La Voluntad de Ella.

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Hinata y Naruto abrieron los ojos poco a poco-. Vaya al fin despiertan –el pequeño rubio estaba de pie esperando a que sus padres despertaran de su hermoso sueño, ambos enrojecieron hasta las orejas y se apartaron uno del otro avergonzados.

-No tienen remedio-ttebasa –suspiró Boruto y luego rio para sus adentros al verlos así de felices.

-¿Qué haces aquí tan temprano Boruto? –dijo Naruto poniéndose de pie y tratando de cambiar la conversación.

-Bueno... -el pequeño rubio recordó que la noche anterior Konohamaru quería recorrer el otro extremo del Monte por lo cual el rubio terminó huyendo temprano de la cabaña, además de la preocupación que sentía ya que sus padres se quedaron solos en la cabaña-. No es nada importante –Naruto revolvió los cabellos de su hijo.

-Está bien, vamos a desayunar-ttebayo –Boruto puso su cara azul.

-¿Cómo es que puedes comer eso? –hizo varias caras de asco el pequeño.

-No nos queda de otra –dijo Naruto con lágrimas en los ojos, Hinata rio por la expresión de su rubio que terminó secando sus lágrimas.

-Vamos –dijo ella tratando de animarlo y los tres marcharon hacia la casa de Shima.

Otra reunión en el Consejo del Clan Hyuga había sido llevada a cabo, acordando otra vez que había que hacer algo para que el héroe de la Guerra no fuera parte del Clan, pero el Consejo se componía de muchas personas así que tomó tiempo para el iniciador del Plan convencer a todos.

Una vez retirados de la sala hizo desaparecer su Jutsu de Transformación y caminó dentro de aquella habitación, pensando una y otra vez, quería encontrar alguna cosa importante dentro de su cabeza pero cada vez que lograba tener algo de información sufría de dolores muy fuertes de migraña.

-Maldita sea –gruñó de desesperación y salió por la ventana sin que fuera descubierta por algún miembro del clan.

Ko estaba lejos de ahí pero su visión panorámica detectó una sombra escabullirse en el prado detrás de la mansión Hyuga, activó su Byakugan y vio como un individuo encapuchado se alejaba deprisa del lugar, no lo pensó dos veces y decidió seguir esa sombra.

Llegaron al sitio de entrenamiento y aún el individuo seguía corriendo, unos cuantos metros después se detuvo e hizo lo mismo Ko a distancia para no ser descubierto.

-Muy bien veo que ya han desayunado –dijo Fukasaku a las cuatro personas que tenían sus miradas bajas.

-¿Acaso piensas torturarnos más? –dijo Naruto con un gran desanimo.

-Ay Naruto-chan nada de eso, hoy volveremos al mismo sitio de ayer –suspiró-. Buscaremos pistas...

El individuo se retiró del sitio, Ko se acercó a donde estaba antes pues aquella persona merodeaba muy sospechosamente ese lugar, gracias a su Byakugan pudo ver un gran bulto enterrado bajo tierra, lo desactivó y vio que la tierra estaba rasgada, con sus manos fue quitando poco a poco la tierra hasta toparse con un ataúd de madera, al abrirlo palideció enormemente.

-Vaya, vaya no deberías meter tus narices donde no te convienen Ko –se escuchó una voz femenina.

-¿Quién eres? –dijo el volteando a ver a su rival-. ¿Y por qué asesinaste a uno de los miembros del Consejo de Clan Hyuga?

La mujer simplemente dejó escapar una risa y fue retirando poco a poco su capucha, dejando ver un cabello largo hasta la cintura.

Ko se sorprendió al ver a la mujer, le resultaba bastante familiar, ella era joven y muy bella.

Boruto en el Tiempo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora