-Ah _____(tn), casi lo olvido, Erick te está buscando. Se le nota en la cara lo mucho que se divirtieron tú y él anoche- me dice pícaramente Sebastian mirándome con su característica sonrisa maldita. Entorno los ojos hacia él tratando de detenerlo.
Él, Carim, Shirley y yo estamos reunidos bajo la sombra de un árbol durante los últimos minutos que tenemos de receso. Son pocos los momentos en que estamos tranquilos los cuatro y puedo hacer ambas cosas, disfrutar a mi novia y pasar tiempo con mis amigos de la preparatoria. Gracias por arruinarlo Sebastian.
-¿Dónde fue la fiesta?- y gracias por arruinarlo un poco más.
-¿Fuiste a una fiesta anoche?- me pregunta Carim ésta vez. Oh no.
Rápidamente me iergo y la miro temeroso de que lo tome a mal, Sebastian puede hacer parecer algo malo el que yo haya salido con un chico. Si, bebimos y el chico mucho más, pero no nos drogamos ni asesinamos a alguien. Mucho menos la engañé, no me acerqué a ninguna chica.
-No fue una fiesta. Fuimos a un club- les aclaro a los tres, pero mirándola a ella directo a los ojos mientras levanto mis manos.
-Oh, ¿en serio?¿a cuál club fueron _____(tn)?-pregunta el alto chico pelinegro con sizaña, sarcasmo y diversión. Estoy seguro.
No puedo creer que esté haciendo esto. Lo miro con los dientes rechinando del coraje que siento en este momento. Me pregunto el porqué a mi amigo le gusta ver los problemas y participar para que estos empeoren. Si Carim no pregunta, independientemente de que le interese o no, significa que cada detalle e información acerca de mi salida de anoche le molestará. Incluso puede que la utilice en mi contra.
-Al Bobbie, Sebastian-le contesto lento y rencoroso.
Él lo nota y ríe por lo bajo. Shirley nos ignora desde hace un rato mientras come un sándwich y usa facebook desde su teléfono. Y mi novia me mira con el ceño y los labios levemente fruncidos. Aún me mira, es buena señal.
-¿Por qué no me avisaste? Ayer hablamos toda la tarde y en ningún momento me dijiste nada- me suelta de una vez por todas en un tono neutral pero incitador.
Vacilo abriendo y cerrando la boca queriendo responder rápido pero sin saber que palabras decir.
-Ehh-alarga Shirley incómoda- Nosotros ya nos vamos- empuja a Sebastian hacia unas bancas alejadas de nosotros y de nuestra recién iniciada discusión.
Él da un bufido pero se deja llevar por la chica.
-¡Contesta! No te quedes callado.
Titubeo sin querer de nuevo y Carim rueda los ojos enfadadisima para después darse la vuelta tratando de irse. Pero gracias al cielo reacciono y la tomo para detenerla haciendo que me mire a los ojos. Ella se resiste y mira a cualquier árbol o pared que está alrededor, cualquier cosa que no sea yo. Ese rechazo me duele bastante.
-Carim, mirame por favor, mirame- espero largos segundos hasta que ella lo hace- no pensé que fuera algo importante como para decirtelo, apenas fue un rato, no pasó nada- miento.
-¿Ves? Eso es lo que molesta. Dices que no es importante pero me mentiste, no me querías decir la verdad, estuviste dándole rodeos al asunto y te comportas como si estuvieras ocultando algo. No puedes con la culpa.
¿Qué?
-Pero, ¿cuál culpa? Simplemente no tengo porqué darte explicaciones, y no puedes exigirme que te las dé cuando me inventas tantos pretextos baratos por los que, supuestamente, estás ocupada de ocho a nueve de la noche, de lunes a viernes cada semana-ella abre los ojos inmediatamente- Si, lo sé Carim, incluso antes de conocerte. Y he estado esperando que algún día me lo cuentes pero al parecer no meresco cierta confianza de tu parte.
