-¿Te comió la lengua el ratón princesita?- dice Desireé.
De acuerdo, eso fue bastante bajo. "Princesita" era mi apodo en el jardín de niños, todos me llamaban así porque mi madre me sobreprotegía mucho,yo era notablemente más educado y nunca jugaba ni me ensuciaba como lo hacían los demás.
Entre cierro mis ojos tratando de reconocer el rostro de Desireé, pero sólo me encuentro con su tenebrosa fachada y recuerdo que aquellos niños tenían otro tipo de maldad, más infantil sopongo.
Estoy mudo. Estuve rogándole por facebook la semana pasada por una oportunidad para hablar y hoy que la tengo enfrente no puedo, no sé que decir.
Ella me mira desde abajo expectante con una de sus cejas arqueadas, se ve retadora y próxima a usar en mi contra cada palabra que yo esté dispuesto a pronunciar.
-Suficiente-exhala- Estoy aquí, leyendo, escuchando mi **** canción favorita, estoy bien, estoy relajada, ¡Estoy feliz! Una vez en la vida quise estar sola, quise venir a la playa para estar realmente sola haciendo lo mio sin que ninguna infame y vil persona me moleste pero nooo. No puedo porque siempre alguien tiene que llegar y arruinarlo- dice rápidamente mientras me mira con desprecio y se levanta de la arena para recoger sus cosas-¡Lo sabía! Lo pensé, me lo dije a mi misma pero no me hice caso para variar. Te lo dije Desireé. Y tenias que ser tu, de todos los idiotas, groseros y maleducados del mundo tu tenías que venir a interrumpirme ¿verdad? Por eso no tengo amigos, para que no se metan con mi vida. Por eso no le digo a nadie donde estoy, para que me dejen en paz. Llevo tres malditas semanas intentando terminar este libro ****** de *****- me lo pone en la cara casi estrellandomelo, lo retira, lo guarda y comienza a caminar- Y no puedo, ¡no me dejan! En mi casa, tengo deberes; en los escuela, tengo tarea; en el trabajo, tengo trabajo; en la calle, no puedo porque me caigo y en el camión tampoco porque me manosean.
Voy caminando tras ella tratando de alcanzarla. Me sorprende todo lo que dice tan rápidamente con esa vocesita tan delicada y cortante a la vez.
-Es domingo, estoy en un lugar casi desierto, son las 7 y media de la mañana- dice comprobando la hora en su teléfono- Debe ser el karma, algo malo hice pero no todavía no sé que es, porque tienes que saber que yo hago muchas cosas malas princesita. Soy bastante peligrosa- me voltea ver directo a los ojos.
Ella mide aproximadamente 1.50 lo que me deja mucho más alto que ella, y me parece tan pequeña que me da ternura. Una extraña mezcla de ternura y temor.
-Lo pareces, un poco- le contesto.
-¿Un poco? Yo, ¿un poco peligrosa? Es porque no me conoces niño, es mejor que me temas- me amanaza mientras cruzamos la calle que divide a la playa del resto de la ciudad- A propósito, ¿por qué me estás siguiendo?- pregunta cuando ya estamos del otro lado de la calle.
Trago saliva.
-Bueno yo, te encontré hace un rato y pensé que podríamos hablar un rato y...
-Pues solo lo pensaste lindura. Yo no tengo que ganas de hablar con nadie, mucho menos contigo- suelta secamente.
-Pero hace un rato lo estabas haciendo.
-¿Yo? ¿hablando contigo?- dice con sarcasmo y riéndose gustosamente- Te equivocas, yo estaba hablando conmigo misma nada más. Tú eres el entrometido que ha escuchado todo.
-Desireé no entiendo por qué no quieres hablar conmigo. Me disculpé por lo que pasó el otro día, traté de hablarte y solo quiero ser amable contigo- le digo pero ella me ignora.
En nuestra caminata, ya dejamos atrás la playa, la heladería y los otros negocios de la zona. Nos estamos acercando al leve pero mayor tráfico y puedo divisar una parada de autobuses. Genial, eso significa que solo tengo unos pocos minutos.
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Chicas Lindas (y no tan lindas).
RomanceEl mundo está lleno de mujeres. Simple y sencillamente, todo gira alrededor de ellas. Siendo un chico normal de 17 años con las hormonas revueltas y la mente despistada, _____(tn) pasa por la vida haciendo de todo m...