Capitulo 34

478 44 3
                                    

-Bea... Por favor...

-No -Dijo interrumpiendole- Estoy cansada de todo esto Liam. Se supone que eres mi mejor amigo, no entiendo porque actúas de esta manera.

Liam no sabía que decir, Bea tenía razón, últimamente se había olvidado de todos ellos, en lo único que podía pensar era en ayudar a Araziel o en Iván. No quería disculparse con ella porque parecía que con una simple disculpa se quedaba muy corto. Agachó la cabeza e intento buscar las palabras correctas, pero era difícil.

-No me puedo creer que nos hayas abandonado a todos e incluso a Iván, por... Por... Esta cosa -dijo señalando a Araziel-.

Iván. Fue lo único de entre esas palabras que pudo guardar en su mente por unos instantes. Se lo había prometido, saldría con él junto a sus amigos esta noche. La culpabilidad inundaba sus pensamientos. Iván era siempre tan cariñoso y atento con él, y a cambio ¿que? Había pasado de él.

-Vete.

Era Araziel quién le había dado la orden a Bea. Liam levantó su cabeza de nuevo ¿Por que haces esto ahora? ¿Por que te metes en mis problemas?  Volvió su mirada a Bea quien a pesar de estar enfadada con él hasta ese momento había vuelto a su estado de terror pero no fue tan exagerado como la primera vez.

-Tu "amigo" tiene razón.

-¿Que? No Bea... Espera...

Pero Bea ya había salido por la puerta. No. Liam no aguanto más, cerró la puerta con un gran golpe que sonó en toda la casa y estaba convencido que toda la calle lo había oído incluso Bea. Pero no importaba, golpeó la puerta varias veces y la madera crujía tras cada golpe. Tampoco notaba dolor en sus puños, solo necesitaba expresar su rabia y desahogarse. Pero Araziel no podía ver como se estaba destrozando las manos de esa manera, además si seguía así tarde o temprano alguien iría a ver que estaba pasando.

-Liam -lo agarró por ambos lados de su cuerpo alejandole de la puerta- Para -Le ordenó con voz firme-.

-¡Déjame! -Chilló mientras se deshacía de las manos de Araziel- ¡¿Por que haces esto?! ¡¿Quién eres tu para hechar a mi mejor amiga?! ¡No soy un niño pequeño, Araziel! ¡Puedo cuidar de mi mismo!

Sus manos palpitaban de cada vez más intensamente ya que no paraba de apretar más y más sus puños. Sus nudillos estaban completamente pálidos incluso en algunos ya había aparecido algún rastro de sangre. No notaba ese dolor. Solo la posible pérdida de su mejor amiga. Quizás Araziel no tenía la culpa de todo eso, pero la había echado y era la única persona que estaba allí por eso Liam descargó su rabia contra él. Quizás también porque desde su llegada a Liam no paraban de lloverle los problemas y además la mayoría estaban relacionados con Araziel.
1.Me han atacado dos demonios.
2.Mi hermano apareció en mi universidad.
3.Mis padres volvieron al enterarse de que no dejaba que David se quedara conmigo.
4.Llevo mucho trabajo atrasado con tal de ayudar Araziel y eso también implica no ver tanto a mis amigos.
5.Bea me odia.
Era muchos los problemas pero no iba a contarle todo eso a Araziel, principalmente porque le había salvado la vida un par de veces y también porque le había prometido que lo ayudaría. Pero eran momentos como este en los que Liam deseaba no haberle conocido nunca.
A pesar de todo Araziel no le contestó, quedó callado observandole con esa expresión tan típica suya. Sabía que sería mejor así, era mejor no hacerle enfadar más.
Liam tampoco quiso añadir nada más, igualmente sabía que Araziel iba a mantener su boca cerrada, así que se metió en su habitación cerrando la puerta con fuerza dejando que el sonido del golpe volviera a inundar la casa antes de que volviera a regnar el silencio.

***
Cuando Bea salió rapidamente de allí, o al menos tan rápido como pudo con los tacones demasiado altos que había decidido ponerse esa noche, no estaba segura si volver con todos los demás, sin duda la estaban esperando, pero la esperaban junto a Liam y al él no iba a salir esa noche. Quizás ella esperaba que después de salir de allí, él hubiera salido corriendo tras ella intentando darle más información en privado para convencerla de que no había nada de malo, pero no lo hizo. Eso solo hizo que desconfiara más de él y sobretodo de ese otro chico (o lo que fuera) que había en su apartamento. Era incapaz de borrar esos ojos rojos brillantes. Terroríficos.
Finalmente decidió que sería mejor volver con todos los demás, principalmente porque si no iba levantaría muchas sospechas sobre si había pasado algo malo.
Llegó a la discoteca, allí Matt, Ana y Iván estaban esperando al lado de la puerta de la discoteca y se sorprendieron bastante al ver a Bea sin ir acompañada de Liam.

-¿Y Liam? -Preguntó Iván- ¿Le ha pasado algo?

-Emm... Bueno cuando llegué se había quedado dormido pero me dijo que era porque le dolía mucho la cabeza y se sentía mal- Creo que esto servirá. Pensó Bea intentando ocultar la verdad-.

-Liam no esta hecho para salir de fiesta -Suspiró Ana-.

-Bueno, entremos nosotros y nos divertimos un rato -dijo Bea tratando de mantener su típica alegría aunque esta vez se notaba más forzada-.

-Chicos, entrad vosotros yo iré a estar con él -dijo Iván y se le notaba preocupado-.

-No -interrumpió Bea rápidamente- Liam me dijo que quería estar solo incluso no quería que yo estuviera allí.

-Oh bueno...

-Iván puedes quedarte con nosotros, tranquilo no vamos a dejarte de lado.

-Esta bien -acepto finalmente con una tímida sonrisa-.

Bea estaba enfadada pero aún así era conciente de que Liam era su mejor amigo y no podía hacerle daño de ninguna manera pero tampoco iba a defenderle en estos momentos, por eso simplemente trato de ocultar lo que había pasado. Si alguien tenía que contar que un chico de ojos rojos brillantes estaba en su casa, ese debía ser él.

Entradas Al InfiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora