Boruto en el Tiempo.

El Fuego Artificial de Hielo.

<<No tendré el Byakugan, pero sé el Puño Suave >> Boruto se defendió de los ataques de su tía, pero era impresionante Hanabi era muy rápida.

― ¿Cómo? –dijo Boruto sorprendido porque Hanabi había logrado obstaculizar uno de sus puntos de chakra de su brazo izquierdo, ahora éste le pesaba <<Maldición no quiero hacerle daño>>

― ¿Esas son todas tus energías hijo del Séptimo? –dijo la pequeña Hyuga con una mirada bastante fría.

<< Un momento ¿Acaso está siendo controlada? >> Boruto esquivó los siguientes tres ataques, la mirada de Hanabi ya no eran esos ojos aperlados del Byakugan, sino que se volvían más oscuros, pero no llegaban a negros.

El rubio menor no le quedaba de otra que emplear en su máxima expresión el Puño Suave después de todo la mitad de su sangre es Hyuga no podía permitirse ser herido y menor por la pequeña Hanabi.

...

...

― ¿Hanabi? –dijo una dulce voz.

― ¿Eh? ¿Qué sucede?

―Eso le debes contestar tú, Hinata lleva rato hablándote y no la escuchas que hermana tan más distraída eres―ttebayo.

―No creas que solo porque eres el Séptimo Hokage no puedo hacerte daño cuñado, pero a decir verdad no sé me siento extraña –suspiró―. Si debe ser el cansancio, si me disculpan me iré a dormir, hablamos luego.

―Tranquila –dijo Naruto acercándose a Hinata―. Ella estará bien es una Kunoichi bastante fuerte.

―Lo sé y gracias –le sonrió―. Volvamos a casa tú también necesitas descansar –Naruto asintió dándole la mano a Hinata, fueron por Himawari e Iruka, pero éste último se desvió dirigiéndose a su casa. Naruto llevaba en sus brazos a la pequeña Girasol, había jugado todo el día con su abuelo Iruka, al llegar a la Mansión Uzumaki la acostaron con cuidado de no despertarla y luego los esposos subieron a su habitación a descansar, aunque la mujer de ojos blancos insistía en ir a la sala para que su marido ocupara toda la cama y descansara mejor, él se negó rotundamente, era poco el tiempo que pasaban juntos y no iba desaprovechar cada minuto de estar a su lado así que la acorraló entre sus brazos y ambos emprendieron el viaje al mundo de los sueños.

Hanabi tomaba una taza de té, sufría de migraña, sabía perfectamente que debía tomarse unos días de descanso, pero no quería pues su sobrino aún no aparecía y no le gustaba la mirada triste que ahora habitaba en la mirada de su hermana. Tocaron a la puerta.

―Adelante –dijo de malagana.

―Y Ahora ¿Qué te pasa? –dijo una voz grave y ya un poco vieja.

―Un dolor de cabeza padre, ya me preparé un té, me di un baño y en un rato dormiré necesito descansar.

―No te sobre esfuerces Hanabi o tu hermana acabará peor si te ve mal, ya ha tenido suficiente con la desaparición de Boruto y ahora lo de Ko, no me explico qué está ocurriendo.

―Sí si está bien –suspiró <<Naruto Uzumaki es una mala persona>> se quedó callada de repente.

― ¿Hanabi?

―Nada, ya dormiré así que fuera –condujo a su padre a la puerta de su habitación y la cerró, sin duda Hanabi había adquirido más carácter tras pasar los años.

Se acostó tratando de recordar sus palabras ¿Dónde las había escuchado antes? Era ahora su dilema, llevaba unos días con ese pensamiento y no la dejaban en paz, cerró fuertemente sus ojos tratando de serenarse y lograr dormir.