Esta vez es ella quien titubea y respira agitadamente, aún entre mis brazos.
-No metas eso en esto.
-No, si lo hago cariño, porque tanto no tiene de malo lo que tú haces como no tiene de malo el que yo tenga amigos y salga con ellos sin pedirte permiso.
-¿Ahora vas a hacerte la víctima? Yo jamás he jugado a ser tu madre. Ya suficiente tengo con ser tu novia. Me tienes harta _____(tn).
Carim se sacude para soltarse de mi y lo hace con tanto enojo que no hago nada para evitarlo.
- Espera, no te vayas así- la sigo mientras ella camina rumbo a su salón de clases.
-¿A qué quieres que espere?¿¡A que madures, a que te deshagas de tus amiguitas, a que te des cuenta de todo lo que hago por ti y de lo mucho que te amo!?- de repente ella se da cuenta de lo que acaba de decir y se cubre la boca, asustada, con los ojos rojos y vidriosos.
Sin más ella corre lejos de mi mientras yo no me puedo mover de mi lugar, siento las piernas ancladas al suelo y la voz quebradiza. Otra primera vez que le quito a Carim. Ella me lo dijo hace unas semanas, el que jamás había sentido amor real por alguien y mucho menos había dicho un te amo en voz alta. Y ahora me siento muy apenado, estoy angustiado de haber exagerado las cosas y haber podido ofenderla. Por supuesto que no era mi intención, y todo por querer demostrar algo.
Yo también te amo Carim. Te amo completa y profundamente. Lo sé porque mi corazón late más rápido mientras más te acercas, porque mis labios tiemblan al besarte y porque mis mejillas arden cuando te pienso. Haces que mi mente se ocupe en ti durante día y noche. Eso es mi amor por ti y te lo voy a decir cara a cara.
Comienzo a correr lo más rápido que mis piernas recién despiertas pueden hacerlo, con destino directo al salón de clases de mi novia. Ni el timbre ni la creciente cantidad de alumnos por los pasillos me detienen o me distraen, quiero llegar ya.
Y ahí de pronto está la puerta que tanto busco. Sé que del otro lado está Carim y eso me pone tanto nervioso como emocionado. No voy a desperdiciar este momento por nada del mundo. Quiero entrar, atravesar el aula sin importarme nada, tomar su cara entre mis manos, hacerle saber con mi mirada que todo va a estar bien, decirle que yo también la amo y entregarme por completo en un largo beso.
Si, buena idea. Ya quiero estar con ella de esa manera. Doy los últimos tres pasos que me separan de la puerta, sé por el ruido que no hay ningún maestro dentro, me preparo mentalmente para mi gran momento pero justo cuando voy a abrir la puerta, Marcela la abre por mi saliendo del aula y quedándose en la entrada, bloqueándome el paso por supuesto.
Está masticando una goma de mascar haciendo movimientos exagerados con su boca como siempre y me mira fijamente. La ignoro, trato de hacerme un espacio para pasar pero ella no se mueve ni un centímetro. No puedo dejar de preguntarme como Jorge está tan enamorado de ella y cómo Jose está tan embobado con ella.
Desesperado, me asomo por encima de Marcela buscando por cada rincón a mi dulce chica rubia, pero no la encuentro. Entonces vuelvo a mirar a su mejor amiga.
-¿Dónde está?
-Mhj- ella se encoge de hombros- Dime tú, vino por sus cosas y se fue. ¿Qué le hiciste?- me reta cruzándose de brazos.
Maldita sea. Carim se fue casi en mis narices, ¿como no pude verla?
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Chicas Lindas (y no tan lindas).
RomantikEl mundo está lleno de mujeres. Simple y sencillamente, todo gira alrededor de ellas. Siendo un chico normal de 17 años con las hormonas revueltas y la mente despistada, _____(tn) pasa por la vida haciendo de todo m...