N/A: Cuando vean ** ya saben que pueden poner la canción que les dejo en multimedia, disfruten el cap... <3
Brooklyn POV
Escuché el estruendoso lloriqueo de Kimmy y salí de la cama, así eran mis mañanas, en ocasiones ni bañarme a gusto podía, pero no me arrepentía de nada. Ella era como esa pequeña hebra de hilo que me sostenía para no caer en manos de mi mejor amigo el cutter; tenía que ser un mejor ejemplo para ella o al menos eso intentaría.
No podía decepcionar a Sydney y a Frank.
Acuné a Kim para que dejara de llorar y así lo hizo, percibí un apestoso olor que provenía de su pañal así que la cambié. Nunca me había gustado cambiar pañales y menos cuando tenían un gran premio con un olor insoportable, pero ni modo que le hablara a Tate para que viniera a cambiarle los pañales.
Miré la hora y antes de que pudiera ponerle el nuevo pañal, un pequeño chorro empezó a salir de ahí.
- ¡No! -Chillé tapándome rápidamente la cara con el pañal que estaba seco, las risas de Kim eran tan graciosas que me solté riendo también-. Ahora nos tendremos que dar un baño, gordita.
Si hacer el quehacer de la casa me era difícil, bañarse con un bebé era peor, tenías que tener un equilibrio fantástico y más si ese bebé era inquieto... al igual que Kim.
Al terminar el baño me coloqué una toalla alrededor del cuerpo, otra en mi cabello y finalmente enredé a Kim en otra, ella parecía un lindo y adorable tamal rosa. Tomé la crema, el talco y el pañal y los llevé a mi recámara. Cuando regresé por su ropa y abrí el cajón vi que ya casi no tenía ropita, debía lavar, además tenía que ir a la casa de Syd por las demás cosas; sin embargo, sabía que no podía.... tenía miedo de ir.
Dejé a la niña acostada en la cama y me vestí con unos simples jeans y una ligera blusa de color azul cielo. Me puse unas sandalias y desenredé mi cabello dejándolo caer en mis hombros, lo tenía más largo de lo normal. Cambié a Kim con un lindo vestido amarillo y unos zapatitos blancos; se miraba hermosa como siempre.
El timbre sonó y miré extrañada hacia Kim, no tenía planeado que alguien viniera, quizás fuera Drake o Tate, nadie más me visitaba. ¿O quizás es Will? Eliminé esa idea un tanto decepcionada, él no tenía por qué estar aquí; no tenía ninguna obligación conmigo.
Cada vez que me iba acercando a la puerta escuchaba el murmullo de 2 voces, abrí la puerta e instintivamente acerqué más a mí a Kim. Volteé hacia el cielo, eso debía ser, Dios estaba al pendiente de mis pensamientos y decidió jugarme una broma, pero no se conformó con una persona, sino que me trajo a los dos.
- Buenos días -dijeron al unísono y sonrieron simpáticamente.
- Buenos días, copias.
- En nuestros 27 años jamás nos habían dicho así -comenta uno de ellos con sonrisa burlona-. O antes los chicos eran muy idiotas o tú eres muy inteligente.
- Los chicos eran idiotas -respondí un tanto aturdida.
- ¿Cómo amaneciste? -no se diferenciarlos, Dios, es que son idénticos. En eso, uno me da un beso en la mejilla y luego hizo lo mismo con Kim, alcancé a escuchar un gruñido por parte del otro chico, en serio me siento desubicada. Tenían que ser gemelos idénticos.
- Genial, fui bautizada por la pipí de Kimmy.
- Qué bueno que no te abrazamos -se sueltan riendo y los miro de arriba hacia abajo.
Ambos están vestidos de forma similar, veo sus brazos y sólo uno está descubierto y es en donde tienen el mismo tatuaje de los latidos. Algo debe de haber diferente en ellos, o al menos eso es lo que ruego para poder identificarlos.

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Hold On
Roman pour AdolescentsDicen que después de la tormenta viene la calma. ¿Será verdad? Eso será lo que Brooklyn Adams tendrá que descubrir. Después de la muerte de un ser querido piensa que no podrá seguir adelante, vienen más responsabilidades, ahora hay un pequeño ser qu...