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Siempre hay un momento en el que todo soltero se siente un completo perdedor por el hecho de no tener a nadie cerca. Cuando ese soltero está enamorado el sentimiento es más miserable pero cuando ese enamorado soy yo, no me puedo sentir más desesperado por estar cerca de mi chica.

A mi alrededor como un impulso todos parecen felizmente acompañados.

Los más apasionados, la pareja que se manosea siempre, se encuentran sentados en la misma silla detrás de mi, besándose y susurrando cosas al oído que desearía no haber escuchado. Que alguien los aleje de mi por favor. A mi lado el grupo de chicas vanidosas conversan más que animadas sobre sus citas del fin de semana, sus novios, sus amigos con derecho, sus amantes o lo que sean los "guapísimos" tipos con los que están saliendo.

Espero que ninguna esté hablando de José.

Para rematar la escena y para mi sorpresa,mis buenos amigos platican tranquilamente adelante de mi enviándose miradas cómplices y risitas coquetas cada 30 segundos, lo sé porque llevo un rato observándolos fijamente.

Sebastian arrastra su silla hacia Shirley y se inclina poco a poco hasta estar a unos cuantos centímetros de la cara de ella, camuflajea su movida alternándola con la dinámica narración de lo que sea que le este contando. El chico hace un buen chiste, creo, y ella ríe sin interrumpir la conexión entre sus miradas, Shirley bate sus pestañas y en un parpadeo casi invisible baja la mirada apenas un momento batiendo sus pestañas tan femeninamente que pienso haberme enamorado de esos preciosos y grandes ojos oscuros.

Sacudo la cabeza y mejor sigo con mis apuntes. La chica tiene su técnica pero yo tengo a Carim. Bueno no, no la tengo pero ya estoy decidido, hoy mismo la busco y hablo con ella como la gente decente. Asi es, ella me gusta y voy a tratar de conquistarla.

Es una lástima que no pueda aprovecharme de toda la información acerca de ella que eh recabado estos meses. No creó que sea lo más adecuado llegar y decirle: Hey Carim, estoy enamorado de ti. Escucho tu programa de radio todas las noches de principio a fin, tomó nota de las cosas que dices y de lo que te gusta, te sigo en todas tus redes sociales desde tres cuentas falsas, sé donde vives, tengo registrado tu número telefónico y conozco a tu familia. Pienso que la cicatriz de tu rodilla derecha es linda y tampoco me gusta ver a niñas pequeñas maquilladas. Así que, ¿qué dices? ¿Quieres casarte conmigo y tener cinco hijos? Sé preparar spaguetti.

Sueñas _____(tn). Doy un largo suspiro.

-Gracias- le digo a la vendedora al mismo tiempo que guardo el cambio en mi bolsillo trasero derecho.

Abro la bolsa de galletas con chispas de chocolate y me doy la vuelta distraído para volver a la mesa con los chicos. Se me corta la respiración levemente mientras se aceleran mis latidos y veo a la rubia dueña de mi corazón. Ahí está.

Nos miramos por un instante, parecemos igual de sorprendidos y atontados por tan esperado e inesperado encuentro. Una vez más, una más de tantas veces ella está cerca de mi y las palabras aterrizan en la parte trasera de mi garganta, apiñonandose allí, atrapadas sin poder salir y cortándome la voz. Ella corta de tajo la surrealidad del momento quitándome la mirada y pasando por mi costado, genial.

No, genial nada. Está no me la paso. Es ahora o nunca, más vale intentarlo que rendirme sin saber lo que hubiera podido lograr. Desireé es una chica pequeña y hace estas cosas todo el tiempo, no puede ser más valiente que yo. Es ahora o nunca _____(tn). Dale, vas.

Y voy tras ella.

Carim está parada poco atrás de la multitud, de espaldas a mi y con la cabeza inclinada hacia adelante, parece buscar algo nerviosamente en su pequeña cartera. Doy un pasos hacia ella y toco su hombro un par de veces intentando ser suave pero firme.

Chicas Lindas (y no tan lindas).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora