Lo que nos mantiene unidos

No puedo seguir asi

-Hola!-saludo Thiago viendo salir a su hermana del cuarto de Angie.

-Hola-contesto ella con el animo por los suelos.

La joven tomo a su hermano por la cabezita y lo acerco hacia ella para abrazarlo. El peque;o refundio su rostro en el estomago de su hermana pues a su edad, hasta allí le permitia llegar su altura.

-Puedo entrar?-le pregunto el separándose de Violetta.

-Ahora está hablando con Papa, talvez un poco mas tarde.

El peque;o asintió con la cabeza, algo triste. A veces le caia en el hígado que todo el mundo tuviera derecho a ver a Angie menos el. Siempre era el ultimo en enterarse de las cosas y el primero al cual se le negaba a entrada para ver a su madre.

-Esta bien.

-Tenes hambre? Queres que vayamos por algo a la cafetería? - ofrecio Violetta intentando contentarlo un poco, y tal vez a ella también la distraería un poco comer algo.

-Bueno-contesto Thiago alzándose de hombros, no muy emocionado.

Violetta tomo la mano de su hermanito y caminaron hasta la cafetería del hospital. Esa era la ventaja de los hospitales privados, la comida y el servicio era esplendido. Podria cenar ahí de ser necesario quedarse para estar con Angie, la vez que su tia habia chocado contra el taxi habia desayunado unos ricos waffles, los mejores que hubiera probado en su vida.

-Tal vez pida waffles- informo ella empujando la puerta de la cafetería que estaba abierta las veinticuatro horas.

-Son las cuatro de la ma;ana- informo el rubio mientras se frotaba los ojos, empezando a dormirse- no creo que hayan waffles a esta hora.

-Veremos.

Debido a la hora no habia nada de fila en la cafetería y eso causo una sonrisa en Violetta. Se estaba muriendo del hambre y no se habia dado cuenta hasta que su nivel de preocupación y adrenalina por la situación de Angie decendio. Al ver la fila vacia se tomo su tiempo para llegar, Thiago caminaba medio sonanbulo con su pijama de Capitan America, color azul. Todo habia sucedido tan rápido que Violetta habia tenido que sacar a Thiago de la cama, con pijama y medio dormido. Cuando llegaron al lugar en donde se ordenaba Violetta ordeno sus waffles y no se pudo sentir mas feliz al saber que si habían, Thiago por su lado habia ordenado una taza de chocolate caliente y una galleta con chispas de chocolate, mas grande que la cara del peque;o.

-Estas seguro que te terminas eso?-le pregunto Violetta viéndolo abrir el paquete con la galleta, con increíble esfuerzo.

-Sipi-contesto, teniendo éxito en sacar la galleta.

-No se si deberia darte tanto dulce para la cena y menos si te vas a dormir pronto.

-Efta ben- contesto el peque;o con la boca llena mientras devorada su galleta, no habia comido hace cuatro horas y si no lo hacia caería dormido; lo que empeoraría su nivel de hambre al despertar.

Violetta rio al verlo comer con tanta deseperacion y prosiguió a comerse sus waffles. No supo si era porque habían mejorado la receta o porque estaba muriéndose del habmbre y los nervios; pero la comida estaba mucho mas deliciosa que la ultima vez. Por su mente rondaban miles de pensamientos, relacionados al bienestar de su tia, a Tomas y a Leon.

De pronto recordó su ultimo encuentro con Tomas, tan vivido que se perdió en su fantasia por unos segundos.

Flashback:

-como que te vas?- le pregunte la ojicasta;a con el se;o fruncido- pero de que estas hablando?

-Hablo de lo que debi hacer hace mucho tiempo. Alejarme para siempre de ti.