Capitulo 38

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-Andros...

-Ahorrate las palabras, ¿Dónde esta el humano?

Araziel enseguida localizó su espada con la mirada disimulando un poco, la había escondido entre dos muebles de madera oscura de modo que se camuflaba bien dentro de su funda negra. Pero ¿en qué estaba pensando? ¿Realmente estaba dispuesto a luchar contra uno de los suyos por un humano? Liam... Si él supiera que había entrado ese Guardián en su casa. No. No debe saberlo. Andros no debe encontrarlo. Y en ese momento Araziel agradeció que ese día Liam hubiera salido de casa sin él.

-¡Araziel! ¿Te das cuenta de lo que estas haciendo? -Aunque Araziel supiera lo enfadado que estaba Andros, este hablaba como lo hacían todos los Guardianes- Posiblemente no. El mundo humano nos transforma, nos vuelve locos. Hay demasiados sentimientos libres.

-Yo no-...

-Tu te estás conviertiendo en uno de ellos sin a penas darte cuenta -Lo interrumpió-.

¿Y si era verdad? ¿Y si sus sentimientos lo habían dejado ciego sin poder darse cuenta de como estaba actuando? Hizó un esfuerzo para buscar en su interior para asegurarse de que no sentía nada, de hecho lo hacía a menudo pero había dejado de hacerlo desde que llegó al mundo humano. Esta vez fue tan difícil y aún más teniendo a Andros en frente de él. Esto no importa. Ahora solo tengo que alejarlo de aquí tanto como pueda antes de que Liam vuelva.

***
-¿A donde vamos? -Preguntó Iván mientras miraba por la ventanilla para situarse-.

-Emm... No tenía ni idea -Admitió con una pequeña sonrisa- ¿Te apetece que vayamos por la playa? La arena debe estar seca, hace días que no llueve.

Iván aceptó entusiasmado por la idea. Iván amaba el mar, por supuesto era un chico muy nervioso pero sentir el sonido de las olas cuando llegaban a la arena o cuando chocaban contra las rocas, era muy tranquilizador. Se podría decir que era un sitio para encontrar su tranquilidad.
Llegaron allí y fue fácil aparcar porque a penas había gente. La temporada alta del turismo ya había desaparecido con la llegada del invierno y las playas habían quedado desérticas.
El sol iluminaba el mar y hacía que el agua fuera más cristalina que de costumbre. Los dos chicos se habían quitado los zapatos y se habían doblado los pantalones por encima de sus tobillos, dejando así que sus pies pudieran hundirse en la fina arena blanca, era más fría que de costumbre pero no importaba, la sensación era suficientemente agradable y el sol brillando encima de sus cabezas hacía que se pareciera más a un día de verano.

-Es precioso -Dijo Iván sin apartar la vista del mar. Tras un corto silencio se giró para ver a Liam y descubrió que este había estado todo el tiempo mirandolo a él y que se formó una pequeña sonrisa en su rostro cuando él se había girado- Tonto -Le sonrió.

-¿Como te atre-... -Le pregunto Liam haciendose el ofendido-.

Iván lo tiró encima de la arena abalanzandose encima de él antes de que pudiera terminar la frase, quedando así Iván encima del cuerpo de Liam. La arena se mezclaba entre el cabello castaño de Liam, de hecho se pegaba a toda su ropa dejando a Iván completamente limpió encima de su cuerpo. Esto no puede quedar así. Lo abrazo y lo tiró a su lado dejando que la arena se pegara por todo su cuerpo y se mezclara con su cabello marrón oscuro.

-¡Me llamaste tonto! -Siguio haciendose el ofendido-.

-Porque eres un tonto -Se rio-.

Esa risa le hacía olvidar todo lo que tenía al rededor. No demonios. No Guardianes. No padres. No hermanos acosadores. No problemas. Era un sonido tan relajante...
Liam se giró y se puso de rondillas, entonces rápidamente empezó a hacerle cosquillas a Iván.

-¡Oh no! -Reía sin parar- ¡Para!

Iván rodo hacía un lado en cuando vio una oportunidad y pudo huir deas cosquillas. Volvió a ponerse en pie aunque iba un poco agachado para quedar a la altura de Liam quien seguía en su sitio. Iván lo tiró de espaldas sobre la arena una vez más e intento provocarle las mismas cosquillas a Liam pero parecía no funcionar. Bueno un poco si pero no podría sacarle la misma risa tal como había se lo había hecho a él.
Al final los dos se rindieron. Liam siguió tumbado y Iván se sentó con las piernas estiradas, por eso Liam vio como buena idea colocar su cabeza en el regazo de Iván.
Iván empezo a hundir sus largos dedos entre el cabello ondulado de Liam acariciandolo de manera muy suave y lentamente, como si tuviera todo el tiempo del mundo para hacerlo.
Araziel... ¡No! ¿Por que tengo que recordarle en un momento así? Pero lo sabía perfectamente. Ese día que Liam lo había pasado tan mal, había abrazado a Araziel y este había acariciado su pelo hasta asegurarse que Liam había quedado dormido.
Liam cerró sus ojos y quiso centrarse solo en los dedos de Iván pasando entre su cabello y en el sonido de las olas.

***
-Araziel, ahora mismo estas bajo los efectos de una especie de droga, los sentimientos son una droga, una vez los pruebas aunque sea lo más mínimo no hay vuelta a tras. Te destruyen los muros que tantos años tardamos en construir y volver a empezar resulta demasiado difícil, por eso cuando más tardes en regresar más difícil será que vuelvas a ser él de antes.

Por supuesto todo lo que Andros le estaba expliacando a Araziel era cierto, él había sido el primero que había visto muchos de estos casos en el Infierno. Lo más extraño es que le pasara a él y ni siquiera fuera capaz de darse cuenta de ello.

-Entonces llevame a la entrada.

-Bien, pero sabes perfectamente que pasa con los humanos que descubren nuestra existencia -Hizó una pequeña pausa y continuó- La vida del humano a cambio de tu regreso al Infierno.

Entradas Al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora