Capitulo 31

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-La gente esta fatal -dice Bea- Vale que ese chico sea un poco raro pero tampoco es para tenerle el ojo encima todo el tiempo. A lo mejor es nuevo aquí. Lo único que conseguiran es que se sienta incómodo.

-O a lo mejor es un asesino y somos nosotros quien no lo conocemos -dice Ana-.

Oh creeme es algo parecido a lo que acabàs de decir, es un asesino de demonios. Y sobre sentirse incómodo, no tranquila, eso es muy poco probable. Pero en vez de decir eso tuvo que morderse la lengua. ¿Que pretendía Araziel paseandose por ahí? Lo único que podía pasar era eso, que todo el mundo lo mirara raro. Es algo que no entendía sobre la gente en general, si alguien se sale de la normalidad ya es tachado de raro, diferente, en un sentido malo, pero ¿por que ser diferente tiene que ser necesariamente malo? Liam, por supuesto, siempre había pensado lo contrario. Ser diferente es mejor. Además ¿quien es el encargado de dictar las normas sobre lo que es normal? ¿O de lo que es bueno o malo?
Araziel era más buena persona que lo que toda esa gente estaba pensando al verle, pero eso solo lo sabía Liam. Y ojalá fuera así por más tiempo. Pensó. Araziel se había convertido en su secreto, solo suyo, algo que solo él conocía y eso le gustaba.

-Bueno chicos Matt y yo nos vamos a clase, ¡nos vemos más tarde! -Se despidió Bea-.

Ellos se fueron y Liam quedo un poco más aliviado, ahora solo le quedaba deshacerse de Bea para poder ir a por Araziel.

-Emm... Yo creo que también me voy. Quiero terminar un par de cosas de algunos trabajos.

-No te olvides lo de esta noche.

-Tranquila...

-Y tampoco vale quedarse dormido.

Él suspiró profundamente y Bea se quedó allí mirando su movil, posiblemente hablando con ese "chico maravilloso" que había conocido, ya que cuando miraba el móvil se le dibujaba una tierna sonrisa en su rostro. Bea no ama a los chicos, ella ama enamorarse. O esa es mi teoría. (Y quizas la más acertada).
Liam empieza a andar entre los edificios del campus para disimular delante de Bea que se iba y a la vez para ir a por Araziel. Estuvó andando unos largos minutos sigilosamente hasta que lo vio de lejos, lo peor era que su hermano y el grupo de sus amigos estaba por allí y no quería otra humillación. Pero debía pasar por allí si o si. Caminó de manera natural para no llamar la atención de nadie y parecía que iba a funcionar, solo quedaban unos siete pasos más y ya podría ser invisible para David.

-¡Liam! Por fin te encuentro -dice Araziel mientras camina hacía él-.

¿Que le pasa? ¿Ahora esta feliz? Bueno en realidad Araziel no tenía una sonrisa en sus labios ni su rostro mostraba ningún signo de felicidad, solo fue en el tono en que lo dijo. Era irónico pero eso parecía mucho más importante que el hecho de que lo hubiera llamado en voz alta allí y que su hermano ya se hubiera fijado en él. De hecho ni se dio cuenta de eso hasta que su hermano habló a su espalda.

-Hola hermanito, ya ni me saludas.

Liam traga saliva y por unos segundos se plantea si debía girarse, pero lo hace. Incluso Araziel pudo notar la tensión en la que se encuentraba sometido Liam en esr precisó momento. ¿La había fastidiado? ¿Era culpa suya? Por supuesto. Pero él no entendía que estaba pasando, solo notó los nervios y la tensión de Liam y entonces recordó al chico que había causado eso en Liam. Era el hermano. Ese al que terminó sacando de casa antes de que matara a Liam a golpes.
Por supuesto David se fijó también rn Araziel: el chico de ojos rojos que lo había sacado de casa de Liam con... ¿Magia? Aun no entiendía bien que había sido eso ni tampoco que hacía ese chico en casa de Liam. Bueno en su mente solo existía una posibilidad: es su novio porque a mi hermano le gustan los chicos. Al parecer para David, ser homosexual implicaba enamorarse de cualquier persona de tu mismo sexo.

-¿Te acuerdas de ese día que vine a tu casa y el gilipollas de tu novio de ojos rojos me hecho fuera? -Preguntó con malícia, mientras tres amigos de su grupo de acercaron detrás de él- Creo que tenemos algo pendiente. O bien lo hechas a él y dejas que yo venga.

-Ni de coña -Fue lo único que consiguió pronunciar ya que hacía todo lo posible para eliminar su tensión y sus nervios. Luego se acerca un poco más a Araziel dando solo dos pasos hacía atrás donde había quedado Araziel, y le habló en un tono más bajo, aunque era inútil, lo oirían de todos modos- Araziel...

-¿Quieres que termine rapido? -Preguntó Araziel. Se le notaba... ¿enfadado? Era extraño.

Liam coge aire y respira profundamente. Sabe que si se quedan allí David le va a dar una gran paliza, ¿por que? Porque era así de idiota. Hay gente que no evoluciona. Además al golpe que diera David, estaba cien por cien seguro de que Araziel se lo devolvería con el doble y quizás llegara a utilizar magia y eso no haría más que ponerlos en peligro a los dos. Nadie debía descubrir la identidad de Araziel, se lo había prometido. Por eso, no le quedaba otra.

-Corre.

Pronunció la palabra lentamente para que Araziel captara bien la orden, pero enseguida dio media vuelta y empezo a correr. Araziel como si le hubiera escuchado los pensamientos corrió al mismo tiempo que Liam. Al principio David y esos tres amigos corrieron detrás de ellos, pero se les hizó imposible seguirles el ritmo, así que cuando Liam y Araziel llegaron donde Liam tenía su coche aparcado ya no había rastro de ellos.

-De la que nos hemos librado -Suspiró Liam al entrar al coche y finalmente poder respirar tranquilo-.

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