Día 27

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  Dos días más tarde, Esperanza se aventuró sola fuera de Palacio, en dirección al risco que daba al río Géminis... Todo lo veía oscuro; pronto, sería la esposa de Triunfo y, cuando menos lo imaginase, su prisionera... Además, pesaba sobre su persona su poder, el cual el mismo supremo sacerdote había admirado...

  Su padre no la entendía; Triunfo no haría que le faltase nada, era cierto; pero, tenía un precio muy alto; su libertad, su forma de ser... Todo cambiaría para ella... Se aproximó al abismo casi con inercia; el viento jugaba con sus rojos cabellos así como la soberbia de su padre con sus sentimientos... Al fin, rompió en llanto sobre sus rodillas.

  A lolejos, del otro lado del río, un jinete negro observaba la pequeña imagen deuna joven desesperada y se indagaba si sería la misma que él buscaba.0

El Eclipse Eterno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora