Raven
Me encuentro parada frente a un pequeño ejército de Gillmores y Mercers en el sótano de mis vecinos, acompañada por Theo.
—¿Qué les decimos? —pregunto, girándome levemente para que los demás no puedan verme.
—Les explicamos que a veces, dos enemigos deben unirse para combatir por un bien común.
—¿No te parece demasiado? —vuelvo a preguntar mientras él pasa sus dedos por su pelo (que ahora volvió a su color normal) con frustración.
—Puede ser. Pero es lo necesario.
Muy bien, prosigamos.
Después de tomarme unos segundos para pensar, me volteo en dirección a mis hermanas y los vecinos, que nos observan expectantes.
—Como ya sabrán, cada uno de los representantes de las familias convocó a una reunión de emergencia. —la mayoría asiente y yo decido continuar, viendo que Theo no planea hacerlo.— Esto se debe a que se presentó una situación muy importante, una amenaza. Tenemos un vecino nuevo, se llama Max. Él fue el que se ocupó de orquestar la broma que provocó que los Gillmore recibieran un...cambio de look. —los mencionados dejan escapar exhalaciones de sorpresa y algunos llevan sus manos a sus respectivos pechos. Se nota que siguen molestos.— Es por esto que Theo y yo decidimos.. que lo mejor va a ser aliarnos para combatir... este...¿Cómo era?
El chico a mi lado gruñe y yo río levemente.
—Raven y yo decidimos que lo mejor va a ser aliarnos para, así, combatir juntos por un bien común. Osea demostrarle a Max que somos mucho mejores en esto. ¿Quién nos acompaña? —finaliza, consiguiendo que todos nuestros hermanos alcen sus brazos y celebren.
Honestamente no creí que fueran a reaccionar así, pero me alegro de que lo hayan hecho.
El castaño a mi lado se gira a mirarme con una sonrisa deslumbrante y luego siento sus cálidos dedos buscar los míos. Su mano rodea la mía y sonrío junto con él.
[...]
—Ahora estamos en el mismo equipo, significa que tienen que adaptarse a nuestra forma de hacer las compras, pq claramente es mejor que la suya. —habla Noah mientras discute con, obviamente, Alec.
El castaño rueda sus ojos y procede a empujar el carrito de compras por la tienda con pocas ganas.
Noah sonríe con satisfacción y continúa caminando por el pasillo.
Estaba caminando detrás de ella cuando siento dos brazos agarrar mi cintura y guiarme al pasillo de al lado, el de los cereales y tortas.Me giro para asegurarme de que mis sospechas son correctas y en efecto lo son; Theo se encuentra sonriendo a tan solo unos centímetros de mi cara.
—¿Qué pasa? —pregunto conteniendo una sonrisa y él se encoge de hombros, acariciando mi espalda.
—Nada en especial, solo quería sorprenderte. Espero que estes disfrutando los estantes llenos de cereal que te rodean. —me dice y ruedo mis ojos, finalmente riendo. Acorto los centímetros que nos separan y dejo un corto beso en sus labios.—¿Vamos? Hay que terminar las compras.
—Si, obvio. Pero antes.. Estuve pensando.. —me mira y puedo notar muy claramente que está nervioso.
¿Theo Gillmore? ¿Nervioso? ¿Esto es un sueño?
—¿Qué estuviste pensando?
—Te gustaría, no sé, ¿salir? Como si fuera una cita. No, es una cita. Nuestra primera cita. No sé, me pareció una buena idea. Si no queres, lo entiendo.
Río levemente con ternura por sus nervios, sabiendo qie yo estaría igual. Asiento, finalmente acabando con su sufrimiento.
—Obvio que me gustaría, ¿a donde iríamos? —pregunto apoyando mis brazos en sus hombros y acariciando su pelo suavemente.
—Em, no sé. Todavía no había pensado en esa parte. —responde con sinceridad y ambos reímos.
—No importa, lo pensamos en el momento. Primero, hay que enfocarnos en nuestra venganza. La tuya, más que nada.
Es una lástima que se haya tenido que teñir para tapar el rosa, su pelo no está tan suave como antes por la tintura. Max se las va a ver conmigo.
—La verdad es que me importa más nuestra cita, pero hago un intento. —admite con una sonrisa mientras levanta sus hombros, provocando que me sonroje y luego continúe acariciando su pelo.
—A mí también, pero va a ser divertido. Al fin podemos colaborar en una broma. Cuando volvamos a casa planeamos la cita, ¿dale? —Theo asiente y retira sus brazos de mi cintura con suavidad, a continuación deja un corto beso en mis labios y sale corriendo mientras ríe como si hubiera hecho algo que no tenía que hacer.
Me quedo parada en mi lugar negando por unos segundos sin poder borrar la sonrisa que se formó en mis labios, pero después empiezo a caminar atrás suyo hasta alcanzarlo. Además, me reúno con Noah y Alec, que siguen peleando, para continuar las compras.
—¿Qué falta? —pregunto sintiendo el brazo de Theo en mi cintura una vez más, y sonrío sin pensarlo.
—Que dejen de ser tan pegajosos y babosos. —responde Alec.—Ah, y más cinta.
Me sonrojo y el brazo del castaño me atrae aún más cerca de él mientras ríe.
—Tranquilo, hermanito, ya te va a llegar tu turno. ¿En serio pensas que me voy a alejar de esta rubia ahora que podemos estar juntos? Cuanto te equivocas. —habla negando y sonrío, apoyando mi cabeza en su hombro.
Todavía no creo que todo esto sea real, la verdad.
Alec rueda sus ojos en respuesta y Theo planta un sonoro beso en mi cabeza para hacerlo enojar aún más.
Cuando llegamos a la parte de librería, agarramos las cintas que Alec mencionó y las metemos al carrito, para después seguir con nuestro camino hacia la caja registradora.
[...]
La pantalla de mi celular se ilumina con un mensaje de Summer diciendo que su sector de la casa ya está terminado, por lo que me apuro a terminar de pegar lo que me falta y luego me hago unos pasos atrás, admirando mi obra de arte.
Theo tuvo la increíble idea de robar todas las cosas de la habitación de Max (esa parte no fue fácil) y después proceder a pegarlas en la parte exterior de su casa, decorándola de libros, lapiceras, almohadas, entre otras cosas.
Empiezo a caminar hacia el frente de la casa, encontrándome con Theo, Alec, Austin, Simon, Noah, Summer y las gemelas esperándome.
Me detengo cuando me encuentro a un lado del primero, que lleva una gran sonrisa de satisfacción en la cara.
—¿Nos harías los honores? —pregunto mientras lo miro, contagiándome de su sonrisa. Él asiente y se desplaza hacia la puerta tomándose su tiempo.
Todos corremos a escondernos hacia nuestro lado de la calle y, cuando terminamos, toca el timbre. Luego corre a esconderse a mi lado mientras esperamos por una reacción.
Los segundos pasan y la puerta finalmente se abre, revelando el pelo rubio y desordenado de nuestro vecino, dando inicio a una nueva guerra.
Na: hola!! Ahora sí, el próximo "capítulo" va a ser el epílogo! Que les pareció la historia? Los leo.
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Numerosos Vecinos
Comédie❝Todo empezó por un bistec volador. Literalmente. Un bistec volador desencadenó una guerra familiar contra nuestros nuevos vecinos. Nuestros numerosos vecinos.❞ -CRÉDITOS A @Gaia_Withard POR LA HERMOSA PORTADA- HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA QUEDA TOTAL...