Optimismo y Esperanza solían fugarse al amanecer, fuera de Palacio y del poblado y, últimamente se habían ido aproximando cada vez más al río que limitaba con el otro reino, aunque, lo tuvieran prohibido.
—Este lugar es bello —él comentó sentado sobre las hierbas viendo cómo de a poco el sol se asomaba.
—Sí; siempre que no cruces el río —acotó la princesa divertida.
—Pues, desde aquí, no se ve tan mal; es decir, no hay a la vista ni monstruos ni pantanos, nada... Sólo un bosque seco a medida que avanzas.
—Espero que algún día pueda surgir allí un bosque tan bonito como el nuestro.
—Por lo que sé de ellos, imposible.
—Yo podría... —Lo observó cómplice de soslayo.
—¿Tú...? ¿N-no pensarás usar tus poderes para...?
—Sólo un poco. ¿Qué dices?
—Nos meterás en problemas a ambos. Date cuenta que si lo hicieras, sería una confesión abierta a tu padre de que desobedeciste sus órdenes y de cuán lejos llega tu don.
—Sí; tienes razón. —Pareció desilusionarse y suspiró—. Será, entonces, algún día. —Hubo una pausa.
—¿Esperanza, el capitán te sigue molestando?
—Si llamas "molestar" a insinuar a que él es lo mejor para mí y para el reino, sí.
—¿Qué vas a hacer?
—Pues, no sé. Pero, no puedo hacer mucho, ¿no?
—Sí; es cierto... ¡¿Sabes qué?! ¡Creo que a Paz le interesa tu hermano! —Cambió de tema para alegrarla.
—¡¿De verdad?! ¡¿Te ha dicho algo?!
—No mucho, mas, cuando se descuida su mirada toma un brillo especial. —Rió.
—¿Como la tuya cuando ves a mi prima? —El muchacho se atragantó.
—¿Q-quién te...?
—Nadie. Es obvio —se burló del iniciado. Después, su atención pasó a una parte de la orilla, la cual parecía haber sido afectada por un rayo—.¡Qué pena! —dijo dirigiéndose al lugar—. Aquí estaba creciendo un fruto...
—¿Piensas que han sido...?
—No. Fue la tormenta del otro día... —Se detuvo frente a la parcela chamuscada y se inclinó para acariciar la tierra, en tanto, cantaba una especie de mantra—. "Estoy aquí, por ti, para ti, porque me necesitas. Estoy aquí, por mí, para mí, ¿porque qué sería de mí, sin ti? Una luz se encenderá... Una luz se encenderá..."
Alrededor de la joven se formó una tenue aura verde que nacía de sus manos y pronto comenzaron a surgir nuevos brotes.
—¡Listo! —dijo satisfecha—. Con eso es suficiente, seguirá su curso. —Miró a su amigo y sonrió.
—No puedo dejar de sorprenderme al verte hacer eso...
—¡Oh, no exageres! Sólo es un poco de lo mío...
—Eres muy humilde; hay sacerdotes que jamás llegan a lo que tú, Esperanza. Y nunca has tenido ese tipo de educación, salvo por lo poco que Fe te ha explicado y... tu hermano. Sabes bien a qué me refiero, todos podemos expulsar nuestra esencia, pero, dominarla y tener la suficiente como para que sea tan notorio... —Se refirió a la rapidez del efecto. Ella carcajeó.
—Te ves gracioso cuando te pones serio. —Lo contagió.
—¡Ya, regresemos! Tampoco sé cómo haces eso.
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El Eclipse Eterno.
RomanceEsperanza era la princesa más joven del reino de la Luz. Su padre, Poder, un rey bastante dictador, la sentenció a casarse con el amigo de su hermano mayor y capitán de su reino, al cual ella no tolera y él sólo la ve como un trofeo a conseguir. ...