurado que vendría y eso me tranquilizaba en cierta manera pero si no venía no me enojaría con ella, no le está yendo demasiado bien que digamos.

Por respeto a ella no golpeé a William cuando me enteré de todo, él tenía la oportunidad de tenerla a su lado y ahí va y desperdicia esa valiosa oportunidad, si eso no es ser idiota no sé qué será.

Aunque también temo la reacción de Brooklyn cuando vea mis fotos; si bien le mostré unas hace un tiempo, pero hay otras que decidí no enseñárselas porque sé que me diría que las quitara, quizás no le gustarán pero fueron las fotos que a mí más me encantaron y cuando me dijeron que presentarían mis fotos en una galería fueron las primeras imágenes que pensé en poner.

-Deja de estirar las solapas del traje que terminarás por arrugarlo todo- me reprende mi madre dándome un manotazo.- Todo saldrá bien hijo, eres un fotógrafo excelente.

Su sonrisa me tranquiliza por un momento, claro es mi madre y siempre tendrá ese efecto en mí...o al menos casi siempre.

-Disculpe señor- nos interrumpe un guardia de seguridad.- En la puerta lo busca una chica, está necia en querer pasar ya pero le he dicho que falta poco para que se abra la galería.

-¿Le dijo su nombre?

-Brooklyn Adams- la respiración se me va al sólo escuchar su nombre.

-Pero hágala pasar que es mi invitada- me apresuro a decir después de salir de mi aturdimiento.

-Sí, señor.

-Deja le hablo a tu padre, por fin conoceremos a esa chica- mamá me guiña un ojo y va en busca de mi padre. Me giro buscando un espejo, debo estar más presentable que nunca, camino unos cuantos pasos hasta éste y comienzo a ver mi peinado, arreglé mi corbata y creo que al menos no parecía un vagabundo como siempre.

-Finn- me llama Brooklyn y volteo, lleva un lindo vestido azul y unas diminutas bailarinas del mismo color, se mira hermosa.

-Hey Lyn- la saludo con un gran beso en su mejilla y ella se sonroja un poco.

-Sí que cambias vestido así, te miras muy bien- sonrío tímidamente, vaya ahora resulta que me he vuelto tímido.

-Gracias, tú te miras espectacular.

-Claro, soy una vaca azul.

-Una vaca azul muy linda- replico y me suelto riendo al ver su expresión.

-Se supone que dirías que no parezco vaca, eso hacen los amigos.

-Lo siento, no te quise contradecir, ya vez que dicen que las embarazadas enojadas son peligrosas...no quise correr el riesgo.

-Pues ya verás lo que una vaca azul embarazada y enojada puede hacer- me saca la lengua pero luego nos saltamos riendo los dos.

¿Dije que estaba nervioso? Pues ya no tengo nervios....o al menos disminuyeron con ella aquí.

Llegan mis padres y los presento brevemente porque ya es hora de que la galería se abra, mamá me aprieta la mejilla deseándome buena suerte, yo me sonrojo por esa muestra de afecto y más porque Brooklyn lo vio...me lo recordará para toda la vida.