Capitulo 57

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~Araziel~

Me dolía el estomago, la cabeza, el corazón y sin embargo no había recibido ningún golpe. Nunca había sentido una sensación tan extraña como esa. No había querido cruzar esa entrada de regreso. No había querido dejar solo a Liam en ese mundo. Sin embargo allí estaba de nuevo, en ese lugar desierto de algún sentimiento. Me había cambiado por completo pero ya no me importaba.

Los guardias no tardaron en darse cuenta de que alguien había cruzado el portal. Corrieron hacía mi pero no me moví, quede allí de pie hasta que me tuvieron completamente inmovilizado en el suelo. Conocía bien esa estrategia, atacar en grupo, unos cuantos con sus espadas en mano para asustar al enemigo, los demás preparados para la inmovilización. Quizás puedas pensar que fue una opción cobarde por mi parte dejar que me atraparan con tanta facilidad pero era la mejor opción si quería salir más o menos bien después de haberme burlado de las leyes del Inframundo.

Me ataron de menos y de pies con unas cadenas viejas, estaba seguro que si hacía un poco de fuerza podría haberme librado de ellas con bastante facilidad pero no haría más que seguir empeorando las cosas. Sabía donde me estaban llevando, camine por unas dos horas hasta llegar delante de ese majestuoso edificio. Esas dos horas fueron más que suficiente para pensar en lo que iba a decir delante de los gobernadores, también pensé en sus posibles respuestas. Sabía que no iba a librarme de algún que otro castigo pero iba a intentar que fuera lo menos grave posible y sobretodo, que nada de eso pudiera afectar a Liam.

Al entrar al edificio construido como la mayor parte de los edificios del Inframundo, con roca negra, aun que estoy seguro que alguien alguna veza me dijo el nombre de esta roca no consigo recordarlo. Lo único que conseguí recordar en ese momento fue lo bonitas que se veían las casas en el mundo de los humanos y de lo bien que me sentía al estar en ese apartamento junto a Liam. Ni siquiera me importó en absoluto las miradas llenas de furia, desprecio e incluso de algunos murmullos entre todos ellos. Al llegar a la sala donde estaba los cinco gobernantes, el Guardián que me llevaba empujando desde que entramos en el edificio me empujo mucho más fuerte de modo que no pude mantener mi equilibrio y me caí de rodillas al tropezar con las cadenas que ataban mis pies.

-Araziel, el Guardián traidor -Dijo uno de los gobernantes tras haberse puesto en pie- Es un buen apodo ¿no crees? -Hizo una pausa intentado que respondiera algo desesperadamente pero no lo hice ¿Qué me importaba un apodo?- Al menos es muy cierto. 

-Señores -empezó a hablar uno de los Guardianes que me había acompañado durante el camino hacía este edificio- Este "Guardián" -pronunció con desprecio- esta acusado de una de las mayores traiciones. Al salir al mundo humano mantuvo contacto con uno de ellos revelando...

Deje de escuchar. De todos modos sabía todas y cada una de las palabras que iba a pronunciar, ya las había oído antes con un chico quien también mantuvo contacto con algunos humanos, en su caso un familia que lo acogió como uno de los suyos. Ya le había contado esta misma historia a Liam una vez para advertirle de lo que podría llegar a pasar si no regresaba pronto y lograban saber que había estado con un humano. Pero allí estaba sin haber hecho caso de mis propias advertencias y enamorado de un humano. 

-Por este motivo considero que su castigo adecuado serán unas tres décadas encerrado y atado de manos y pies, además de la muerte del humano.

Me había sumergido en mis pensamientos durante mucho rato pero logre prestar atención a esas últimas palabras. "Además de la muerte del humano".

-¡No! ¡No! -Grité sin poder controlarme- ¡Por favor! Os lo ruego.

-¡Conoces perfectamente las leyes del Inframundo! -Me gritó uno de los Gobernantes- Sabes perfectamente cual es tu papel como Guardián ¡Sin embargo nos has traicionado! Ningún humano puede conocer nuestra existencia y él que lo descubra deberá morir.

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