Capitulo 4

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-¡¿Eres inmortal?! -Pregunto Liam con gran emoción- Wow! Eso debe ser una pasada!

-¿De verdad crees que es tan genial? Ves morir a miles, miliones de personas año tras año y no puedes hacer nada para que se queden contigo. Llega un momento en que tu unico deseo es la muerte pero es imposible encontrarla, definitivamente no creo que ser inmortal sea algo bueno, de hecho es todo menos bueno. Pero por suerte no soy inmortal solo que nosotros llegamos a vivir 1000 años.

¿Por que le estaba contando lo malo que era ser inmortal si él no lo era? Liam se quedo callado por un momento, no lo entendia, quizas tuviera razón con lo que le había dicho. Pero Liam no podia mantenerse callado durante tanto tiempo teniéndo a un ser llegado del infierno, tenía tanta curiosidad por todo su mundo que su mente no podía parar de dar vueltas y vueltas al tema.

-¿Cómo es el inframundo?

-¿Por qué me lo preguntas? Ya te dije que está prohibido que los humanos conozcan nuestro mundo.

-Y lo dices cuando he tenido el placer de conocer a un demonio, vivo con un guardián del inframundo, he visto tus ojos rojos, conozco de la existencia del inframundo... ¿Cuál és el castigó por saber todo eso?

Eso hizo reflexionar a Araziel por unos segundos, no había pensado en eso. Se había preocupado por proteger a un humano del ataque de un demonio, era lo que siempre le habían enseñado a hacer, proteger a los humanos y también se preocupo por qué ningún humano supiera de su existencia, a excepción de Liam, no había pensado en eso de esta manera, él era humano y ahora sabía de su existencia y la de su mundo.

-Mierda... -Susurro Araziel muy flojo de manera que Liam a penas pudo oirlo-.

-Eso no suena muy bien, ¿tan malo es?

-No quieras saberlo y no se te ocurra contar nada de mi ni del inframundo a nadie, ¿entendido?

Parecía enfadado, quizás porque sabía que si algo malo le pasaba a Liam sería todo culpa suya y no solo sería malo para Liam sino también para él. Había visto solo un caso como este en el inframundo, aún que sabía que había ocurrido otras veces, y fue bastante desagradable. Era un guardián de unos 110 años (equivaldrían a 11 años de un humano). Al quedarse atrapado en el mundo humano por culpa de un demonio, al igual que le había pasado a Araziel, una família lo encontró y lo acogió en su casa. Lo cuidaron y lo trataron como a uno de los suyos hasta que alguien en el inframundo consiguió localizarlo y lo convocó trayendole de vuelta al inframundo junto a esa familia. Una vez allí ataron a la mujer y a su esposo en unos palo y los quemaron vivos delante del chico a quién obligaban a mantener la vista fija en ellos mientas morían chillando de dolor y lentamente consumidos por el fuego. A su "hermanastra" le arrancaron los brazos, las piernas y finalmente la cabeza y dieron su carne a los demonios. El pobre chico tuvo que observar cada escena sin poder impedirlo de ninguna manera. Finalmente a él lo ataron con unas cadenas a una roca hasta que murió por deshidratación y hambre.
No quería que ese fuera su destino, ni el de Liam ni él suyo.

-No hace falta que lo repitas todo el tiempo ¿además que interés tendría en que todo el mundo supiera que conmigo esta un ser que ha llegado del infierno? -Pregunto Liam, pero Araziel no respondio había quedado pensando en la historia de aquel pobre chico- Bueno, otro tema más importante, hoy puedes dormir en mi cama igual yo ya he dormido esta tarde así que estare bien aquí -Dijo señalando el sofa-.

-¿Dormir? -Pregunto Araziel abandonando sus pensamientos- ¿Olvidas que yo no soy un ser como tu? No necesito dormir cada dia, solo una vez por semana.

-Ah... Bueno entonces mejor, yo duermo en mi cama y tu sigues buscando la manera de salir de aquí.

Liam tenía razón, debía encontrar una manera cuando antes mejor y sobretodo antes de que lo pudieran localizar los otros guardianes, sabrían que ha desaparecido y no tardarían en encontrarlo.

***

Viernes, por fin era viernes. Liam se había levantado de buen humor, preparó el desayuno y también dejo algo de comida para Araziel ya que él casi siempre queda al comedor para comer junto a sus amigos. Con ellos intentaba todo el tiempo fingir lo de Araziel aun que resultaba realmente difícil ya que siempre había compartido con ellos casi todas las cosas que le pasaban a diario.

-Amo los viernes. Deberiamos ir de fiesta. -Dijo Bea-.

-¡¿Otra vez?! Ni hablar -Respondió Liam-.

-Sí, sí ¡sí! ¡Fiesta! He oído que casi todos los viernes hay fiesta en una discoteca muy cerca de aquí. -Dijo Matt con gran emoción-.

-¡Vamos Liam! Debes disfrutar un poco -Insisto Bea como de costumbre- Aún que sean solo dos horas.

-No.

-¡Por favor! -Seguia insistiendo Bea poniendo cara de cachorrito-.

-Vamos Liam, estara bien. -Insistió esta vez Matt-.

-Oh por dios! Sois unos pesados. Vendre pero solo por dos horas o menos.

Regresó a casa y al llegar encontró todas las luces apagadas. Al encenderlas descubrió que los muebles del salón los habían cambiado de su lugar y ahora estaban de cualquier manera. Entonces se fijó en el suelo, allí estaba Araziel en medio de un circulo de fuego amarillo con unos dibujos extraños detro de este. No podia creer lo que estaba viendo, además Araziel esta recitando unas palabras en algún idioma extraño, aun que Liam estaba casi seguro que era latín.

-¿Araziel? -Nada, ni se movió, simplemente seguía recumitando esas palabras- Araziel, ¿Qué estas haciendo? -Nada. Al ver que no respondia chilló- ¡Araziel!

Entonces Araziel se giró hacía Liam y su fuego fue desapareciendo poco a poco a su alrededor.

-¡¿Se puede saber que estas haciendo?! ¡Podrías haber incendiado el apartamento entero! Si quieres hacer esto deberías ir a un lugar menos peligroso ¿no crees? -Chilló Liam bastante enfadado-.

-Ya te lo he dicho idiota, esto no solo quema. Y no vuelvas a chillarme.

-¿A no? Entonces ¿por qué ha quedado la marca de tu círculo de color negro en el suelo?

-Eso no es nada.

-Te juro que lo vas a limpiar.

Liam intentaba colocar los muebles del salón otra vez en su sitio pero eran bastante pesados así que hacía mil esfuerzos para moverlos hasta que Araziel se cansó de verlo intentando arrastrar una estantería en su sitio, así que hizo aparecer de nuevo las llamas amarillas en sus manos y colocó los muebles con su màgia. Liam quedo sorprendido pero no quería demostrar sorpresa sino enfadado, ahorq tendrian un círculo marcado en el suelo que parecía sacado de una película de terror en las cuales se intenta convocar a un demonio.

-¿Lograste encontrar algo o alguien?

-No estoy seguro. Quizas aquí la conexión no sea muy buena.

-¿Os comunicais a través de wi-fi o algo así?

-¿Wi-fi?

-Olvidado. Pero jamás vuelvas a hacer esto aquí dentro si no quieres que te saqué a la calle -Le advirtió Liam, pero Araziel no contesto- Esta noche voy a irme con mis amigos de fiesta en una discoteca cerca de la universidad, no intentes volver a prender fuego a mi apartamento.

Araziel no respondio. Se tiro en el sofa y quedo en silencio. Qué tio más raro.

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