Perdoname, te lo ruego

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German se quejo mientras la luz cegaba sus ojos. Violetta por su parte cubrió su rostro con la parte superior de su mano mientras se quejaba ante el súbito cambio de iluminación en la oscura habitación.

-Thiago podes bajarle a la luz un poco?-pregunto el pelinegro incomodado por la luz que se dirigia directo a sus ojos.

El peque;o suspiro y apago la lámpara con inpaciencia. Luego prosiguió a encender la luz de la habitación dándole una vista mas general al cuarto y una iluminación mas amplia.

-Gracias-contesto German acomodándose en la silla-ahora, para que nos citaste aca, hijo?

El peque;o aclaro su garganta y tomo asiento enfrente de su hermana y de su padre.

-Los cite aca porque tenemos un código rojo-informo el con la mayor formalidad posible.

Violetta no pudo evitar reir por lo bajo al ver a su hermano peque;o actuando con tanta seriedad. German por su lado se irguió en la silla y le presto toda la atención del mundo a su hijo.

-A que te referis campeón?-le pregunto sintiendo curiosidad por la actitud de su hijo.

Thiago suspiro y se puso de pie.

-Creo que estas descuidando mucho a mama- dijo finalmente mientras se cruzaba de brazos.

German abrió los ojos como platos al escuchar las palabras de su hijo. Descuidar a Angie? Pero si estaba pendiente de ella las veinticuatro horas del dia. Justo ahora estaba en el Studio con Pablo, tenia que admitir que le daba un poco de miedo el dejarla ir con el pero confiaba en Angie. Si confiaba en ella tenia que demostrarlo.

-A ver, Thiago- empezó German mientras tomaba las manitas de su hijo-Mama no puede estar atada a nosotros todo el tiempo, si? Ella también tiene asuntos que hacer y tenemos que darle un poco de libertad...

-Lo se, pero no es ella. Son ellos

German se irguió de nuevo, interesándole aun mas la conversación. Violetta por su parte contuvo la risa. " De tal palo tal astilla" pensó divertida ante la situación. No quería ni pensar como seria cuando el rubio cumpliera dieciocho, serian como: Celosman y su secuaz celosito. Sin poder evitarlo rio por lo bajo mientras mantenía la vista baja.

-Quienes?-pregunto German omitiendo las risas de su hija.

-El rubio y el otro... como se llamaba?

-Ah ya se!-contesto German chasqueando los dedos mientras intentaba recordar- es un tal... paolo...

-Pablo-dijo Violetta con monotonía, que acaso nunca se le iba a quedar el nombre?

-El!-exclamo Thiago- papa tenes que cuidar a mama, he visto como la persigue y hoy se fue con ella dos veces!

El peque;o levanto dos dedos y los puso enfrente del rostro de su padre, como recalcando la cantidad de veces que había visto a su madre con el pelinegro. Violetta bostezo empezando a sentir sue;o, había pasado todo el dia dando clases y lo único que quería era dormir. Todo esto era un asunto de ni;os, sabia que su hermano estaba celoso de pablo y...tiempo ; quien era el otro?

-Esperen hay algo que no entiendo - interrumpio Violetta- de que rubio estamos hablando?

German giro su cabeza hacia su hija y luego hacia su hijo, se le había pasado eso por alto, quien era el otro hombre del cual Thiago hablaba?

-Es tu amigo papa-contesto el peque;o- Matias.

German fruncio el se;o y observo a su hijo fijamente por unos segundos. Después de un rato sonrio y levanto a su hijo hasta sentarlo en sus piernas. El peque;o se acurruco contra el pecho de su padre, esperando a que lo comprendiera.

Lo que nos mantiene unidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora