Capítulo 29

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Brooklyn POV

-Dime que engordaste- dice mi hermano en un susurro, sus ojos no se despegan de mi vientre, el ambiente si de por sí ya estaba bastante tenso con Will ahora se puede palpar con facilidad.

-Tengo colitis- escupí la mentira antes de siquiera poder pensar con claridad y juro por el pay que tengo en el refrigerador que sentí como mi nariz crecía y le daba una vuelta a toda la casa, ya me he convertido en pinocho.

En eso el ambiente cambiar drásticamente cuando las carcajadas de Will suenan por toda la calle, que digo calle, su risa se escuchaba en 20 metros a la redonda, eso era seguro.

-¡¡Colitis!!- dice en medio de su carcajeo para luego partirse a la mitad y seguir riéndose.

Yo me quedo observándolo, tengo ganas de enojarme con él por no apoyarme en mi mentira o al menos él hubiera creado algo más creíble, total es doctor y sabe de esas cosas, pero simplemente no puedo hacerlo, su sonrisa me tiene hipnotizada, alguna que otra lágrima se hace presente en su rostro, se ve que disfruta a lo grande con mi situación.

-Tienes una colitis grave entonces- continúa diciendo y unos ruiditos raros salen de su garganta, siempre salen cuando ríe por demasiado tiempo.- ¡Pero mira qué distención!

-Ya cállate, William- refunfuño intentando parecer seria y para darme más credibilidad le golpeo en la cabeza.

Miro hacia el piso mientras William trata de controlarse, no tengo cara para mirar a mi hermano y decirle la verdad, aunque es más que obvio que la sabe, pero sé que lo que más le dolerá no es que le haya mentido sobre que tenía colitis sino que le haya ocultado por todos estos meses, sin embargo una noticia así no se da por medio de una llamada.

-Brooklyn- me llama Gael y veo brevemente sus ojos para luego volver a esquivar su mirada.- Mírame a los ojos cuando te hablo.

Y de nuevo ahí va la reprimenda, es como si tuviera una vez más 4 años y él 6, yo acababa de romper el jarrón favorito de mamá y Syd se estaba echando la culpa para que mi mamá no me regañara tan feo; hasta cuando éramos pequeñas ella siempre intentaba protegerme de mamá.

De igual forma termino por obedecer a mi hermano y le miro a los ojos.

-¿Algo que decirme?- pregunta con seriedad.

Trago duro el manojo de nervios que se ha instalado en mis cuerdas vocales y abro la boca, las palabras no salen. En eso siento un impulso eléctrico en mi mano que comienza a subir poco a poco por mi brazo para luego recorrer todo mi cuerpo, al agachar la mirada veo que Will ha cogido mi mano, miro sus ojos y como si cafeína pura hubiera tomado me inundan de energía y fuerzas para continuar mi día.

Estúpidos y sensuales ojos cafés...

-Estoy esperando- dice mi hermano y le lanzo una mirada de odio por apurarme, él hace una mueca.

-Estoy embarazada- respondo yo con la poca o mucha voz que mi pecho puede sacar.

-Estamos embarazados más bien- dice Will después de mí, espero en silencio la reacción de mi hermano, lo más probable es que también se le lance a la yugular a Will y me diga que cómo soy tonta por haberme embarazado sin haberme casado antes y no sé qué más tonterías es capaz de decir mi hermano celoso sobreprotector.

Y al segundo siguiente tengo sus brazos enredados sobre mí en un gran abrazo de oso.

-Me asfixias- musito sorprendida y él afloja un poco el agarre pero no deja de abrazarme.

-Seré tío- dice con un hilo de voz en mi oído, su voz se quiebra al final y al ver que su reacción no era lo que yo esperaba mis ojos se llenan de lágrimas; sin duda alguna no me hubiera gustado nada estar peleada con mi hermano por mi embarazo.

Hold OnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora