Boruto en el Tiempo.

Nubes de Papel

Estaba amaneciendo en la Aldea Oculta de la Hoja, los tímidos rayos del sol entraban por la ventana de una habitación femenina perteneciente a la ojiblanca. Hinata despertó asustada pues escuchaba ruidos extraños, se levantó lentamente, visualizó un bulto cerca de su mesita el cual estaba cubierto con la chamarra de Naruto. Se acercó sigilosamente destapándolo.

― ¿Boruto―kun? –estaba sorprendida.

El pequeño rubio dormía profundamente sobre el tapete <<Parece muy agotado, pobrecito>> tomó la almohada de su cama y con cuidado acomodó la cabeza del pequeño hizo lo mismo con las cobijas, cubriendo bien al niño para que no pasara frío.

<<Pero ¿Por qué está aquí? Bueno ya lo sabré cuando despierte>> sonrió depositando un lindo beso en la cabeza del pequeño << ¿Por qué hice eso?>> Hinata meditó su acción, le tenía mucho afecto al niño y no sabía exactamente porque había nacido ese sentimiento, Boruto apretó un poco los ojos, pero no despertó.

―Mamá... papá es un tonto... en verdad es un tonto―ttebasa –susurró dormido―. Tonto...tonto...

Hinata empezó a reír bajo para no despertar al niño, pero se veía sumamente tierno e indefenso así, acarició el cabello de Boruto << ¿Quiénes serán tus padres, pequeño? Espero que pronto estés con ellos>> abandonó la habitación para preparar el desayuno.

Naruto en cambio casi no había podido dormir, pensaba en aquel paseo, en Hinata, en todas esas emociones de tan sólo acordarse de ella, Kurama río.

<< ¿Ahora de que te ríes?>> preguntó Naruto enfadado pues Kurama había adoptado una actitud muy molesta.

<<Pues ti obviamente>> reía una y otra vez.

<< ¿De mí? ¿Por qué?>> frunció el ceño.

<<Es divertido ver cómo sufres en tus líos amorosos>> Naruto puso los ojos en blanco y era verdad estaba todo confundido con esos nuevos sentimientos que surgían en su interior y muy diferentes a los que llegó a sentir por la chica de cabellos rosados. La puerta de su habitación se abrió.

―Bueno días al feliz enamorado –dijo Kakashi con una gran sonrisa en el rostro y sosteniendo dos tazas de café en sus manos.

―Bueno días sen... ¡¿EHHH?! –A Naruto se le exaltaron todos los nervios << ¿Tú también Kakashi sensei? >>suspiró.

―Ay no te hagas, si bien sé que tuviste una cita con ella anoche― se dibujó una risa pícara debajo del cubre bocas de su sensei y alzaba las cejas.

― ¿Ci...ci...ta―ttebayo? –Naruto estaba sonrojado << ¿Cita?>> era el único que no se enteraba que aquello se le consideraba una cita ―. Sólo di un paseo con e... ¡Un momento! ¿Cómo es que usted sabe eso―ttebayo? –lo miro fijamente.

Kakashi le ofreció una taza de café sonriendo. Naruto la aceptó.

― ¿Cómo lo sabe sensei? –dijo en un susurro, Kakashi sonrió no era una sonrisa cualquiera había un misterio detrás de ella. En eso Naruto se percató que Kakashi llevaba algo debajo de su brazo que se lo dio a Naruto. Estaba envuelto aquel objeto y el rubio lo abrió con cuidado sus ojos se abrieron de par en par.

― ¿Pero co...como―ttebayo? –no podía hablar.

―No eran los únicos en el parque –Kakashi río –Sai estaba por ahí―

Aquel objeto del tamaño de una fotografía era un dibujo realizado por Sai, en el cual estaba plasmado el momento en que Naruto y Hinata estaban sentados en la banca. Ella estaba recargada en él sonriendo.