Numerosos Vecinos

»Capítulo 31.

Sydney

Me siento en el banco de la plaza en la que estamos y Theo se sienta a mi lado, a una distancia razonable en el otro lado del banco.

Bastante exagerado.

—¿Una cámara? ¿Para que? —me pregunta señalando la cámara digital de Raven que llevo en mis manos.

—Audrey me contó que le sacó fotos una de sus bromas y que a Raven se le ocurrió hacerlo con todas, desde ese momento lleva sacando fotos de todas y cada una de las bromas, esta no será la excepción. —explico y él asiente.—Además, estoy terminando de borrar las fotos de Dylan que Rae sacó para mostrármelo. Infeliz. —gruño con la última parte.

Escucho a Theo reír y decido fotografiarlo porque tengo el presentimiento de que no lo hace seguido.

Siento que Raven va a apreciar esta foto en el futuro.

Además, me encanta el sonido que hace la cámara al tomar fotos.

—¡Ah! No saliste tan mal como pensé, parece casual. —admito mirando la foto.

—Eso es porque lo es. —dice obvio.

—Es cierto. ¡Ey! ¿Ese no es el Jeep de Dylan? —pregunto susurrando y señalando disimuladamentemientras dicho vehículo se estaciona a unos metros.

—Ese Jeep...me resulta familiar. —habla Theo mientras su ceño se frunce.—Pero no puedo recordar de donde.–agrega, masajeando su sien sin dejar de mirar el jeep.

—Probablemente lo viste alguna vez que estacionó en lo de Raven para buscarla. Ahora silencio, tenemos que tener cuidado para que no nos descubra antes de tiempo. —él asiente con su mirada aún en el jeep y me pasa mi lata de pintura.

—Éxitos, porque desear suerte es para idiotas. —me dice para después moverse aún más cerca del Jeep, y de esa manera, del objetivo.

Preparo la cámara y la meto en mi bolsillo mientras me levanto de mi asiento, caminando hacia Dylan, que se acaba de bajar de su camioneta sin sospechar absolutamente nada.

—Hola, disculpame, ¿Vos sos Dylan Ferue? —pregunto haciendo mi voz sonar dudosa, pero sé que lo es; él es el imbécil que hizo que Raven esté así.

—Si, ¿Porqué?

—¡Sos el ganador de el concurso! —exclamo y empiezo a aplaudir, moviéndome a un lado.

—Pero yo no-

—¡Y el premio es una lata de pintura! —agrego rápidamente para después destaparla y darla vuelta sobre su cabeza, volcándola sobre su pelo y, en consecuencia, el resto de su cuerpo.

¿Qué? Compramos latas de 5 litros cada uno.

—¿Qué...? —pregunta y escucho el enojo en su voz.

Saco una foto.

—Eso es lo que ganas por ser un inútil y lastimar a mi mejor amiga. —le digo enojada y miro a sus espaldas.—Ah, y creo que tu camioneta necesita ser lavada. Urgente.

Él frunce el ceño y se gira para encontrarse su precioso Jeep negro pintado con flores rosas y la palabra "Idiota" en el costado de este.

Theo realmente se pasó, quedó muy bien.

Saco una foto de eso también, a Raven le va a encantar.