Boruto en el Tiempo.

Jinchuriki y 29 colas. Parte 1

Himawari alcanzó a retroceder, pero la explosión le lastimó su pierna derecha. Uso el puño suave para deshacerse del humo y de repente un rayo amarillo apareció delante de ella para iniciar un combate de cuerpo a cuerpo. El séptimo Hokage pudo darse cuenta de quien se trataba y sonrió de lado. Así que él está aquí también. Pensó. Con las pequeñas fuerzas que le quedaban gritó fuerte y claro.

-¡BORUTO-TTEBAYO! ¡TEN CUIDADO ESTÁ SIENDO CONTROLADA!

-Gracias padre-ttebasa -dijo y se concentró en la pelea con su hermana menor.

El séptimo apretó su herida y cayó de rodillas rendido.

-¡Papá! -gritó el pequeño rubio.

-¿Boruto? -dijo con dificultad.

-¡Séptimo! -Sarada fue la primera en llegar a su lado y palideció al ver la herida-. ¡Tranquilo séptimo ya llegó la ayuda!

-¿Sarada?

-Así es, Boruto, Mitsuki y yo decidimos viajar. Después de todo Himawari viene de nuestra época.

-No puede ser-ttebayo... -dijo sorprendido el Naruto más joven, no podía creer lo que veían sus ojos. Podía observar que su yo era más alto y sin duda tenía un semblante más serio. Se preocupó de aquel charco de sangre y las heridas que presentaba en todo su cuerpo. Miró detrás de él y vio la pelea entre el zorro de nueve colas y el gato de dos-. Esto parece una pesadilla.

-¡¿Naruto-kun?! -gritó Hinata horrorizada y las lágrimas no dejaban de rodar en sus mejillas.

-¡Hinata-sama necesito de su ayuda! Con su Byakugan podemos curar las heridas del séptimo, pero antes hay que trasladarlo.

-Yo me encargo... dijo Naruto y apareció las nueve colas de Kurama, sentía que la sangre se le helaba, no podía creer lo que estaba sucediendo. Todos corrieron hacían los arboles alejándose del desastre que estaba causando los kyubi y enseguida atendieron las heridas del Hokage.

Boruto se enfrentaba con todas sus fuerzas contra su hermana y temía por su aspecto. Estaba más pálida de lo normal y las venas negras se estaban extendiendo en todo su cuerpo. Sin duda aquella ser maligno estaba tomando posesión absoluta de Hima. Boruto concentró chakra en su mano imitando a una de las técnicas de su madre y dio un fuerte golpe. Himawari lo detuvo con sus antebrazos y dio una patada, Boruto la detuvo usando el mismo truco. Los dos retrocedieron.

-¡Deja a mi hermana en paz maldita escoria-ttebasa!

El pequeño Boruto volteó y juraría que alcanzó a oír la palabra hermana. Trató de visualizar al enemigo que estaba luchando con su adulto y no tuvo éxito. Estaban lejos y había mucha tierra obstaculizando su visual. Dio un paso y quiso acercarse, pero Mitsuki lo detuvo.

-Primero debemos asegurarnos de que tu padre esté mejor -dijo y Boruto le sostuvo la mirada-. La vida del séptimo peligra, él te necesita a su lado...

Boruto miró una vez hacia la pelea de su yo del futuro sin resultado alguno. Se puso de rodillas cerca de su padre mientras Sarada y Hinata trataban de parar la hemorragia. Hinata ayudaba con su byakugan a Sarada para señalar aquellas venas dañadas y como hija de un ninja médico, Sarada sabía bien como tratar las heridas de los pacientes, pero la herida del séptimo conlleva a un gran desafío. Mientras Naruto con la ayuda de Kurama traspasaban chakra a su yo para mantenerlo con fuerza.

Mitsuki convocó algunas serpientes para crear una barrera y no permitir que la pelea causara estragos en ellos. Sarada tenía miedo de que Himawari se escapara de las manos de Boruto y convocó a su Susano completo para que ayudara a las serpientes. Se dieron prisa y al menos pudieron detener parte de la hemorragia, pero la vida del Hokage aún seguía en peligro. Tobira estaba recuperando la conciencia y la marca ya no le dolía, aún no tenía las fuerzas suficientes para liberarse de la serpiente, su vista estaba nublada y no lograba localizar a su señora. Mientras Boruto seguía combinando el puño suave para tratar de cerrar algún punto de chakra de su hermana, pero conforme avanzaba la pelea el poder de Himawari estaba aumentando, supo al instante que aquel ser estaba explotando el chakra de Himawari y el biju. Matatabi dio un grito ensordecedor que aturdió a todos. Estaba sufriendo en lo más profundo de su ser y Naruto no pudo evitar enojarse.