»Capítulo 11.

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Raven

Pego el grito más fuerte que pegué desde que llegué a California hace unas semanas, y salto sobre la mesa del jardín, ese monstruo me va a matar, voy a morir.

Bien, quiero que sepan un par de cosas antes de que muera el día de hoy;

Ese día en el que fuimos de vacaciones a visitar a la abuela para navidad y la entrada se tapó de nieve, fuí yo la que se comió todos los waffles.
Lloro horas enteras por las muertes de mis personajes favoritos.
Tengo una cuenta alternativa en instagram con la que le doy like a mis propias fotos y comento lo linda que soy.
Una vez rompí la televisión de una patada y culpé a Summer.
El canguro Austin de Backyordigans fue mi crush por toda mi infancia.
Una vez fuí al cine a ver una peli de terror, pero me dió tanto miedo que salí de la sala y fuí a comer una hambrurguesa a McDonald's. Y pagué otra entrada en secreto para que me dejen volver a entrar antes de que se vayan mis amigos.

Iba a seguir mis confesiones mentales cuando me veo interrumpida por mis hermanas pequeñas, las gemelas, que saltaban de alegría.

—¡Tenemos una super idea para la próxima broma!  —exclaman al mismo tiempo. Esta guerra realmente está sacando a relucir sus personalidades, y me alegra que se estén divirtiendo tanto.

—Estoy ocupada ahora, chicas. —las interrumpo. Estoy sufriendo una de las peores situaciones que viví hasta el día de hoy.

Okey, repasemos rápidamente la lista de miedos completamente razonables de Raven:
-Pelotas a grandes velocidades
-Arañas
-Las gemelas

Ellas fruncen el ceño, llevan la vista hacia abajo y descubren el asqueroso monstruo que me acecha.

—¿Eso es una araña? —pregunta Abbey agachándose al lado del monstruo.

—No sé, no la veo bien. Es demasiado chiquita. —le responde su gemela agachándose y sacando una lupa de su bolsillo.

Lo peor es que no me sorprende que sea el tipo de nena que lleva una lupa en el bolsillo en todo momento.

—¿¡Chiquita!? —Grito.— ¡LA COSA ES ENORME! —agrego señalándola con un brazo tembloroso.

—Anda, trae un frasco agujereado número 5. Y junta ramas y pasto para la nueva integrante de la familia. —habla Cassidy, levantando la araña con la mano como si se tratara de una moneda.

Clavo mis ojos en la araña y me bajo de la mesa con cuidado. Me quiero ir a mi pieza antes de que aparezcan más bichos inesperados.

—¿Cual era su idea? La de la broma. —pregunto rápido sacudiendo mi ropa y cruzándome de brazos.

Me estoy tomando esta guerra muy en serio.
Primero, porque no tengo ningún tipo de vida social ahora que vivo en California.
Y segundo, porque no puedo olvidar la mirada arrogante de mi vecino.

—Podríamos liberar algunas de nuestras hormigas amazónicas. —propone Abbey con una mirada perversa.

—¿No son esas las que una vez me picaron y fuimos de urgencia al hospital? —pregunto frunciendo el ceñoy ambas asienten.—Creo que no queremos matarlos...solo ganar la guerra de bromas. —las corto, ya que me dan miedo.

Ellas y sus ideas.

Una idea ilumina mi mente, y me siento iluminada por dios, pero voy a necesitar ayuda de Summer y Noah.

El timbre suena y salgo corriendo en dirección a la puerta.

Con miedo a que sea una broma, me asomo por la ventana, no hay nadie.

Numerosos VecinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora