Capítulo 7

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William POV

La había cagado.

Bueno en realidad eso era poco, me sentía un completo imbécil incapaz de hacer algo bien. Había sido difícil invitar a salir a Brooklyn y yo aquí estoy arruinando todo como siempre.

Ayer ya estaba por salir del hospital cuando llegó una paciente prácticamente con la cabeza del bebé a punto de salir y no pude irme, las cosas se complicaron un poco con ambos y estuve haciendo todo lo posible para controlar la situación, al final y con ayuda de mis compañeros logramos estabilizar a la madre e hicimos que el bebé pudiera con normalidad.

Luego cuando llegué a mi consultorio me recargué un momento en mi escritorio y después no supe nada hasta que volví a abrir mis ojos y vi la hora que era; las 6 de la mañana. Obviamente no iba a ir a esa hora a la casa de Brooklyn, probablemente ella estaría dormida. Traté de mandarle mensaje pero mi celular estaba muerto.

Cuando hubo una hora más decente, las 8 de la mañana, decidí hablar a una florería y compré un ramo para ella, era mi forma de disculparme, bueno en cierta parte porque quería hacerlo cara a cara. Marqué una hora después para verificar si ella ya había recibido el ramo y dijeron que sí, más no recibí ninguna señal por parte de Brooklyn.

Tenía que explicarle lo sucedido y ver si aún había la posibilidad de que hoy saliéramos, era lo que más quería.

— Me dijeron que te quedaste a dormir aquí —dijo Daryl entrando al consultorio—. No te ves muy bien... ¿pasó algo?

— La he cagado con Brooklyn.

— ¿Con la chica con la que sales? —preguntó confundido y yo asentí—. ¿Qué hiciste?

— Se supone que ayer teníamos una cita, la había invitado a cenar...

— Y te quedaste dormido aquí, joder, sí que la has cagado enormemente hermano. ¿Qué piensas hacer?

— Necesito explicarle las cosas.

— Entonces márcale animal, ¿qué esperas?

Así lo hice, de primero me mandó a buzón inmediatamente, esa era la primera señal de que ella estaba enojada o lo que le seguía. Lo intenté una segunda y dejó que sonara; decidí intentarlo una última vez y por fin ella contestó al cuarto tono.

— Brooklyn —susurré rápido.

— William —su voz era tan fría que me maldije en voz baja.

— Lamento lo de anoche, en serio que lo lamento, tuve que atender un parto inesperado, las cosas se complicaron, y sin querer me quedé dormido en mi consultorio; aún me duele el cuello —digo tratando de hacerla reír, pero no escucho nada.

— Vale — responde escuetamente.

— ¿Podemos ir a comer?

— No puedo.

— ¿Trabajarás?

— No, ya tengo planes con Wyatt —mi cuerpo tiembla al escuchar su nombre, mi cerebro se niega rotundamente a comprender lo que ha dicho, esto tiene que ser una mala jugada del destino.

— ¿Wy-Wyatt? ¿Estás con mi hermano? —pregunto tartamudeando, Daryl se endereza del asiento, su ceño fruncido me dice todo—. ¿Cómo que estás con mi hermano?

— Lo que has oído, sabes, nunca me dijiste que él es el vocalista y guitarrista de un grupo, eso es genial —al fondo escuché la voz de mi hermano, claramente distinguí cuando le dijo que él siempre era genial, Brooklyn rió coquetamente y mi sangre hirvió.

Hold OnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora