Boruto en el Tiempo.

El mal que aún no termina.

 Perdón por tardarme, lo pensaba subir más temprano. solo que en la tarde me entretuve arreglando papeles de la escuela y avanzando mi tesis, como me dio migraña decir dormir un rato y creyendo que iba a dormir una hora de repente pasaron 4 hrs XD
jajajaja no sé que demonios estaba muy cansada de la semana

Dejemos de hablar de mi ¿Cómo están?

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-¿Qué sucede Boruto? -preguntó la novena Hokage.

El rubio había sentido una punzada en su corazón. Detuvieron la marcha a mitad de la noche y se quedó recargado en un árbol a tomar un poco de aire. Era un horrible presentimiento y no podía dejar de ver en su mente la imagen de su hermana y de su padre.

-¿Qué pasa? -insistió Mitsuki.

-No sé-ttebasa, algo no sé... -se tocó la cabeza-. Mi hermana... mi padre... siento que ya se van a encontrar y pelear...

-Ya estamos a unos cuantos kilómetros de llegar, si paramos ahora puede que sea demasiado tarde -dijo Sarada tratando de animarlo-. Vamos Boruto Uzumaki de pie.

Mitsuki ayudó a Boruto a recobrar el equilibrio, estuvieron así un buen rato hasta que el rubio recobró sus fuerzas para seguir. Sarada estaba preocupada por el rubio, nunca había actuado así. Sacudió su cabeza y se dio prisa. No podía perder tiempo y menos siendo de noche donde tenían desventaja, las nubes cubrieron la luz de la Luna y se les estaba dificultando un poco seguir.

-Boruto ¿Seguro que estás bien? -preguntó Sarada.

-Sí, solo fue momentáneo -dijo y la abrazó con cariño.

Sarada retrocedió y tosió-. Bueno, es tu turno... tus ojos tienen mejor visión y más en este escenario, después de todo la sangre Hyuga corre por tus venas... aunque te costó trabajo -le reprochó al final tratando de evadir aquel abrazo.

-Sí, recuero bien cuando Hima despertó su Byakugan. Al día siguiente mi madre nos llevó ante mi abuelo y mi tía, mientras mi padre comenzaba su nueva vida como Hokage... yo años después pude desarrollar mi Byakugan...

-Solo nos falta un poco más para detenerla -dijo Sarada tratando de consolarlo-. Pronto terminara este infierno paradojal y todos pueden estar tranquilos.

Boruto suspiró y cerró sus ojos. No tuvo necesidad de hacer los sellos pues ya llevaba tiempo controlando su poder ocular en ambos ojos, al abrirlos el cambio de color fue notorio y las venas aparecieron de par en par en cada una de su sien. Toda la visión de Boruto se amplió y pudo ver mejor entre toda la arboleda, pasando un pequeño río y luego de un sin fin de rocas se alzaba a lo lejos la muralla de la Aldea de la Hoja. Sonrió y emprendió el camino guiando a la novena Hokage y a Mitsuki.

-Si seguimos por aquí llegaremos por la parte oeste-ttebasa -dijo y aumentó la velocidad.

-Perfecto, sigue así Boruto tenemos que llegar lo más pronto posible... Lo primero es ver cómo está la Aldea y de ahí a seguir buscando a Himawari Uzumaki.

-¡Sí! -dijeron ambos y siguieron iluminados tenuemente por la luz de la Luna.

Se apresuraron todo lo que pudieron, las piernas les estaban ardiendo y exigían descanso. Una media hora más pasó y ante ellos estaba la enorme muralla de tierra que protegía la aldea. Sarada invocó a su Susano para poder escalar con una mayor facilidad. Subieron y los ojos de la Hokage se abrieron muy grande. Más de la mitad de la aldea estaba en llamas y estaba siendo atacada por Edo Tensei. Era como una escena de una película de terror. Pudo divisar a los ninjas de las otras aldeas tratando de detener a los Edo Tensei, también a los heridos que no habían logrado encontrar refugio alguno.