Boruto en el Tiempo.

Duos Dinámicos

Una disculpa enorme, pensé que podría manejar el tiempo para redes sociales y terminé mal. La escuela y el trabajo no me dejan actualizar ciertas plataformas. Esta historia está mas avanzada en Fanfic.es pueden consultarla si lo desean, iré actualizando aquí poco a poco. Gracias. 

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-¿Has estado entrenando en mi ausencia? –la encapuchada entró a la cueva.

-Sí. Hace rato que regresé señora... ¿Dónde ha estado?

<<Otra laguna mental>> pensó ella preocupada-. Eso no se tu incumbencia...

Increíble pero cierto Naruto despertó antes que Boruto y preparó el desayuno, no pudo dormir muy bien pues entre su hijo y Kurama lo fastidiaron hasta que el cansancio con la palabra SUEGRO y gracias a esa palabra tuvo varias pesadillas con Hiashi Hyuga, una de ellas la manera en cómo moría en manos del padre de su novia.

-¿Irás a ver hoy a Hinata? -zarandeó a Boruto hasta que éste logró abrir los ojos.

-¿Tú despierto?... Sin duda esto es un sueño-ttebasa -se dio la media vuelta y durmió de nuevo.

-Bueno si se te hace tarde no es mi problema -. Naruto se puso un mandil y comenzó con la limpieza de su departamento pues hace dos días y medio que no lo había pisado, se quitó el cabestrillo para facilitarse las cosas. Limpió la cocina, lavó los trastos, aseó los vidrios y luego puso la lavadora a funcionar, tomó las mochilas de misión hace ya casi una semana que no las arreglaba, primero fue la de Boruto topándose con la fotografía de los cuatro.

-Qué linda niña –murmuró.

-Himawari –Boruto apareció de repente encima de una silla dando un susto de muerte al rubio.

-¡¡NO HAGAS ESO-TTEBAYO!! –puso la mano en su pecho sintiendo cómo el corazón estaba desbordado en latidos.

-Exagerado –entrecerró los ojos y tomó la fotografía-. Pero sí... se llama Himawari... tu otra hija... mi hermana menor –Naruto se ruborizó.

-Si... aunque desgraciadamente también hereda tus ojos azules y tus bigotes-ttebasa –sonrió

-Oye... los ojos azules los heredé de mi padre –se cruzó de brazos haciendo pucheros cómo un bebé-. Los bigotes... es culpa de Kurama –el zorro de las nueve colas despertó frunciendo el ceño.

-Cómo digas –alzó sus hombros-. Es verdad... -Naruto alzó una ceja-. Necesito hablar contigo pero ya será después...Ya me voy a ver mamá... y probablemente... vea... a.... tu.... S-U-E-G-R-O -dicho esto Boruto se echó a correr perseguido por su padre con el trapeador en la manos, sin duda había encontrado una nueva forma de molestarlo.

Persiguió a su hijo hasta la esquina de del lote de departamentos.

-Maldito mocoso –suspiró viendo como su hijo se perdía lo lejos.

<<Bien, ¿Cuándo piensas pedir la mano de Hinata?>>

-¿La mano?

<<Pues claro grandísimo tonto para casarte con ella >> Kurama reía a sus anchas mientras Naruto quedaba paralizado

-¿Casarnos? –Susurró, luego todos los colores se le subieron a la cara-. ¡Basta Kurama aún es muy pronto para eso! –dio un portazo y se tumbó en su cama, estaba a punto de volverse loco con todo lo que le estaba pasando en las últimas dos semanas, sí, dos semanas se cumplían exactamente de la llegada de Boruto y todos los cambios que ha sufrido últimamente y los extraños enemigos además de empezar un noviazgo con Hinata, aunque para que ya no hubiera problemas lo mejor era hablar con el padre de la susodicha, la pregunta era ¿Cuándo?, sólo estaba seguro que la quería ver, así que se dio prisa arreglando todo para luego ir a buscarla a ella y a Boruto.