Capitulo 19

593 60 0
                                    

Araziel agarró su espada con fuerza y se acercó a Andros que parecía mantener siempre una gran calma ante cualquier situación. Pero fue cuándo Araziel recordó que todos los Guardianes eran así, él era así y siempre había luchando con esa misma calma. Pero ¿por que ahora no podía luchar de ese modo? Sin duda algo había cambiado.

-Adelante atacame, haceme mil pedazos. Si no soy yo quien os apliaca el castigó va a ser otro quien os atrape. Tarde o temprano el Infierno entero lo sabra. "Uno de los mejores Guardianes del Infierno traiciona las leyes por un humano" puedo imaginar como la noticia pasa de boca en boca -Decía mientras provocaba a Araziel para que lo atacará-.

-Déjale ir -Le pidió intentando parecer calmado-.

Andros sonrió con esa sonrisa tan fria pero no dejó a Liam en libertad, todo lo contrario para provocar más a Araziel empezó a apretar el cuello de Liam con su magia y él lanzó un pequeño grito de dolor.

-¡¡Para!! -Chilló Araziel furioso-.

¡¿Por que?! ¡¿Por que no puedo controlarlo?! Estaba furioso consigo mismo por no poder controlar sus emociones y por eso atacó a Andros sin dudarlo. Nunca hubiera sido capaz de atacar a uno de los suyos, de hecho eso también iba totalmente en contra de la ley pero, ¿que más daba desobedecer una vez más si iban a condenarlo de todos modos? Andros no se movió ni un poco, evidentemente no le asustaba y de hecho cuando quedaban unos escasos centímetros para que la espada se Araziel chocará contra su cuerpo, le paró con su magia y antes de que Araziel pudiera reaccionar lo lanzó contra un montón de cajas que había alrededor de la habitación. Una gran nube de polvo se elevó por encima de Araziel pero ese golpe no iba a pararlo ya estaba demasiado acostumbrado a luchar contra demonios y a golpes más fuertes que ese así que enseguida que pudo ver a través del polvo se levantó para ayudar a Liam. Cuando fue hacia él encontró a Andros justo enfrente del chico paralizado contra la pared.

-Lo siento mucho por ti -dijo Andros- pero igual que es nuestro deber protegeros también es nuestro deber que ninguno de vosotros sepa sobre nuestra existencia.

-Yo... Yo no sé nada! ¡Lo juro! Solo conozco a Araziel pero nadie más sabe nada de él ni de que haya estado en mi casa -Excepto el imbécil de mi hermano-.

Araziel sabía que aun que insistiera no le serviría de nada, había habido muchos casos así y todos habían terminado igual: los humanos asesinados y dependiendo del caso también se asesinaba al Guardián. Esta vez no. Araziel repetía constantemente en su mente.
Se acerco en silencio a Andros y cuando estuvo cerca con su mano izquierda lo lanzó contra la pared donde también se amontonaban algunos objetos inútiles. Rápidamente Araziel escondió su espada donde la había llevado y puso sus manos en los brazos de Liam para romper el hechizo. Andros no había luchando en muchos años y la condición física de su cuerpo era lamentable así que tardo mucho en poder levantarse de allí. Eso fue positivo para Araziel ya que no acostumbraba a utilitzar mucha la màgia o hechizos importantes, normalmente solo se preocupaba por convertir en cenizas los cuerpos de los demonios derrotados, por eso tuvo que concentrarse bastante en que le saliera bien. Pero una vez conseguido Liam pudo despegar su cuerpo de la pared, pero le fue difícil mantenerse en equilibrio por eso Araziel lo ayudó dándole la mano.
Pero no podían tardar más, Andros ya se estaba levantando.

-Corre -Dijo Araziel-.

Así que los dos huyeron corriendo por la puerta que Araziel abrió con un fuerte golpe contra esta.
Liam a penas podia mantener el equilibrio así que corrió como pudo hasta que llegaron al coche.

-¿Puedes conducir? -Preguntó Araziel muy nervioso- Dime que sí.

-Lo intentaré.

No prometió nada, no se encontraba en condiciones como para conducir pero debían salir de allí cuando antes así que no podia negarse. Lo hizo y al alejarse de allí noto como los nervios de Araziel disminuian poco a poco. Pero el no podía conducir hasta casa, aun quedaban unos 20 minutos para llegar y necesitaba tomar un respiró así que cuando ya estaban bastante lejos aparcó en un lugar algo apartado de la carretera y apagó el coche.

-¿Que haces?

-Lo siento necesitaba parar.

Araziel se comportaba de una manera muy extraña a lo habitual, nunca lo había visto ponerse furioso o tan nervioso, quizá Liam se había acostumbrado a su carácter serio y calmado en todo momento o como decía Araziel "sin sentimientos".

-¿Ocurre algo?

-No. Solo acabo de desobedecer unas cuántas leyes y posiblemente vayan a condenarme a muerte por ello -Respondió con sarcasmo-.

-Lo siento -Respondió Liam arrepintiendose de haberle preguntado eso-.

-Que tu "lo sientas" no va a solucionar nada -Se produjo un largo momento silencioso y continuó- ¿Por que entraste allí?

-Yo... Creía que te había pasado algo malo o que necesitas ayuda, llevabas mucho tiempo allí y...

-¿Enserio? ¿Ibas a ayudar a una persona que se encarga de matar demonios constantemente?

-Bueno si lo miras así suena muy estúpido.

-¡Es que fue muy estupido por tu parte! ¡¿Querías suicidarte o algo parecido?! -Pregunto chillando. Estaba bastante enfadado-.

-¿Por qué me hablas así? Ya se que no debí haber entrado allí y que fue un gran error pero no entiendo porque me estas chillando de esta manera.

-¡Van a condenarnos a muerte! ¡¿A caso eso te parece poco?!

-Pero ¿y yo que pudo hacer?

-Desaparece de aquí. Vete lejos.

-Pero ese hombre te lo dijo, nos encontrarán de todos modos ¿no es así?

Araziel estaba muy nervioso incluso más que cuando estaba luchando con Andros. Le dolía que las palabras de Liam fueran ciertas. Bajó del coche y no pudo aguantar más empezó a patear y golpear todo lo que se ponía en su camino, primero fue una vieja caja de cartón luego unas cuantas piedras y después dio unos cuantos puñetazos en un árbol. Liam rápidamente bajo del coche e intentó acercarse a él para pararlo, no quería que se hiciera daño.

-!Ei! ¡Ei! ¡¡Araziel!! ¡Para!

Araziel dio unos cuantos golpes más hasta que los nudillos de sus manos empezaron a sangrar. Estaba sudando. Giró su rostro hacía Liam, era horroso, parecía que en cualquier momento iba a hecharse a llorar aun que Liam sabía que eso era prácticamente imposible. Pero no tuvo miedo en ese momento, solo quería ayudarle.

-Todo esto es culpa tuya Liam. Por tu culpa soy débil.

Entradas Al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora