Capitulo 44

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La mano de Liam estaba demasiado sudorosa para ser un dia de invierno a 15 grados. Araziel notaba el pulso acelerado solo con el contacto de sus manos. Estaba nervioso y quería tranquilizarlo. Como si eso fuera lo más normal del mundo para Araziel. Así que se desprendió de los dedos de Liam que lo agarraban con fuerza y enseguida entrelazó sus dedos con los suyos. Mucha gente los miraba aunque era sobretodo por los ojos de Araziel, esas miradas parecían haber quedado en un segundo plano. Liam había centrado toda su atención en la mano de Araziel entrelazandose con la suya. No te hagas preguntas, deja de darle tantas vueltas a todo. Y eso intento hacer. Ya en las taquillas del cine y después de haber esperado unos diez minutos en la cola, debía elegir una película e irónicamente fue en lo único que no había pensado. Y ahora ¿cual? Leyó algunos títulos en las pantallas y excluyó todos los que pudieran ser amorosos (básicamente porqué odiaba el genero romantico y en parte no quería ver una película de esas con Araziel, un guardián del infierno), así que eligió un título al azar entre los que no había excluido.
Lo primero fue comprar palomitas ya que sabía cuanto amaba la comida, sobretodo la comida dulce.

-¿Qué es esto? -Dijo Araziel mientras cogía una palomita y la examinaba con la mirada-.

-Pruebalo. Seguro que te gusta.

Con cuidado, como si fuera peligroso, se metió la palomita en la boca.

-Liam, ese cubo es mío -Dicho eso le arrancó el cubo de las manos-.

-¡Oye!

-Soy tu invitado, no?

Liam suspiro alargando sus labios para formar una sonrisa. En parte sabía que Araziel se comería todas las palomitas, pero le gustaba verlo reaccionar en esas situaciones, parecía un poco más humano.
Al entrar en la sala donde se proyectaba la película, solo había unas cuantas personas en la sala pero enseguida captaron los ojos de Araziel. Olvidalos. No existen. Solo estamos Araziel y yo. Pero había algo que Liam no había tenido en cuenta, en la sala las luces se apagarian y todo quedaría en plena obscuridad salvo por la luz de la gran pantalla. Eso significaba que los ojos de Araziel iban a brillar todavía más e iban a ser dos puntos rojos en medio de la sala. Mierda. Bueno estaban en una de las filas a media sala y había más gente detrás que no delante, así que con que nadie se le ocurriera mirar hacía detrás todo estaría bien.
Después de ellos entraron tres parejas y un grupo de unos cuatro chicos y dos chicas, estos seis se sentaron dos filas por delante de ellos y no dudaron en fijarse en los dos puntos rojos aun que por tranquilidad de Liam tampoco le prestaron mucha atención. En cambio Araziel estaba como si no ocurriera nada, sin ninguna preocupación (salvo comer sus palomitas dulces antes de que Liam le robara alguna, claro).
Las luces se apagaron. La pantalla se encendió. Empezaron a poner algunos trailers de proximas películas, algunas de ellas bastante interesantes y por fin, después de quince minutos, empezo la película.
Veinte minutos tardó Liam en dar tal saltó de la silla que incluso Araziel creía que le habría dado un infarto. Había elegido una película de miedo. No era que no le gustarán esas películas porque de vez en cuando veía alguna, pero elegía algunas más "suaves". Esta, en cambio, sabía que lo haría temblar. Por otro lado Araziel seguía comiendo sus palomitas sin alarmarse ni un poco, de hecho parecía muy interesado en la historia de como un grupo de estudiantes decidía pasar una noche en un hospital psiquiátrico abandonado. Llevaban la mitad de películas y efectivamente Liam ya estaba sudando y temblando de miedo. Había colocado sus pies encima de la silla, abrazaba sus piernas contra su cuerpo y había colocado su cabeza entre sus rodillas, así cada vez que aparecía una escena en la que intuía alguna cosa mala escondía su rostro entre sus rodillas. Araziel tardó un poco en darse cuenta de que Liam no estaba bien.

-¿Liam? -Susurro- ¿Que estás...?

En ese momento Liam había escondido su rostro entre sus rodillas y solo giró su rostro hacía Araziel con cuidado de no ver la escena de la película.

-Tengo miedo.

-No da miedo, puedo saber todo lo que va a pasar. Además he visto cosas peores.

-No me gusta -y escondido otra vez su rostro en sus rodillas-.

Araziel no quería que estuviera mal, sin embargo la película le gustaba y no tardaría mucho en terminar. Comprobó que el reposabrazos que separaba sus sillas podía apartarse si lo giraba hacía arriba y al apartarlo se movió hacía Liam. Con su brazo derecho lo envolvió pegandolo un poco contra su cuerpo, como si lo estuviera abrazando. Y eso funcionó, al menos un poco. Liam se sentía más protegido, aun así no dejó de ocultar su rostro en sus rodillas hasta que la película terminó. Realmente no hubiera esperado nunca eso de Araziel ¿Por que  lo hacía? Lo protegía, lo salvaba, lo defendía... ¿Solo porque lo había cuidado desde que llegó? ¿Solo por eso? Bueno, habían acordado unos dias de actividades más humanas y quizá eso fue un gestó más humano.
La pantalla quedó en negro, las luces de la sala se encendieron y Liam casi pudo volver a respirar. Al salir al exterior una ráfaga de aire gélido los envolvió recordadoles que sería mejor ponerse las chaquetas, aunque solo se la puso Liam.

-Estuvo muy bien -dijo Araziel mientras miraba a Liam que aun llevaba el susto encima-.

-No te burles de mi. No sabía que había elegido eso.

Ninguno de los dos añadió nada más, solo caminaron juntos (y Liam sin separarse ni un poco de Araziel) por la calle obscura hasta llegar al coche.

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