Boruto en el Tiempo.

Los Lazos de Dolor en Nuestra Reunión. Familia Uzumaki.

El Hokage no estaba preparado para enfrentarse a su hija, aunque luego de tantas batallas que había librado con anterioridad y toda clase de enemigos a los que se enfrentó y salió victorioso esta era la primera vez que en mucho tiempo sentía el miedo puro correr por sus venas, enfrentarse a su propia sangre no le hacía bien. Pero ahí estaba Himawari, una muy diferente a la que él conoce, una Himawari más grande de edad muy parecida a su madre de joven. Con su cabello largo azul algo rebelde, su piel muy pálida y el Byakugan activado, podía observar cómo eran casi invisibles aquellas dos marchas en ambos cachetes que había heredado de él. La expresión de frialdad y el chakra que emanaba hacían evidentes lo que estaba por suceder.

-¿Por qué? -preguntó casi susurrando.

Himawari volvió a reír provocando un gran eco. La piel de Naruto se erizó por un momento dejándose embargar por todos esos bellos recuerdos con su hija de pequeña y no lograba entender que la había derivado a ese ser de venganza. Quería hacerse a la idea quien se encontraba delante de él no era su hija, se negaba a aceptar que ella haya sido la causante de tanta desgracia

-Este será tu fin Naruto Uzumaki...

-¿Qué? -se preguntó confuso saliendo de sus pensamientos.

Himawari corrió a gran velocidad casi desapareciendo ante los ojos del rubio, era tan veloz que le recordó a su padre Minato. Naruto cruzó sus brazos para detener aquel puño suave que Himawari empleó. Sintió que algunos de sus huesos de sus brazos se fisuraban e hizo una mueca de dolor tratando de contener todo lo posible el ataque. Himawari siguió intentando con el puño suave, el rubio le dio una patada y con eso mismo se impulsó para saltar hacia atrás y alejarse de su hija.

-Maldición-ttebayo -gruñó.

- ¿Qué sucede padre? ¿Acaso no piensas atacarme? -dijo Hima aún con esa sonrisa frívola en su rostro-. ¿No puedes atacar a tu pequeña hija?

-Sabes que jamás te haría daño.

-No me hagas reír, si tú has sido la razón de mis desgracias.

Se preparó de nuevo con la forma de pelear Hyuga, flexionó las rodillas y se puso su palma derecha estirada a delante y su mano izquierda cerrada, Naruto sabía que estaba en desventaja porque su hija sería capaz de cerrar sus flujos de chakra y así asegurarse la victoria. Cuando se puso a idear un plan Himawari se lanzó al ataque logrando pegarle en su abdomen y haciendo que cayera de rosillas adolorido.

-Ya estás viejo padre -dijo Himawari entre risas.

Naruto trató de reponerse del golpe, había perdido bastante aire con ese ataque y estaba sorprendido por el poder que tenía su hija. Himawari iba a repetir el ataque cuando algo la detuvo, vio un hilo de chakra naranja que la sostuvo con fuerza de la muñeca y la lanzó lejos chocando contra los árboles.

-Gracias Kurama -dijo Naruto poniéndose de pie.

-Trata de concentrarte Naruto, si sigues así vas perder la pelea.

-Lo sé-ttebayo.

-Ese maldito zorro me las pagará -se escuchó la voz de Himawari a lo lejos.

Himawari dio un gran salto y aterrizó con un puño suave, Naruto esquivó el ataque y Hima creó un agujero en el piso, el poder de su ataque aumentaba descabelladamente. Naruto liberó las nueve colas de chakra de Kurama para apoyarse en la pelea, cada una creó un rasengan.

-Vaya, hasta que te indignas a atacarme -el tono de burla de Himawari no desaparecía y eso desesperaba a su padre-. Al fin el gran héroe Naruto Uzumaki hará frente a su destino