De lo que estoy seguro.

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-¿Te ha gustado el parque hasta ahora?-pregunto Angelica mientras Thiago la seguía de cerca.

-Si-contesto el con simpleza-tenia uno muy parecido cerca de casa, en España.

-Bueno, tengo que pedirle un favorcito al señor de la tienda pero tardare un rato ¿me queres esperar o vas conmigo?

-Eh... me quedo aca.

-¿Me prometes que no te vas a mover?

-Si

-Esta bien-contesto Angelica sonriendo -no te vayas a mover.

Thiago asintió con la cabeza y vio a su abuela alejarse. Los primeros minutos le hizo caso y se quedo sentado en una banca, esperándola. "No creo que pase nada si me muevo un poco" pensó después de un rato. Viendo que su abuela no lo estuviera vigilando empezó a caminar por el parque. Habían muchos niños corriendo, todos con sus padres. Esto de cierta manera lo hacia sentirse mal, ni siquiera tenia idea de quien era su padre. Absorto en sus pensamientos en pequeño siguió caminando cuando de repente vio que alguien había botado la billetera. Con cuidado la recogió y la abrió.

-Vio...violettta...Castillo-leyo con un poco de dificultad.

El rubio subió la mirada y la busco cuando de pronto la encontró pero ya estaba muy lejos. Rapidamente empezó a correr detrás de la chica y justo cuando iba a tocar su espalda se tropezó.

-Auch!-grito en señal de dolor.

La chica se giro inmediatamente y se encontró con Thiago, en el suelo. La chica no iba sola, un joven la acompañaba, este era alto y el pelo lo tenia como jopo.

-¿Estas bien?-le pregunto inmediatamente agachándose a su lado -Dejame ver.

Thiago se quejo cuando la chica doblo su pantalón y reviso su rodilla, esta tenia un leve raspon, pero estaba sangrando.

-Tienes que tener mas cuidado, amiguito - le aconsejo Leon ayudándolo a levantarse.

-Creo que tengo algo aca para curarte-continuo Violetta mientras buscaba algo en su cartera-pero... donde esta mi...

-Billetera?-completo el pequeño-aca esta la dejaste en el suelo, la encontré y te la quería devolver.

Violetta tomo la billetera y le sonrio al pequeño.

-Gracias...

-Thiago.

-Yo me llamo Violetta.

-Lo se, lo decía tu tarjeta.

Leon sonrio. El chico le parecía simpatico. Con fuerza lo cargo en sus brazos y lo llevo hasta una banqueta en donde Violetta podría curarlo.

-y ¿Dónde esta tu mama?-le pregunto Leon, viendo a su novia curando al pequeño.

-En casa-contesto Thiago haciando muecas al sentir como Vilu limpiaba la herida-vine... con... mi abuela.

-¿Dónde esta?

-Cerca de aca en... unos almace... auch!

-Perdon-se disculpo Violetta-pero no seas lloron, tenes que ser valiente.

Thiago sonrio mientras Leon reia.

-Bueno, ya esta-dijo Vilu terminando y bajando el pantalón hasta el tobillo-¿no esta tu papa por aca?

La cara del pequeño se entristeció y bajo la mirada. Violetta se enterneció y acaricio el cabello del pequeño. No se había dado cuenta de lo hermoso que era su rostro hasta ahora. Sus ojos eran verdes, su tez clara y su cabello rubio. Sus gestos era adorables.

-¿Qué pasa?-pregunto Leon viéndolo triste.

-Bueno... no se donde esta mi papa.

-Te ayudamos a buscarlo-sugirio Vilu poniéndose de pie.

-No, no es eso. Es que... no lo conozco. Nunca lo he visto.

Leon y Vilu se miraron, incomodos. Vilu se acerco al pequeño y lo abrazo mientras Leon acariciaba su pequeña espalda.

-Yo te entiendo, Thiago-dijo Violetta-yo tampoco recuerdo mucho a mi mama. Pero se que siempre va a estar en mi corazón y ella vive en mi.

-¿Vos decis que mi papa esta conmigo?

-Siempre-afirmo Leon.

El pequeño sonrio y se puso de pie, para ver a los dos chicos de frente.

-Gracias-dijo con una sonrisa simpatica que te hacia sonreir.

De repente alguien grito: Thiago! Thiago ¿donde estas? El pequeño puso cara de Angustiado y con un movimiento rápido escala la banqueta y le dio un beso en la mejilla a Violetta. Luego se dio la vuelta y le ofreció la mano a Leon.

-Mucho gusto-dijo agitando la mano de Leon.

-Igualmente señorito-contesto Leon, dándole gracia el gesto tan maduro.

Rápidamente el pequeño corrió y desapareció por el camino. Leon y Violetta rieron. De repente ella se quedo pensativa.

-¿Qué pasa?-pregunto Leon rodeándola con un brazo.

Violetta suspiro.

-No se. Cuando veo a nenes pequeños, me dan ganas de tener un hermanito.

-Pues no podras tener un hermanito pero por ahí... no se.. un hijo.

-¡Leon!-exclamo Violetta quitándole el brazo que la rodeaba-Ni digas eso enfrente de papa que no llegamos ni despedida de solteros.

Leon rio y se levanto de la banqueta, ofreciéndole la mano a su novia. Violetta la tomo y caminaron juntos.

-Ya se que es demasiado pronto-interrumpio Leon-pero de lo que estoy seguro es de que quiero permanecer el resto de mi vida a tu lado. Con o sin hijos.

Violetta sonrio y se acerco a su novio.

-Yo también estoy segura de eso.

Ambos sonrieron y se acercaron hasta que la distancia que se hizo nula y se besaron tiernamente.

Lo que nos mantiene unidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora