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Las clases del jueves me pasan por la nubes.

Soy una especie de zombie mirando a la nada, con los ojos rojos y bolsas debajo de ellos. No es que se note mucho, tampoco es que alguien se de cuenta, el problema es como me siento.

Anoche estaba en otro mundo, probablemente me embriagué más de la cuenta pero nada justifica el haberme comportado con Alicia de la manera en que lo hice. Apenas terminé de besarla cuando me despedí de ella y me fui.

Regresé a casa en un taxi, eran la una y media de la mañana. Entré a mi casa cual ladrón cauteloso y silencioso, nervioso por mis padres y culpable por lo del beso. Una vez en mi cama dormí pero no descansé, fue imposible.

Salgo a receso en compañía de Shirley y Sebastian. Ellos desayunan tranquilamente, a mi no me apetece nada que tenga que ver con comida. Solo los veo comer y trato de participar en su conversación con monosílabos. Estoy recostado en la mesa con una mejilla aplastada contra la superficie.

-Sebastian, deja de tocar mi rodilla- dice Shirley seriamente son dejar de comer de su ensalada.

Compruebo la situación asomándome perezosamente por debajo de la mesa donde él tiene una mano extendida y posesiva encima de la rodilla de ella.

-Lo siento, no era mi intención molestarte cariño- él le sonríe de forma cariñosa y quita su mano para después rodearla con su brazo.

Shirley resopla y le da un codazo, como si eso pudiera mover tan siquiera un poco del gran cuerpo de Sebastian. Él es enorme.

Cierro mis ojos durante un par de segundos y creo que puedo quedarme dormido en plena cafetería, no seria nada complicado.

-Divertida la fiesta de anoche ¿eh?-oigo bromear a Sebastian.

Suelto un bufido.

-Terrible idea entre semana- le contesto sin abrir los ojos- ¿A quién se le ocurre?

-Alicia- dicen los dos al mismo tiempo y reímos.

-Ella puede esconder las ojeras con su maquillaje- explica Shirley- Además tiene energía y buena actitud. No como tú, querido- me da unas palmaditas en la espalda, bastante pesadas para ser de una chica.

Miro a Shirley y dudo un momento si preguntar o no si conoce a Desireé, después de todo conoce Alicia. Me arrepiento, no quiero ser entrometido, ya es suficiente con acosar a la chica en facebook.
No voy a preguntar por ella, tampoco a Alicia. Yo quiero conocer por mi mismo a la chica tenebrosa.

Miro a mi alrededor buscando mechones azules de cabello pero no, imposible, Desireé estudia en el turno vespertino.

Casi me saltan los ojos de la cara cuando me topo con el fino y pequeño cuerpo de la chica soñadora. Carim.

Cruzamos miradas por un segundo y ella se sonroja, después sigue hablando con un par de chicas que están a su lado. Se balancea sobre sus piernas y parpadea muchas veces. Ella es adorable. Luce hermosa con su brillante y largo cabello cayendo por su espalda.

Siento vergüenza de mi aspecto, seguramente estoy despeinado y parece que acabo de despertar. Bueno, no importa, este es mi look natural.

-Miren miren. Ahí viene la abejita reina- oigo decir a Sebastian.

Shirley ríe cubriéndose los labios y reprobándolo con la mirada.

Él señala a Alicia que acaba de llegar a la cafetería con su grupo de amigos, entre ellos Erick.

-¿Por qué abejita reina?- pregunto entrecerrando los ojos divertido.

-No lo sé- dice Sebastian y comienza a reír descontroladamente.

Volteo a ver Shirley buscando una respuesta. Ella encoge los hombros y hace una mueca de desagrado mientras mira al chico retorciéndose.

-Verás, ella suele ser muy mandona y quiere participar en todo- Shirley hace un gesto con las manos resaltando la palabra todo- Entonces algunas personas comenzaron a llamarla así porque además ella... es tierna y frágil pero te puede lastimar.

-Shirley por favor. Lo dicen para molestarla-le refuta Sebastian.

-Ok ok, pero tiene que haber una explicación ¿no crees?

Ellos se ponen a discutir sobre el ridículo apodo de Alicia y yo volteo para seguir mirando a Carim. Me sorprende descubrir que ella me estaba mirando en ese momento, está más nerviosa e inquieta.

De pronto se aleja de sus amigas y se dirige hacia uno de los negocios, yo la sigo con la mirada. Voltea hacia mi y finjo estar distraído. Cuando creo que ya está mirando hacia otra parte vuelvo la vista hacia ella y la veo chocar con un plato de comida.

Oh no.

-¡Perdón, perdón, perdón!

Carim y Alicia han chocado y volcado el plato de comida de la segunda por accidente, ahora las dos tienen la blusa blanca del uniforme manchada de grasa y aderezo.

-Oh, estupendo- Dice Sebastian.

Todos en el lugar miran la dramática escena.

-Perdoname por favor. No te vi, te lo juro- repite Alicia una y otra vez mientras seca la mancha de comida de Carim con servilletas y un pañuelo.

-No, está bien, está bien- le contesta Carim tomando el pañuelo y limpiándose ella misma.

Es la primera vez que escucho su voz en vivo, es tan dulce. Ahora si estoy seguro que es la misma chica soñadora de la radio. Esa voz es inconfundible para mí.

-Ven, vamos a los baños-Alicia toma a Carim de la mano y se alejan las dos- Perdón otra vez...- se escucha a lo lejos.

En ese momento suena el timbre para volver a clases.

-El gran suceso del día.

-Cierra la boca Sebastian- dice Shirley.

-Mejor besame- le contesta él.

Ella le tapa la boca con su mano.

La clase después de receso es impartida en el laboratorio en la primera planta de mi edificio, soy el ultimo en ir allá porque no tengo ganas de caminar rápido, voy lentamente perdiendo el tiempo.

Voy por el pasillo principal buscando el laboratorio con la vista cuando veo salir del baño a las dos chicas de hace un rato, Alicia y Carim.

Ambas están riendo y parecen llevarse bien, no sabría adivinar si es que se conocen de antes aunque no lo creo. Sigo caminando hacia su dirección y ellas se dan cuenta de mi presencia al mismo tiempo.

A Carim se le iluminan los ojos aun más y me sonríe, yo ya estoy sonriendo desde que la vi salir del baño. Y Alicia por su parte me mira entornando los ojos de esa manera que me pone nervioso.

Cuando estamos apunto de cruzarnos, ella se acerca hacia a mi y me besa en la comisura de los labios lentamente.

-Hola guapo- me susurra en el oído.

Solo puedo alcanzar a ver a Carim bajar la mirada avergonzada. No es posible.

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Chicas Lindas (y no tan lindas).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora