Theo
Toco mi pelo por costumbre mientras camino hacia el gran sillón que se encuentra en mi sala de estar, para después acostarme en él y agarrar el control de mi playstation, listo para empezar una partida.
—¿Como fueron las cosas con Raven? —pregunta Alec mientras entra a la habitación y se sienta en uno de los pequeños sillones que hay a los lado del que yo me encuentro.
—Creo que bien, ahora somos amigos... O algo así. —levanto mis hombros, seleccionando un juego en la televisión que se encuentra frente a mí.
—¿Estas planeando algún tipo de broma con eso o realmente decidiste que querés ser su amigo de la nada? —cuestiona con curiosidad y niego.
—En realidad.. —enpiezo a formular una respuesta cuando alguien golpea la puerta.
Frunzo mi ceño levemente y observo a mi hermano de forma detenida, para después levantarme y caminar a la ventana a un lado de la puerta.
Mis padres no se encuentran en casa, y mamá me dijo que vea quien es antes de abrir como hago generalmente.
Me encuentro con un pequeño grupo de adolescentes, probablemente de mi edad, a lo que mi ceño se frunce aún más.
Llevo mi mano a la manija de la puerta y la abro, captando la atención de las personas del otro lado.
—¿Si? —pregunto confundido.— ¿Que necesitan?
El que se encuentra adelante, un chico de tez morena y ojos oscuros, ríe leve y me mira.
—Muy gracioso, amigo. Venimos a la fiesta.
Recorro mi mente tratando de pensar a que fiesta se refieren pero no logro pensar en ninguna.
—¿Qué fiesta? —pregunto y consigo que el chico estire un papel en mi dirección. Lo agarro y antes de poder empezar a leerlo, capto unos alocados mechones rubios salir corriendo en la ventana de mis vecinas.
Todo tiene sentido ahora.
Decido leer el papel de todas formas, y luego de hacerlo miro la misma ventana que antes, esperando encontrarme a Raven riendo o tomando una foto a mi reacción, pero no lo hago.
Suspiro y me resigno a dejar pasar a las personas. Ya es muy tarde para volver atrás.
—Disculpen por que todavía no hay nada preparado, estábamos en eso cuando ustedes llegaron. —finjo una sonrisa agradable y me hago a un lado, dejándolos pasar. Ellos asienten levemente y se paran en una esquina, haciendo un círculo algo desorganizado y empezando a hablar. Camino hacia Alec, que me mira con cara de confusión y paso mi mano por mi cara con frustración.— Es culpa de las Mercer. —murmuro entregándole el papel a mi hermano para que pueda leerlo.
—Bueno.. —suspira después de leerlo un par de veces.— Supongo que si vamos a hacer una fiesta, vamos a hacerla bien. ¿no? —pregunta con una sonrisa en sus labios.— Voy a buscar a los gemelos, hay que dividirnos las tareas... Y hay que hacerlo rápido. —me dice señalando disimuladamente a el pequeño grupo y asiento. Se levanta del sillón y corre escaleras arriba.
Le pido ayuda a uno de los chicos que se encuentran en mi sala de estar para pegar el sillón contra la pared, haciendo más espacio en la habitación.
Hago lo mismo con la mesa y la pongo al lado del sillón, acomodando las sillas de forma que no molesten.
Camino hacia la cocina para buscar un mantel y luego vuelvo a la sala, poniéndolo sobre la mesa y estirándolo.
Los gemelos, Alec y Summer bajan las escaleras con rapidez.
Miro a Summer con mi mirada matadora y ella ríe de la misma forma que Raven hubiera hecho si estuviera aquí.
—Nos traicionaste, Invierno. —niego con decepción y la rubia se encoge de hombros.
—Diría que lo siento pero no, soy fiel a mi familia. —se excusa y Simon la mira fingiendo dolor.— Y a mi novio, obviamente —ríe leve y besa la comisura de los labios de mi hermano.
Me acerco y pongo mis manos en sus caras, separándolos mientras niego.
—Bueno, estas acá ahora, así que vas a ayudarnos a armar todo para la fiesta. —ella asiente levemente y me giro a mirar a Austin.—Necesito que traigas un parlante y pongas la lista de Will, ¿okey? —el gemelo asiente y vuelve a correr escaleras arriba.— Alec y Summer, bebidas. Los vasos de plástico estan en el cajón de abajo de todo y las bebidas las traen las personas, por lo que leí. Pero igual, creo que hay algo de alcohol en la parte trasera de la heladera.
Alec alza una ceja y sonríe ampliamente.
—Oh no. No, no, no. Vos no vas a tomar, no hasta que seas mayor. —agrego provocando que el menor ruede sus ojos, gruña y guíe a Summer hacia la cocina.
—¿Y yo? —pregunta Simon mirándome y pienso unos segundos.
—Vamos al ático, creo que vi un par de luces para fiestas —asiento levemente y él niega.
—Ese lugar me da miedo, vas solo. —ruedo mis ojos y lo agarro del brazo, caminando escaleras arriba.
Mientras subimos, me encuentro a Austin yendo en la dirección contraria, llevando el gran parlante con dificultad.
Una vez en el pasillo, camino hasta el fondo y estiro mi brazo hacia arriba para bajar las escaleras del ático y le pido a Simon que las sostenga para que así yo pueda subir.
Subo con rapidez y prendo la luz de arriba, empezando a buscar las luces.
Finalmente las encuentro a un lado de la ventana y me estiro a agarrarlas.
Una vez que lo hago, miro por la ventana por curiosidad y me encuentro con que muchas personas más están llegando.
Cuando estaba por irme, logro encontrar una cabeza rubia parada en el medio del montón de gente que hay en el patio.
Raven tiene sus brazos cruzados y sonríe con orgullo.No logro contener una pequeña sonrisa y niego con la cabeza, sabiendo que ella no me ve.
Agarro la caja que fui a buscar y apago la luz del ático, volviendo a bajar.
Le entrego la caja a Simon y vuelvo las escaleras a donde estaban.
—Ocupate de esto, tengo que ir a hablar con alguien.
El castaño asiente y bajo las escaleras con él detrás mío.
Me encuentro con que la sala ya esta casi completamente ambientada para la fiesta, mis hermanos hicieron un buen trabajo; solo faltan las luces.
Camino hacia la puerta teniendo que esquivar a varias personas que me hablan de la linda decoración y después me dirijo a la rubia una vez que estoy afuera.
Ella sonríe ampliamente al notarme y yo ruedo mis ojos con una pequeña sonrisa.
—¿Superamos tus expectativas? —pregunta refiriéndose a la broma.
—Podría haber sido peor. —me encojo de hombros al llegar adelante suyo y ella sonríe negando.
—Todavía no notaste la peor parte, ¿no? —ríe y frunzo mi ceño una vez más. Ella posa sus manos en mis hombros y me voltea.
Ay, dios.
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Numerosos Vecinos
Humor❝Todo empezó por un bistec volador. Literalmente. Un bistec volador desencadenó una guerra familiar contra nuestros nuevos vecinos. Nuestros numerosos vecinos.❞ -CRÉDITOS A @Gaia_Withard POR LA HERMOSA PORTADA- HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA QUEDA TOTAL...