German trago fuerte. Estaba so;ando? Angie estaba parada frente a el, esperando una respuesta. De repente una brisa soplo agitando las hojas de los arboles y esparciendo el perfume de Angie por el rostro de German. Ya se estaba haciendo adicto a esa fragancia de vainilla que ella desprendia. El se quedo helado, en el mismo lugar. Estaba casi seguro que si se acercaba en cualquier momento iba a despertar de esta fantasia y Angie iba a darle una bofetada por intentar besarla de nuevo. De repente Angie chasqueo sus dedos enfrente del rostro de German, distrayéndolo de sus pensamientos.
-Bueno German decime algo! No te quedes ahí parado como si te hubiera contado un mal chiste-comento Angie como una burlona sugerencia.
El parpadeo varias veces en un intento por despertar pero Angie no desaparecia. La casta;a sonrio, sabiendo que German no le creía. Lentamente se acerco a el y se puso de puntitas,
La casta;a era un poco mas peque;a que el y tenia que estirarse para llegar a la altura exacta de German. Este detalle siempre lo había hecho reir involuntariamente, el consideraba a Angie como algo frágil, algo que debía cuidarse con sumo cuidado o podía romperse. El factor que el fuera mas grande y fuerte que ella le hacia sentir la necesidad de protegerla y mantenerla a salvo.
Angie sentía como el corazon le latia a mil mientras intentaba calmarse, con dulzura beso la mejilla de German, aligerando la tensión. El se quedo inmóvil ante el contacto de la casta;a. No conocía ese lado de Angie, la Angie que era arriesgada y decidida. Angie lo admitia, se estaba dejando llevar pero ahora ya no se podía detener. Tenia que confiar y eso es lo que haría.
-Bueno me podes decir algo, no?
German se quedo helado notando la corta distancia entre sus rostros.
-Yo... yo... estoy so;ando?-balbuceo el mientras Angie acariciaba el cabello detrás de su nuca.
La casta;a rio levemente, divertida por la expresión de German.
-No, no estas so;ando-contesto ella con dulzura.
German trago fuerte. Había cedido. Por fin lo que tanto había esperado por todos estos a;os, tenerla en sus brazos de nuevo. Dejándose llevar por la emoción la tomo en sus brazos y la alzo en el aire. Angie rio mientras se aferraba a German, sentía que la iba a botar si no se sostenia bien de algo. German reia de la emoción mas que todo, dándole vueltas en el aire a la mujer.
-German bájame!-exclamo ella riéndose.
El hombre la puso en el suelo mientras seguía riendo. Angie cerro los ojos y agito la cabeza en un intento por quitarse el mareo que ahora tenia gracias a German. El solo la observo con una sonrisa de oreja a oreja. Angie alzo la vista y se encontró con los ojos de German, estos estaban llenos de brillo.
-Que te hizo cambiar de opinión?-pregunto el acercandose mas a ella mientras deslizaba sus manos por la fina cintura de Angie.
-Una amiga me convencio-contesto ella con simpleza por dentro sintiendo nostalgia al recordar a su hermana.
German sonrio y se acerco aun mas hasta rozar la nariz de ella. Angie cerro los ojos ante el contacto para disfrutar mas de la cercanía. Por mas que quisiera negarlo esto es lo que siempre quizo. A German Castillo. Después de tantos a;os su fuerza para seguir negándolo se había ido al diablo, ya no le importaba que el supiera que se estaba muriendo por el. Los dos estaban locamente enamorados el uno del otro y lo único que el tiempo había hecho estando todos estos a;os lejos, era reforzar ese amor que sentían el uno por el otro.
-Te amo- susurro German a escazos centímetros del rostro de Angie.
La casta;a sintió como algo dentro suyo se estremecia. Esas palabras viniendo de cualquiera no surgirían ningún efecto en ella; pero dichas por German castillo la hacían volverse loca. Sin poder resistirse Angie acabo con la distancia entre ellos y lo beso. Ni ella misma sabia cuan desesperada estaba hasta que sintió que se estaba quedando sin aire. Lo estaba besando con pasión y exasperación. Sofocada, se alejo de German hasta verlo a los ojos, el estaba sonriendo con picardía.
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Lo que nos mantiene unidos
FanfictionDespues de que Jeremias accede a regresar al Studio, el y Angie se van enamorando mas y mas, hasta que una noche lo cambia todo. Cuando Angie descubre que Jeremias era en realidad German, Angie huye de Buenos Aires a Madrid, sabiendo que esta embara...