Capitulo 27

528 47 3
                                    

-¡Liam! -Oh no, voy a morir- ¡Oye espera! -Liam para y se gira para verla. Bea venía corriendo así que le cuesta unos segundos volver a la normalidad para poder hablar- ¿Que pasa contigo Liam? Llevas demasiado tiempo evitandome, solo contestas a algún mensaje y a ninguna llamada, ¿se puede saber por que haces esto?

Respira hondo. Hacía una semana desde que había encontrado a sus padres en su casa y desde entonces no se sentía con humor para nada. En la universidad solo rezaba por no encontrarse con su hermano. Tampoco quería dar explicaciones a Bea ni a ninguno de sus amigos, por eso los había evitando a toda costa. Iván era el único afortunado, en una semana habían quedado unas dos veces además de quedar en los tiempos libres en la universidad. Respira hondo una vez más y procede a hablar.

-Te debo una gran disculpa. Bueno a ti y a Ana y Matt.

-¿Solo eso? ¡Al menos a mi me debes una gran explicación!

-Bea por favor deja de chillar, todo el mundo va a girarse a vernos, ¿podemos hablar en otro lugar?

Bea no contestó pero Liam la conocía lo suficiente para interpretar un "sí" con solo ver su rostro. La agarró por la muñeca y la llevó hasta un lugar más tranquilo donde alguna vez había estado con Liam.

-Bueno... No se por donde empezar.

Bea continuó en su silencio, Liam odiaba más los silencios con Bea que con cualquier otra persona. Bea era la que siempre estaba hablando, siempre tan hiperactiva que no podía mantenerse quieta ni un segundo. Por eso un silencio suyo no podía significar nada de bueno. Pero enseguida Liam empezó a contarle de manera muy resumida lo que había pasado en esos días omitiendo cualquier detalle sobre Araziel.

-¿Tus padres... No puede ser cierto.

-Creeme es terriblemente cierto -Dijo a la vez que levantaba un poco su jersey mostrando lo que quedaba de unos moratones. Sabía que si Araziel lo descubría se lo hubiera curado enseguida pero prefirió no decir nada-.

-¡Oh no! ¿Y aún no lo has denunciado? ¡Estas en todo tu derecho!

-Bea, solo quiero vivir tranquilo y alejado de todos ellos, cuanto menos sepa de ellos y más lejos estén mucho mejor.

-Sin hacer nada por conseguir esa distancia no lo vas a conseguir, ¡pide una orden de alejamiento!

En realidad Liam había estado pensando en todo esto pero de todas formas siempre llegaba a la misma conclusión. Mejor no decir nada. Y en parte era cierto, una denuncia, una orden de alejamiento solo implicaría volver a encontrarse con sus padres mil veces más, tener que rellenar un millón de papeles y sin olvidar lo que podrían llegar a decirle o hacerle sus padres cuando se enteraran. De todos modos no iba a quedar brazos cruzados, tenía que buscar una alternativa para irse lejos donde no le pudieran encontrar y en segundo lugar buscar una empleo cuanto antes mejor, no quería ni su dinero.

-Bea, todo eso solo son más problemas, pero tranquila ya pensare en algo.

-¿Por que nunca me habías contado nada de eso?

Entonces en la mente de Liam apareció la escena de cuando salió llorando y corriendo de su casa después de haber sido rechazado por toda su familia. En ese momento se había planteado si decirselo pero el miedo al rechazo lo invadió por completo.

-Yo... Tenía miedo... No quería un rechazo más.

-Liam...

-Lo sé, soy un idiota.

-¡No! ¡Jamás vuelvas a decir eso! -Bea se acercó un poco más a él- Yo nunca te rechazaría, eres mi mejor amigo. Pero por favor, deja de ocultarme cosas.

Araziel. Fue lo primero que se le vinó a la cabeza a Liam ¿debería decirselo? No podía hacerlo se lo había jurado a Araziel, nada debía enterarse de su existencia. Además ¿como iba a explicarle a Bea que hacía casi dos meses que estaba viviendo con un Guardián del Infierno, quien por cierto le había salvado unas cuantas veces de morir en manos de demonios y otro Guardián? En realidad quería poder contarselo todo pero no iba a hacerlo. Lo siento Bea, pronunció en su mente como si eso fuera suficiente.
Se acercó más a ella y la abrazo.

-Gracias -susurro Liam-.

Bea no contestó pero se dibujo una amplia sonrisa en su rostro.

-¿Liam? -Sonó una voz detrás de ellos y enseguida se separaron- ¡Oh! Lo siento ¿Interrumpo algo? -Pregunta Iván algo nervioso-.

-No -Se rie Bea- Tranquilo es todo tuyo -Al decir eso le guiña el ojo a Liam- Solo una cosa más ¿podemos quedar esta tarde? Quería contarte una cosa.

-Por supuesto -Respondió con una sonrisa-.

Con eso Bea desapareció dejandole a solas con Iván.

-Lo siento, no quería molestar -Repite Iván-.

Liam no le respondió, tan solo se acercó a él y cuando estuvo a escasos centímetros de chocar contra su cuerpo paso sus manos alrededor de su cintura pegandolo a su cuerpo.

-Tu no molestas, Iván.

Iván se sorprendió mucho y quizá Liam se sentía igual de sorprendido de si mismo. Liam nunca tomaba la iniciativa pero quería intentarlo al menos por una vez. Era mejor cuando lo hacía Iván pero no estuvo mal. ¿Que somos Iván? Ningúno de los dos había planteado lo de ser pareja, ni tampoco amigos con derecho, aunque por ahora Liam intuía que su situación se acercaba más a la segunda opción.
Al llegar a casa Araziel no paraba de insistir en que debía ayudarle a volver al Infierno de una vez por todas pero ¿que más podía hacer Liam? Él también tenía una vida, además como iba a ayudarle a volver al Infierno si tan solo hacia dos meses que se había enterado que el Infierno era real y que existían los Guardianes. Quería una tarde normal así que se fue con Bea lo más rapido que pudo dejando a Araziel en casa. Iba a ayudarle pero ahora necesitaba un respiró.

Entradas Al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora