The Perfect Summer

XXIX

—Adivinen– dice Benjamin haciéndose el misterioso.

Salí del hospital hace dos días y estoy sentada en la cama de mi habitación rodeada de todos mis amigos. Me hacen compañía ya que el doctor me recomendó hacer reposo.

—¿Estás embarazada?– me pregunta Evan.

—¡No!– le grito.

—¿Voy a ser tía?– Chilla Rebecca.

—¡Nooo!–se impacienta Benjamin– Ya cállense, es…

—¿Quién se murió?– pregunta Aira seriamente.

—Nadie–dice Benjamin perdiendo la paciencia–¿se lo dices tú o se los digo yo?– pregunta mirando a Jordan.

—Dilo de una maldita vez– se queja él.

—Bien–dice con suspenso– ¡mañana nos vamos a la playa!

—¿En serio?–pregunta saltando Aira.

—Sí, vacaciones con mis padres y nos han dicho que los invitemos– responde –Es una buena excusa para no estar con nosotros,  pero lo importante es que pasaremos unas excelentes dos semanas de playa.

—¡Genial!– responden todos.

—¿No estás contenta Emmy?– me pregunta Benja mientras me abraza.

—Sí, me alegro por ustedes, pero los voy a extrañar…

—Pero si tu iras con nosotros.

—No puedo corazoncito, tengo que trabajar además  me quedan pocas semanas de vacaciones y tengo que volver un tiempo antes a casa.

—No, iras con nosotros ya lo he arreglado– dice besándome– les conté a Miranda y a Brayan y dijeron que no había ningún problema pero que le tenían que pedir permiso a tu mamá y ella dijo que sí– me cuenta.

—¡¿No me mientes?!–chillo contenta.

—No amor, no te miento– dice sonriéndome con ternura– nos vamos a la playa mañana.

—¡Estupendo!– grito emocionada.

—Tenemos poco tiempo entonces– dice algo preocupado Jordan.

—¿Para qué?–le pregunto.

—Para planear las dos semanas, no iremos a la playa a aburrirnos– me dice, salta de la cama y sale de la habitación.

—Bueno, me iré a preparar el bolso– dice Aira.

—Sí, vamos– dicen Evan y Becca

—No tengo traje de baño–digo frunciendo la nariz.

—¿Te llevo de compras?–se ofrece Manuel.

—Eso sería excelente–le sonrío.

—Bueno, vístete en media hora salimos– me da un beso en la frente y sale de la habitación.

—¿No quieres que te lleve yo?– me pregunta Benja.

—No gracias, nos debemos una salida con Manu.

—Bien…– dice mientras se acuesta a mi lado.

—¿Te enojaste?–le pregunto alzando una ceja.

—No, no es por Manuel– me mira– es solo que mañana cumplimos un mes y no podremos hacer nada porque estaremos todo el día andando en automóvil, por eso pensé que podríamos hacer algo hoy.

—Espera – pienso por un momento– ¿qué te parece si cuando termine de hacer las compras con Manuel, me recoges por el centro comercial y hacemos algo sólo tú y yo?