Vuelvo a casa de los Stevens y paso directo al establo, saco a Jo de su casilla y comienzo a cepillarlo, luego le doy de comer. Me he hecho muy cercana a Jo, sí lo sé, Jo es un caballo pero estando con este gran animalito me siento bien.
Sé que no puedo hacer muchos movimientos por lo que me dedico hacer la jardinería de la casa. Cuando termino son las siete de la tarde pasadas. Subo las escaleras hasta mi habitación y me adentro en la bañera, el agua está bien caliente como a mí me gusta, un baño de burbujas me viene bien. No descanso realmente hace bastante. Me coloco mis auriculares y me sumerjo en mis pensamientos. Hace ya una semana que llegué aquí, aunque parece más bien un mes o más. Me sorprende de mí misma dado que no soy una chica enamoradiza pero en esta semana llegué a sentir por Benjamin (por mucho que quiera negarlo) algo que no sentía hace mucho. Con Benjamín siento, ¿cómo decirlo?, siento eso cada vez que se me acerca o me roza, siento esas mariposas en la panza que no aparecían desde que di mi primer beso.
Por otro lado está todo mi nuevo grupo de amigos. Manuel principalmente, nunca había experimentado lo que era tener un mejor amigo. ¡Un mejor amigo en una semana! Suena tonto, pero es verdad, en los ratos que hemos pasado juntos los dos solos, nos contamos absolutamente todo y siento hacia él una confianza increíblemente grande.
Respecto a los demás, todavía no los conozco tanto, pero ya tendré tiempo.
Cuando salgo de la bañera me seco bien, me pongo mi ropa interior y me detengo frente al espejo, otra vez.
Estoy más delgada, lo cual no me sorprende porque en esta semana no he comido mucho, pasé un día sin comer absolutamente nada, camino todo el tiempo y corro para todos lados.
Cuando mi reloj marca las ocho de la tarde-noche estoy lista en la puerta de entrada esperando a que Jordan me pase a recoger.
—Hola peque–me saluda Jordan. Genial, otro apodo.
—Hola yo-yo –saludo.
—¿yo-yo?– pregunta
—Saca tus propias conclusiones– le digo riendo.
—Ja-ja ya entendí, muy graciosa peque.
—¿Qué cuentas?– le pregunto.
—Nada nuevo– me dijo– bah... ¿recuerdas a Judy? ¿La chica que te mostré?
—Sí la recuerdo, ¿qué hay con ella?
—Pues... es que quiere que nos veamos y no sé qué quiero hacer.
—¿Quieres mi opinión?–le pregunto.
—Por favor.
—Creo que antes de ir deberías sincerarte contigo, pensar bien si estás dispuesto a establecer una relación con esta chica– le miro– Mira, sé que es difícil pero si realmente la quieres, lo lograras.
—Gracias– me mira y sonríe.– solo que es raro ¿puedes imaginarte a Jordan Chris Taylor en una relación?– me pregunta moviendo la cabeza.
—No lo sé... ¿Chris Taylor?
—Sí, ¿bonito, eh?
—Me gusta.
—¿Y tú?
—Solo Emma, no hay más.
Esa noche no hicimos nada especial, solo jugamos a la x-box y luego Jordan me llevo a la estancia. Con Benjamin no nos cruzamos ni una sola vez y yo no pregunté por él. Una parte de mí quería verlo y ver como seguían las cosas entre ambos pero la otra parte agradecía tener un descanso de él.
La rutina de las mañanas es siempre la misma, asique cuando termino de trabajar, me baño y duermo toda la tarde. En la noche regreso a la cabaña.
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The Perfect Summer
Teen FictionCuando Emma Widner, una adolescente de 17 años, es prácticamente obligada a pasar unas cortas vacaciones con su abuela en un pequeño pueblo, lo único que desea es que esos días pasen lo más rápido posible. Lo que no se imagina es que durante este vi...