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Después de la escuela me eh ido a la oficina de mi madre otra vez. No puedo negar que tuve la pequeña esperanza de cruzarme con Desireé en el camino, y eso no pasó definitivamente.

Todavía estoy apenado por la escena que vio Carim, es bochornoso. De seguro ella lo está malinterpretando pensando que Alicia y yo somos algo más, cualquiera pensaría lo mismo, esa acción es demasiado comprometedora. Estoy que me lleva el demonio.

Me siento estúpido, pude haber hecho a un lado a Alicia, acercarme a Carim, decirle que no estoy con la castaña y tantas cosas más pero no hice nada, solo me quedé como un idiota viéndola alejarse mientras ella creía que yo estoy con otra.
Doy un bufido.

-¿Aún es la resaca? Te ves horrendo _____(tn)-dice mi mamá sin dejar de escribir y mirar en su computadora.

-Gracias mamá.

-De nada- suspira- Ya hemos hablado, tu padre y yo te hemos dicho la importancia de evitar el consumo del alcohol. Debes ser cuidadoso.

Levanto la mirado de la laptop que me ha prestado, ella también me mira a los ojos.

Estamos compartiendo el escritorio de su oficina por lo que estamos cerca y frente a frente.

-Eres demasiado grande para castigarte, -ahora sé que me está regañando- no necesitas permisos, tu padre y yo solo nos aseguramos de que va a estar bien. Además anoche volviste a casa sano y salvo, sin hacer ruido siquiera. Pero no está de más recordarte la responsabilidad que tienes sobre tu propia vida _____(tn)- dice tomándome dulcemente de las manos por sobre las cosas que hay sobre su escritorio- Te amo y no quiero que te vuelvas uno de esos tipos fiesteros y alcohólicos que destruyen su vida.

Sonrío y niego con la cabeza.

-Jamás mamá. También te amo.

Paso todo el resto del turno de mi madre haciendo tareas y escuchando música. Estoy apunto de jugar a algo en internet cuando recuerdo que no eh revisado facebook en un rato.

Entro a mi cuenta y parece que mis manos ya saben que hacer antes que mi cerebro.

Vaya sorpresa que me llevo al no encontrar mi conversación con Desireé, por ningún lado. Mi primer impulso es buscar su perfil y frunzo el ceño cuando no aparece en la lista de resultados. Intento con el nombre y el apellido por separado y nada. Algo anda mal y ya sospecho de que se trata.

Entro al perfil de mi prima, busco la cara de su amiga cual no recuerdo el nombre y cuando doy con ella ingreso a su perfil para buscar a Desireé entre su lista de amigos. Es privada.

Maldita sea.

Pero la incoherente chica tiene todos sus álbunes de fotografías en público gracias al cielo.

Y en la fotografía donde descubrí la identidad de Desireé no aparece ninguna etiqueta, sólo sus intensos ojos negros y esa sonrisa fabulosa que no eh visto jamás en persona.

Alguien me ha bloqueado.

Me ha bloqueado justo como el grandioso acosador que soy, estoy bastante ofendido aunque sé que lo soy por meterme donde no me llaman.

Eres un genio _____(tn).

Una vez en casa, juego en línea con José un rato y después voy al súper a hacerle un mandado a mi madre.

Cuando regreso ella está preparando la cena y tiene la radio prendida, suena alto el anuncio de mi programa radiofónico favorito del mundo: Música para soñadoras.

No puedo esperar para escuchar esa voz, corro a dejar las bolsas con comida en la barra y me siento en uno de los taburetes como un niño que quiere escuchar y poner atención en clase.

Pongo en modo alerta a mis oídos. Quiero y necesito escuchar cada frase, cada palabra y cada suspiro de la voz de Carim. El momento de espera al regreso de programa es más lento por mi desesperación.

Mamá deja de preparar su aderezo para voltearme a ver y mirarme extrañada con las muñecas en la cintura y una ceja levantada.

-¿Y las cosas?- pregunta y señalo con los pulgares el lado izquierdo de la barra- Ah, gracias- sonríe pero al ver que no me voy me vuelve a mirar extrañada- ¿Necesitas algo?

Encojo los hombros, ella me pone nervioso.

-¿Te ayudo a cortar verduras?-encojo los hombros de nuevo y pongo cara de niño bueno.

-Adelante.

-¿Y mi papá?

-Poniendo la lavadora.

Asiento aunque ella no me esté mirando y tomo la tabla y el cuchillo para comenzar con mi tarea. Empiezo con una zanahoria, mientras oigo la entrada del programa de Carim.

Sonrío.

"-¡Bonita noche chicas! Totalmente feliz de acompañarlas una vez más como cada luna a las 8:00 pm. Gracias por asistir puntuales a nuestra cita, ¿listas para enamorarnos de nuevo y sentir desbordar los sentimientos?
Vamos a escuchar esto que nos ha pedido Celeste hace un momento, ella dedica ésta canción a su ex novio.
Celeste recuerda, el amor verdadero no es solo el primero.
Bonita canción de la Oreja de van gogh, Rosas."

Su voz es la música que yo escucho de ese programa, y me encanta. Mamá por su parte le sube a la radio y comienza a intentar cantar la letra que no recuerda de la canción que suena. Sigo partiendo las verduras en cuadritos pequeños.

Más al rato...

"-A ti que me estás escuchando, ¿no te pasa que sientes la completa necesidad de mirar a esa persona mientras estés viva? Como una adicción, sin importar las consecuencias, como un alimento para el alma y para tu corazón.
Compartir una mirada directo a los ojos es algo maravilloso. Es derretirse, subir al cielo y bajar en caída libre. Lo malo chicas, que nosotras las que amamos en silencio estamos expuestas a algo siempre, es la realidad. Desde nuestro lugar podemos llegar a ver cosas que nos rompen el corazón en mil pedazos y no lo podemos evitar. Es imposible.
Vamos a escuchar esta balada en inglés, una triste canción ya con sus años de antigüedad pero que siempre nos llega al corazón"

Es la misma canción que mis padres bailaron en su boda y la misma canción que ellos bailan donde quiera que la escuchen.

Me río al escuchar los pasos de mi padre corriendo por la casa hasta llegar y entrar a la cocina, el mira a mi madre con una cara de adolescente enamorado que estoy seguro, jamás eh tenido.

Mi madre suelta el cucharón lleno de aderezo y se acerca a él para bailar.

Mejor los dejo solos.


Chicas Lindas (y no tan lindas).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora