Despertamos al día siguiente con la luz filtrándose por la ventana.
—¿Vamos a la playa?– le pregunto a Benja que está bostezando.
—Quedémonos aquí– dice soñoliento y tirando de mí hacia él–diez minutos más.
Me pego a su cuerpo lo más que puedo y paso mis manos por su pecho. Deposito un beso en sus suaves labios. Nos deslizamos en el sueño nuevamente.
Rato más tarde me despierto y salgo de los brazos de Benjamin. Busco un biquini y me lo coloco mientras escojo qué usar.
Me decido por un delicado vestido de playa con la espalda descubierta.
Espero a que Benji se levante y se vista, cuando está listo bajamos a desayunar. Nos encontramos con Charles y Adelie sentados en una mesa y vamos con ellos.—Buen día–les saludo tímidamente.
—Buen día– me responden sonrientes los dos.
Unos cuantos minutos después se unen las demás parejitas felices y bueno, Jordan. Desayunamos abundantemente. Los padres de mi novio aprovechan el rato para hacerme algunas preguntas a las que yo respondo educadamente. Cuando estos terminan sus cafés se disculpan y se retiran.
—¿Qué haremos?–pregunta Aira entusiasmada– podríamos ir al cine o a cenar a un restaurante como cita cuádruple, le conseguimos una pareja a Jordan y vamos todos juntos.
—No, no, nada de boberías de gente enferma de estupidez, tengo todo planeado– le responde Jordan.
—¿Enfermos de estupidez?– pregunto riéndome.
—Sí "parejitas felizmente enamoradas"– me responde burlándose.
—En algún momento te enfermaras tú también– le digo sacándole la lengua.
—Nada de eso, ahora iremos a la playa, he conseguido una lancha asique podremos adentrarnos un poco al mar y bueno, ya que estamos, bucearemos.
—¿Enserio?–preguntamos las Aira, Becca y yo a la vez.
—Sí, la instructora esta fuertísima – le comenta a nuestros novios mientras nosotras ponemos los ojos en blanco.– En la tarde haremos paintball–ríe emocionado– y en la noche iremos a una fiesta privada en la playa–nos mira a todos–sí, de nada por hacer del primer día genial–todos nos reímos y salimos del hotel.
La playa esta apenas a una cuadra por lo que desde nuestra habitación en el séptimo piso tenemos una espectacular vista del mar.
Llegamos hasta donde está un pequeño muelle y Jordan nos presenta a Mónica la instructora. Sí es linda, bueno no voy a mentir, la maldita es una muñeca Barbie y no estoy exagerando para nada, tiene unas piernas que le miden kilómetros, su piel tiene un bronceado asombroso, su pelo es rubio platino, sus ojos azules y sus labios llevan un color rosado natural.—Hola– dice ésta dedicándonos una sonrisa– ¿preparados para entrar al mar?–nos pregunta sin quitar esa perfecta sonrisa de su boca. Hubiese estado celosa de no ser porque se le nota que es mucho mayor que nosotros, es decir, unos treinta y tantos – espero que no les moleste pero mi sobrina irá con nosotros.
—Claro, no hay problema– le dice Jordan–si es tan linda como lo eres tú, será un placer.
—Ahí viene–señala Mónica– Chicos ella es mi sobrina...
—Judy–completa Jordan y yo me rio.
—¡Oh no Jordan estás a un paso de contagiarte tú terriblemente de estupidez! – me burlo y él me fulmina con la mirada.
—¿Qué haces aquí?–le pregunta a Judy.
—Lo mismo que tú, vengo a bucear– le responde esta.

ESTÁS LEYENDO
The Perfect Summer
Ficção AdolescenteCuando Emma Widner, una adolescente de 17 años, es prácticamente obligada a pasar unas cortas vacaciones con su abuela en un pequeño pueblo, lo único que desea es que esos días pasen lo más rápido posible. Lo que no se imagina es que durante este vi...