18

118 7 0
                                    

¿Amor? ¿Ella me ama?

Durante toda la noche y toda la mañana del día siguiente no paro de pensar en ella y en sus palabras. Ella es Carim, ella es la chica de la radio, ella es la chica que eh salvado en las escaleras y ella es la misma que me ha estado mirando desde el primer día de clases.

Me gusta definitivamente pero al parecer ella siente algo más por mi. Ha dicho que un chico cuya apariencia y circunstancias obvias a las mías es especial para ella y al aparecer yo eh roto con su modelo de hombre ideal.
Creo que debería sentirme abrumado, este es justo el momento donde cualquiera siente desagrado y abandona el flirteo, pero no estamos flirteando y estoy en verdad interesado.

Desde que abro mis ojos por la mañana entablo conmigo mismo conversiones posibles para conocer a Carim una y otra vez, agravando y agudizando mi voz interna me doy cuenta de que jamás nada podrá suplantar su voz de ángel. Es tan perfecta.

Desde que pongo un pie en la escuela una hora después, parece que mis ojos se quieren salir de mi cara e ir en busca de aquel largo y rubio cabello.
No entro a mi salón todavía y me quedo merodeando por los pasillos y jardines un rato deseando encontrarla pero dan el timbre del comienzo de las clases, camino decepcionado. Y a la vez aliviado, el hecho de hablar cara a cara con ella me parece intimidante, juro haber sudado en frío al ver una chica parecida acercarse a mi.

Eso estuvo cerca.

La presentación de la tarea en equipo y nuestra maqueta es todo un éxito. Haciendo un lado la admiración que tienen los maestros por Shirley y Sebastian, nuestro trabajo es el mejor por mucho. Me siento orgulloso de participar con la gente correcta. Porque no soy un cerebro ni bueno con las palabras, funciono bien cuando me rodeo de buenos ejemplos. Más que ser influenciable necesito quien me oriente y más que ser dependiente me gusta trabajar en conjunto.

Y otra vez, desde que salgo del salón a la hora de receso pongo en alerta todos mis sentidos para encontrar a Carim. Miro hacia todas partes pero no veo nada importante que llame mi atención a excepción de un par de faldas extremadamente cortas. ¡Que piernas!

Los chicos compran su desayuno y yo solo compro un refresco para después irnos a sentar. Frente a ellos los ignoro y sigo buscando. ¿Dónde estás linda? ¿dónde estás?

-¿A quién buscas hombre?

Escucho un ruido, creo que está dirigido a mi y es Sebastian.

-¿Eh? Lo siento, ¿decías algo?- me disculpo. Debo de estar muy distraído para comparar lo que él ha dicho con el zumbido de una mosca.

-Estás como bobo. ¿Qué pasa?- pregunta amable Shirley con una tierna voz.

-Es obvio cariño. Él está lamiendo el suelo por una chica- contesta por mi Sebastian.

Shirley voltea a verme con las cejas alzadas cuestionándome con impresión en su mirada. Yo niego solamente.

Porque no estoy así por Carim. Ella me gusta pero no estoy idiotizado de esa forma, no. Aunque....¡no!, no lo estoy.

Los miro por un segundo antes de preguntarles algo sobre nuestra siguiente clase y veo que miran y sonríen a algo que está por encima de mi cabeza, como saludando a alguien. Shirley educada y Sebastian hipócritamente hasta e hueso.

No tengo tiempo de girarme para ver quien es porque ese mismo alguien cae sentado en mis piernas. Me sobresalto y ella ríe. Es la bella Alicia.

Mis amigos sentados al frente nos miran divertidos y pícaros, este sería un buen momento para sonrojarse.

La chica está demasiado cerca (y encima) de mí, el aroma de su cabello y de su ropa está muy presente alrededor de mi cara. Tengo mis manos en alto para no tocar más de lo debido y trato de no moverme, aguanto la respiración para no causar algún roce incomodo. Cielos, no sé porque hizo eso ni cuando piensa moverse, son tres segundos y me parecen horas.
Si José viera esto.

-¿Hola?-pronuncio confundido con una sonrisa tímida.

Ella sonríe y su rostro se ilumina llenándose de arrugas a los costados de sus brillantes ojos y un par de hoyuelos en sus mejillas.

-¡Perdón _____(tn)!-dice fuerte tomándome de los hombros para bajarse de mi y sentarse después a mi lado-Me caí, disculpame. Es que venía muy emocionada-y comienza a reír tontamente.

Ella sacude y peina su cabello rojizo antes de voltearse hacia los chicos y saludarlos con gran efusividad. No para de sonreír, carcajearse y mover sus manos, como si quisiera presumir su nuevo color de esmalte. Me doy cuenta de que se gira hacia mi y pega sus rodillas a mis piernas causando un contacto constante entre nosotros.

Me remuevo y me alejo de ella pero me giro un poco para verla de frente y tratar de no verme grosero o molesto. Justo como lo estoy en este momento.

Los tres pasan unos minutos hablando sobre un chisme de una chica de segundo año que ha rondado por toda la escuela durante la mañana, no pongo mucha atención y finjo escucharlos asintiendo de vez en cuando y mirándolos hablar tan concentrados. Alicia me lanza miraditas coquetas cada cinco segundos y no estoy seguro de mi expresión cada vez que lo hace. Ella es bastante insistente.

No puedo evitar mirar alrededor de la escuela buscando un rostro conocido, el de Carim.

-¿Verdad que si _____(tn)?-oigo decir a Alicia.

-¿Eh?- la miro-Lo siento, no te escuché.

-No importa-me sonríe-Shirley decía que...

Su voz queda interrumpida por el timbre del fin de receso. Hora de volver.

-Vámonos de una vez, que llegamos tarde par de tórtolos- dice Sebastian tomando a Shirley por el codo para ayudarla a ponerse de pie.

Ella sacude el brazo.

-Mira quien lo dice- le contesta Alicia con sarcasmo.

Vamos caminando hacia nuestro edificio cuando la castaña se acerca a mi y me abraza por la cintura recargando su cabeza en mi hombro. Es extraño pero no la quito, increíblemente y todo lo contrario a lo que yo esperaba podemos caminar bien juntos.

Nunca lo había hecho así que me emociono por la perfección de nuestro abrazo y la rodeo también por un hombro. Ella de recarga en mi y yo en ella, vamos caminando lento y en silencio, es reconfortante pero a la vez gracioso. Detrás de nosotros puedo escuchar discutir al par sobre las muestras excesivas de cariño por parte de Sebastian, Shirley se siente acosada y él ofendido por su rechazo "repentino".

-Ya sueltame, carajo.

-Por favor hermosa, no me separes de tu cuerpo-dice dramáticamente Sebastian.

Alicia y yo reímos por lo bajo. Bajo la mirada hacia ella al mismo tiempo que ella voltea a verme a mi sin soltarnos, ella es la primera en sonreír como siempre. Sus pequeños ojos son muy lindos así.

-Me agradas _____(tn).

-Y tu a mi- contesto convenciéndome de que es la verdad.

¿Por qué me caería mal una chica tan linda y amable conmigo? Silencio todo pensamiento interno que diga lo contrario, al menos por ahora.

Levanto la vista al frente y veo a quien más quería ver pero quien menos debería verme ahora. Carim.

Carim sufre con rayito por culpa de Alicia;-; Está para llorar


Chicas Lindas (y no tan lindas).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora