Lo que nos mantiene unidos

Esos ojos grises

-Hola!-saludo la mujer, con hipocresía mientras su hermano hacia un ademán de saludo.

-Que hacen aca?-pregunto German dejando a la curiosidad salir.

Los hermanos guardaron silencio y se vieron el uno al otro sin saber que excusa decir.

-Eh... venimos a visitar a la mama de la tia de una amiga-contesto Matias se;alando la casa enfrente a la de German.

-Si. Eso-contesto Jade fríamente mientras veía a la casta;a aferrada al cuerpo de German.

Dentro de la mujer habían deseos de aniquilar a la casta;a. la mujer le había arrebatado todo en la vida. El dinero, su dignidad y el amor de su vida que ahora se encontraba con ella de nuevo. No entendia que había pasado entre ellos, según lo ultimo que Esmeralda les había dicho Angie se había ido sin querer nada sobre German de nuevo. La torturaba la idea de verlos felices cuando no debían serlo.

Por su parte la casta;a tenia la mirada clavada en el suelo. No sabia como había terminado lo de German y Jade y tampoco quería enterarse. Seguro German le había dicho que no la amaba y eso la hacia culpable a ella por arrebatarle al amor de su vida, aunque fuera sin querer. Angie podía sentir la pesada mirada de Jade sobre ella y eso la obligaba a evadir sus ojos. No estaba en condiciones para contestar, de hecho ni siquiera sabia que había hecho mal. En ese momento German presióno su cuerpo contra el de el, dándole seguridad. Esto hizo que Angie soltara un suspiro de nerviosismo que los hermanos notaron a la perfeccion.

-No sabia que tuvieran familiares que vivieran cerca -comento German mientras estiraba una mano hasta posarla por encima de la mano que Angie tenia apoyada en el pecho de el.

-Se mudo recientemente-contesto Matias observando el movimiento de German, sin pasarlo de desapercibido.

German asintió como entendiendo sin saber como continuar la conversación. Angie por su parte sentía el corazon palpitar salvajemente mientras German acariciaba su mano. Si lo que intentaba era calmarla, no lo estaba logrando. Con timidez la casta;a se atrevio a levantar la mirada y sin esperárselo se encontró con unos ojos grises que la observaban con atención. Angie sintio como el corazon le daba un vuelco al sentir la mirada de Matias sobre ella. El sonrio levemente contagiándola de inmediato. De lejos no lo había notado pero el rubio estaba mucho mas atractivo que la ultima vez que lo había visto. Su cabello rubio ahora estaba mas largo hasta llegar un un poco mas debajo de sus orejas, este estaba peinado hacia atrás perfectamente arreglado. Lo que mas le llamo la atención fue el bigote y la barba que ahora lucia, estos le daban un look mas maduro al rubio.

-y como ha sido su vida estos últimos a;os?-pregunto Matias sin quitarle la mirada de encima a Angie- que han hecho?

El rubio había formulado la pregunta el plural pero por alguna razón Angie no pudo evitar pensar que iba directamente para ella.

-Negocios, como siempre-comento el pelinegro con una sonrisa simpática- ya sabes no hago mucho mas que eso.

Todos rieron desganados ante el comentario a excepción de Angie que parecia hipnotizada por Matias. No sabia que era pero algo le llamaba la atención en Matias. "Esos ojos grises" pensó de repente dejándose llevar por el hermoso tono del iris en los ojos del rubio. De repente German volvió a apretar su cintura y fue como volver de zarpazo a la realidad. Su corazon volvió a latir rápidamente y sin saber porque se apego a el con fuerza.

-Veo que te lastimaste-comento Jade viendo la pierna de la casta;a-es una lastima, no?

Eso ultimo lo dijo con un desden de malicia. Angie sonrio burlonamente. Sabia que Jade aun la odiaba, lo notaba. Pero estando junto a German se sentía casi invulnerable, como poderosa e invencible.