The Perfect Summer

XXII

—Esta vez no voy a dejar que nos peleemos–dice mirándome fijamente a los ojos– y voy hacer lo que sea necesario para demostrarte que lo que siento por ti es real, y si eso significa decirles a todas las personas de esta fiesta que te quiero lo haré.– Toma el micrófono y hace que todos miren hacia él. ¡Oh por dios! ¡Él dijo que me quiere!

—¡No Benjamin! no tienes que...–pero claramente sigue con lo que está haciendo. Creo que estoy roja.

—Lo siento, es solo que quiero decirle a una chica, la más linda de esta fiesta– dice guiñándome un ojo y se escuchan algunos grititos de algunas chicas– que la quiero, y que realmente me importa– baja a mi altura y me toma de la mano– y que no voy a dejarla ir, porque me gusta y quiero que este conmigo, ¿Asique qué dices Emmy? ¿Esto suma algunos puntos?– sonrío y asiento con mi cabeza. Él gira, vuelve a subir a la plataforma y grita– Te quiero Emma, te quiero.

Algunos aplauden, unas chicas comentan que solo es para que caiga en su juego, otras me asesinan con la mirada y yo solo me acerco a él, pongo mis brazos alrededor de su cuello y le beso. Creo que le sorprende porque tarda en responderme el beso, pero luego me toma de la cadera y me acerca más a su cuerpo.

—Te quiero– susurra cuando nos separamos.

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—Benja– digo soñolienta– Benji...

—¿Umm?

—Despierta tienes que traerme el desayuno–le muevo, solo intento molestarlo.

—Ya lo traigo- dice mientras que se incorpora.

—Es una broma, no tienes que hacerlo–le digo riendo mientras tiro de él de vuelta hacia mí y le doy un beso.

—Pero quiero hacerlo, ya regreso– deposita un beso en mi frente y sale de la habitación.

Después de decirme te quiero anoche, me quede callada, él no se dio cuenta o eso creo porque volvió a besarme una y otra vez. Fue una noche divertida, bailé toda la noche con él. Benjamin regresa con una bandeja con nuestro desayuno.

—¿Qué podemos hacer hoy?– me pregunta.

—Tratar de conquistar el mundo- me rio y él también lo hace.

—Tú eres mi mundo-dice y yo intento sofocar una risa inútilmente a lo que él me frunce el seño.

—Yo ya soy tuya señor cursi, además eso ya está quemado–le sonrío–No lo sé, creo que quiero quedarme en la cama toda la mañana– digo bostezando y acurrucándome entre las sábanas– a la tarde llegan Brayan y Miranda asique iré a saludarlos.– le digo y termino mi taza de café. Benjamin toma la bandeja y la deja sobre el escritorio.

—Bueno entonces me quedaré contigo– dice mientras se mete a la cama y me abraza.

—¿Por qué los demás chicos los tratan de esa forma?– le pregunto.

—¿De qué forma?–me pregunta confuso.

—Así, como los tratan.

—Nos tratan normal supongo–me mira.

—No los tratan normal, cuando llegamos a las fiestas todos se vuelven a ustedes y ya sabes– le digo– están atentos a todo lo que hacen y hasta he visto a muchos imitarlos, es patético.

—Sí, lo son– se ríe– a veces llegan a ser patéticos.

—De todas formas, no me gusta la forma en que los tratan.

—Emma, son gente indiferente, dan igual, no importan–Me sorprende mucho su respuesta y me alejo de él.

—¿Y ustedes que son? ¿Los "populares"?