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Pude ver algo romperse en ese par de ojos color miel de Carim. Su boca en una fina línea parecía querer decir mil cosas en ese momento pero no lo hizo, ella se dio la vuelta y se fue como si nada.

Detrás la esperaba de nuevo la chica del fleco y cabello sexy. Ella era un poco más alta que Carim pero igual de voluptuosa, no pude evitar mirar ese cuerpo tan lindo. Y tampoco pude evitar darme cuenta de la mirada tan fría y odiosa que me lanzó antes de abrazar a la rubia e irse juntas. Carim tiene una amiga que la defiende.

Después de eso mi día fue un asco. No, ni siquiera eso porque no le tome la más mínima importancia.

Ahora estoy tirado en el sofá de la oficina de mi madre mirando a la nada, golpeando nerviosamente mis pies contra el suelo y tronandome los dedos de las manos. No sé si quiero golpear a alguien, no sé si quiero salir corriendo, no sé si estoy furioso o deprimido, no sé nada.

-Quita ese puchero amor, tendrás arrugas en el rostro antes de los treinta.

Volteo a ver a mi madre. Sentada en su escritorio, con los lentes puestos y con una pluma entre sus dientes, escribe frenéticamente en el teclado de la computadora sin dejar de ver la pantalla. Parece entretenida y muy concentrada en lo que sea que esté haciendo, ella disfruta del estrés que su trabajo le proporciona, mi madre ama estar ocupada en algo.

Creo que de manera inconsciente yo también amo estar así por una chica. Confundido, preocupado, enojado y todas esas patrañas porque de otra forma no fuera interesante, de otra forma no estaría tan pendiente de Carim. Así que de podría decir que me gusta la mala vida.

Oigo a mi mamá carcajearse. La miro de nuevo y me doy cuenta que se está riendo de mi, entre cierro mis ojos para parecerle indignado pero solo causo más gracia al momento.

Esa noche escucho el programa de Carim de principio a fin, y la siguiente noche también, y la siguiente, y la siguiente, y las que siguen después de esas. En los tres meses que transcurren en el mismo proceso hago lo que estaba predestinado, adaptarme en su totalidad a la preparatoria "M".

Las novedades se vuelven rutina y lo que un día me sorprendió ya es parte de mi vida común y corriente.

José y yo nos hemos puesto a trabajar los fines de semana en en taller mecánico, la paga es buena y pasamos mucho tiempo juntos. Hemos aprendido bastante acerca de autos y también hemos conducido los más fantásticos y lujosos de la ciudad, no importa si han sido  unos cuantos metros.

Mis calificaciones son bastante buenas pues me eh mantenido a la par de mis otros dos mejores amigos, Shirley y Sebastian. Son mucho más competitivos e inteligentes de lo que jamás hubiera pensado, unos genios muy parecidos y a la vez distintos que congenian entre sí maravillosamente, solo si él se guarda sus insinuaciones para sí mismo. Me ha tocado ser la salvación de la chica en más de una ocasión ya que soy el tercero en discordia por si no se nota.

Carim se ha vuelto mi completa obsesión desde entonces. Me mantengo al tanto de donde está, con quien, que hace o que dice, tanto en la escuela como en su programa de radio. Ella es mi crush. La miro desde lejos, cruzamos miradas, trato de no ser obvio pero trato de estar donde ella está, pasar cerca o cruzarnos en el camino, trato de verme guapo y ser cool para que ella me note, para gustarle. Porque ya no sé si le gusto, estoy perdido y desesperado en cuanto a esa cuestión.

La eh descubierto mirándome  y sonrojarse después en varias ocasiones, en la radio ella dice que está enamorada de alguien, puedo notar que la pongo nerviosa cuando me acerco un poco y hasta aveces escucho temblar su voz, pero otras veces ella me ignora por completo, se aleja de mi y me evita por completo, cuando cruzamos miradas y uno le sonrío ella cambia su semblante a uno frío e insensible que me confunde y me preocupa.

Hay otras dos cosas, o personas, que no me ayudan en lo más mínimo. En primer lugar está su amiga Marcela, también la eh investigado y observado bien, al parecer me odia y lo más seguro es que ella hable mal de mi con Carim, lo que menos necesito es una mala influencia en mi chica y mucho menos una parecida a una sicaria esperando por asesinarme.

En segundo lugar se encuentra Alicia, ya que el azar, el destino, o las crueles coincidencias nos han puesto en condiciones demasiado comprometedoras frente a los ojos de Carim, y a eso sumarle las afectivas muestras de cariño de que la castaña tiene hacia mi. Sigo evitándola y alejándola lo más que puedo, pero Alicia no parece captar las indirectas, no desiste.

Desireé le ha dado un poco de sabor a mi vida últimamente. Busco la manera de encontrarmela todos los días para al menos saludarla y ver como está, nos hemos escapado de las clases un rato ella y un rato yo para ir a alguna parte. El tiempo con ella pasa bastante rápido y lleno de adrenalina y diversión, mientras más la conosco más me doy cuenta de que no es tan rara como parece y que solo es más libre, más natural y sin límites.

Estando con ella me siento joven y capaz de hacer cualquier tontería que se me de la gana, me pregunto a quien le importa y a quien le debo algo, la respuesta siempre soy yo mismo. Desireé me reta y me pone a prueba.

Faltan 3 días para que comience el mes de Diciembre y veinte días para que comiencen las vacaciones de invierno y fiestas navideñas. Casi de acaba un año más, no puedo evitar ponerme melancólico.

Han pasado tantas cosas y no importan porque yo solo quiero a Carim.

Las cosas cambian un poco no? Comenta*-*

Chicas Lindas (y no tan lindas).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora