»Capítulo 19.

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Raven

El resto de la cita fue bien, pensamos algunas bromas que podríamos hacer a mis adorados vecinos hasta que llegamos a la idea perfecta.

Sigo sin salir del shock de que estoy en una cita con una persona real, es increíble para mí.

Algo aún más increíble es tendremos una segunda cita en unos días, cuando ambos podamos.

—Creo que es hora de volver, ¿no? —pregunta él.

Bajo la mirada hacia mis pies descalzos y noto la arena cubriéndolos, y algunas olas chocando contra ellos de manera aleatoria, no quiero que esto termine.

—Supongo, sí. —él asiente y emprendemos camino de vuelta hacia el carrito de Dave.—De todas maneras vas a tener que quedarte un rato en mi casa para...ya sabes. —una sonrisa se extiende por mis labios al recordar que todavía tenemos la broma que hacer con mi nuevo aliado y mis hermanas.

—Si nos sale bien, esto va a ser genial.

—Créeme, nos va a salir perfecta.

(...)

Retiro lo dicho ahora que el pecoso hermano Gillmore se encuentra desmayado sobre el piso.

—¿¡Sos idiota!? –me grita el segundo mayor de los hermanos, Theo.—¡Deja, ya todos sabemos la respuesta!

Mis hermanas y sus hermanos se encuentran parados a un costado mientras Thro y yo nos gritamos sobre el cuerpo desmayado de Alec.

—Para tu información, ¡la respuesta es "No"! —lo señalo mientras me acerco y continúo hablando.—Vos sos el idiota por no poner "caracoles de jardín" en la lista de alergias. —grito de vuelta, totalmente furiosa por el hecho de que se cree superior al llamarme idiota.

—¡Eso es porque no es alérgico, les tiene fobia!, Acá es cuando se nota que sos rubia de corazón. —agrega, haciendo referencia al dicho de que las rubias somos estúpidas.

Oh no, con mi color de pelo no.

—¿Y como se supone que yo iba a saber eso, genio? —pregunto sin levantar mi tono de voz, mi nivel de enojo supera aquel que puedo demostrar. Me mira y sus labios forman una línea mientras veo un destello de arrepentimiento en su mirada.—¿Sabes que? Dejalo.

Hora de una salida dramática.

Pego media vuelta y dirijo mis pasos de vuelta a mi casa, al llegar me meto y cierro la puerta dando un portazo, sin importarme que mis hermanas aún están afuera.

—Como se le ocurre que puede llamarme idiota. Lo odio. —la rabia sale de mi interior pero intento aguantar hasta mi habitación, ya que ahí no tendré que pagar todo lo que rompa. Mientras tanto, suelto una variedad de insultos dirigidos a mi vecino.

Me encantaría negarlo, pero en realidad estoy más preocupada por Alec que enojada con Theo. Espero que esté bien.

—¿Raven? —una voz me saca de mis pensamientos luego de que la puerta de la cocina se abra y Audrey salga de esta sosteniendo a Lou en sus brazos.—¿Estás bien?

—¿Tengo pinta de estar bien? —respondo su pregunta con otra pregunta y ruedo mis ojos mientras sigo mi camino hacia la escalera.

–Supongo que no por tu excesivo uso de malas palabras hace unos segundos. —responde mientras se acerca con una pequeña sonrisa.—En fin, te dejo seguir con tu pequeño ataque de ira, tengo que ir a comprar pañales para Lou.

—¿Sabes donde están papá y mamá? No los veo hace bastante tiempo.

—Papá debe estar por llegar y mamá está en su estudio porque está creando una nueva colección y se quiere concentrar, es mejor que no la molestemos a menos que queramos que toda la ira de satanás caiga sobre nosotras.

—Touché. Voy a preparar la cena yo misma entonces.

—No, por favor, no quiero morir hoy. —se queja, señala el techo y luego susurra "No me dejes morir por su culpa"

Audrey la reina del drama ha llegado, ruedo mis ojos y río.

A todo esto, mi rabia se desgastó poco a poco y me encuentro de vuelta a la aburrida normalidad.

Ella me saluda con la mano y sale por la puerta principal con las llaves de su auto en la mano.

—Ey, creo que deberías rescatar a tus hermanas, se están matando con la mirada acá. Y tu chico aparentemente ya se fue, solo para que sepas. —dice y espera a que asienta, luego cierra la puerta.

Si, lo hizo antes de que Alec se desmayara, se fue antes porque su abuela tenía que ir a comprar unas cosas y no sabe manejar.

—¡Adiós! —ella saluda con la cabeza y finalmente cierra la puerta.

Ahora tengo que idear una misión de rescate, y rápido.

Me acerco a la ventana y corro la cortina unos centímetros, permitiéndome ver y no ser vista.

Se encuentran en un silencio incómodo, y por alguna razón Theo no está.

Mejor por mí, al salir estoy perdiendo mi orgullo frente a ellos.

Es decir, nadie vuelve después de una salida dramática.

Meh.

Abro la puerta y grito; "A comer" sabiendo que mis hermanas no pueden resistirse a esas palabras y llegarán corriendo con rapidez.

Y lo hicieron, ¡hasta me aplastaron contra el piso!

—¿Y la comida? —pregunta Noah.

—¿Ups?

Todas se giran al mismo tiempo y ya se lo que se viene.

—¡A ella! —exclama Summer y toda la manada de animales hambrientos se acerca corriendo a mí.

Y gracias a mi torpe cuerpo no pude correr mas de tres metros sin caerme, provocando que todas se tiren sobre mí y hagan lo peor que pueden hacerme...cosquillas.

—¡AGH! Salgan, salgan, basta. Por favor. —digo entre contracciones de mi cuerpo y risas mezcladas con sufrimiento. Odio las cosquillas.

Viendo mi reacción, a las gemelas les agarra un ataque de risa y terminan revolcándose en el suelo, mientras que Summer ya está twiteando lo sucedido y Noah simplemente agarró una manzana de la cocina.

Claramente la más inteligente aquí es Noah.

Ahora solo tengo que lograr cocinar la cena de hoy...le deseo suerte a mi futura yo con esa tarea.

Numerosos VecinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora