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-¡Ahh!- grita y gruñe José- Me vas a matar feminazi.

-Cierra la bocota infeliz ignorante- le reprende Desireé metiéndole un rollo de vendas a la boca- ¿Sabes realmente lo que es el feminismo? ¿Sabes algo de historia de la Segunda Guerra Mundial?

Mi amigo entrecierra los ojos con recelo y escupe el rollo hacia fuera.

-No.

-Era de esperarse de una persona como tú. Ignorante. Jamás utilices en tu vida palabras cuyo significado no tengas la menor idea, mucho menos trates de combinarlas queriendo hacer un chiste absurdo. Toma más del ardiente alcohol- ella le presiona más fuerte el algodón humedecido sobre su ceja rota.

José lloriquea.

Después de la golpiza afuera del taller, nuestro jefe nos dio un pequeño sermón antes de acercarnos el botiquín de primeros auxilios. Pero es mi amiga quien nos está curando las heridas y cortadas a José y a mi.

Alterno una bolsa de hielo entre mi barbilla y mi ojo izquierdo. No me eh visto al espejo pero es obvio que tengo cierta hinchazón, el morete se va a ir agravando en un rato. No lo digo superficialmente pero es una pena que no voy a quedar del todo normal para la fiesta del viernes.

¿Le voy a decir a Carim que el novio de su mejor amiga fue quien me golpeó?

Bueno, ya que. Al menos me causa satisfacción que aquel imbécil no se fue ileso, aunque bien haya sido Desireé la principal causante de sus dolencias.

-Estas listo para otra ronda niñita llorona- le dice ella terminando la curación-Ahora sigues tú pequeño renacuajo morado. Dejame revisarte.

-Oh basta Desireé, estoy bien- le digo haciendo una mueca.

Ella frunce el ceño y pone cara de amargada así que termino accediendo, como siempre. La chica mira cada uno de los golpes de mi cara con atención, levanta mis brazos para examinarlos buscando cualquier rasguño. Cielos, hasta parece maternal.

-¿Que más te duele?- me pregunta sin dejar de examinarme el cuerpo de abajo hacia arriba y viceversa.

-El orgullo- contesta José antes que yo.

-Tu callate idiota.

-Mira como me habla _____(tn). ¿Qué le sucede a tu amiga? Está loca, casi me arranca la piel y me deja paralítico.

-Creo que te hizo falta mencionar que estuviste a punto de quedar estéril- le indica ella de vuelta- Ya deberías saber lo que me sucede, cuando le hacen algo a mis amigos reacciono de la peor manera y los defiendo como es debido. Y yo te hablo como se me dé la gana. Si no te gusta, obligame- ella hace una pausa retadora- Oh espera... No puedes- pronuncia casi riéndose de la satisfacción.

-Claro que puedo. Soy mucho más fuerte y grande que tú. Lo que pasa es que me tomaste por sorpresa, si yo quisiera te podría romper el cuello con una sola mano- él hace el ademán de aplastar algo con su puño y el sonido de algo quebrarse.

Desireé suelta una carcajada malvada teatral algo fuerte. Miro a mi amigo negando con la cabeza, hace muy mal en montar a la bestia. Él encoje los hombros pero se arrepiente inmediatamente pues le arden los rasguños de la espalda.

-Ten- la chica le lanza una bolsa de hielo- mejor descansa y pon a enfriar tus bolas, que mucha falta te hace.

-¿Qué?- la ardilla se pone de pie ofendido- ¿No me crees verdad? _____(tn) no te ha dicho que practico fútbol americano desde los doce años. Estos músculos sirven de mucho nena- le aclara el chico levantando  y flexionando los brazos para mostrarle sus bíceps.

Desde mi lugar puedo ver la sonrisa forzada de José a causa del insoportable dolor.

-Me vale- le dice ella burlona- Aun así no me das miedo- Desireé lo mira de pies a cabeza con una sonrisa y mirada traviesas- ¿Con que fútbol americano eh? Eso explica este gran trasero- le da un apretón en un glúteo- ¿Por qué no me lo habías contado _____(tn)?

Encojo los hombros sin poder quitar la sonrisa de mi golpeado rostro. No tengo amigos normales.

-Mi trasero es una de las cosas más preciadas que tengo en la vida, puedes tocarlo todo lo que quieras- le dice la ardilla feliz- Ya nos vamos entendiendo nena, pero deberías temerme un poco por tu propio bien.

-¿Quieres otro golpe verdad idiota?- lo amenaza ella dándole un par de cachetadas suaves pero firmes en su mejilla derecha.

José le saca la lengua escupiendo un poco antes de ir a sentarse otra vez, ella le saca la lengua cuando él está de espaldas y le da una patada corta en la pantorrilla.

-¿Asi de especiales son tus amigos de la preparatoria _____(tn)?- pregunta José- ¿Cómo se conocieron ustedes dos chicos?- sube las piernas en la mesa de trabajo.

Desireé y yo nos miramos cómplicemente, reímos al mismo tiempo.

-Oh, vaya que es una larga historia. ¿Se lo cuentas tú o se lo cuento yo _____(tn)?

-Mejor tú Desireé, me duele la boca al hablar. Me molesta bastante.

-Ok. Es una historia muy divertida José, después me van a contar como se conocieron ustedes. Pero esperen, ¿a qué hora terminan de trabajar? Tengo hambre- se queja ella mientras se frota el estómago.

-Yo más- exclama José haciendo un puchero.

-Yo igual- repito- De hecho, nuestro turno terminó hace unos veinte minutos- digo mirando el reloj colgado en la pared de la oficina del taller-Vámonos chicos.

Nos ponemos de pie los tres, José y yo blasfemamos una maldición a causa de lo terrible que se sintió el brusco movimiento. El chico y yo nos despedimos del jefe y recogemos nuestras cosas.

Vamos a cenar a un negocio de comida oriental cerca del taller y nos quedamos ahí charlando hasta muy tarde. Me da algo de vergüenza mostrar en publico los moretes y las marcas tan obvias, así como me duele toda la quijada al hablar y al no parar de reírme de las tonterías que hablamos.

Pasamos un muy buen rato conviviendo de esa forma. José y Desireé no se llevan exactamente bien pero congenian y se soportan de una manera muy peculiar y graciosa para mi. Ya puedo estar tranquilo de que no se van a matar mutuamente.

José es con ella algo que yo no soy, una persona firme de voluntad. José no le tiene miedo a Desireé, solo algo de reproche, que por cierto lo toma con mucho humor.

A la primera oportunidad de la noche que tengo de estar solas con Desireé, aprovecho para hablar con ella sobre lo que pasó el último día que nos vimos.

-Y es por eso que reaccioné así contigo Desireé, no me lo tomes a mal por favor. Estaba confundido y asustado de tu conflicto con Alicia, pero ya comprendí que no me corresponde intervenir en sus propios asuntos. Te pido una gran disculpa.

- No, esta bien. No te disculpes, todo está olvidado.

-Y por cierto, gracias por llegar ésta tarde justo a tiempo. Eres mi heroína, ¿lo sabes no?- le agradezco golpeándole suavemente un hombro.

Le sonrío y ella me devuelve el gesto, junto con un golpe en el hombro mucho más fuerte. Me quejo y ella ríe.

-Te quiero Desireé. Eres una gran, gran amiga.

-Lo sé, lo sé querido.

La miro mal ladeando la cabeza y ella alza las cejas un par de veces seguidas.

-Igualmente _____(tn).

-Oye Des, ¿cómo supiste llegar a mi trabajo?- pregunto algo confundido y dudoso.

Ella sonríe macabramente y frota sus manos malévola.

Ella es un misterio.

Chicas Lindas (y no tan lindas).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora