Subimos al jeep y me ayuda a colocarme el cinturón de seguridad, luego se pone el suyo y comienza a conducir. Estoy en silencio y con mi vista mirando al frente.
—¿Qué te sucede?– me pregunta Benjamin
—A mí nada ¿a ti?– pregunto un poco enojada. Síp, claramente me sucede algo.
—No empecemos ¿vale?–dice ahora deteniendo el auto al costado de la carretera. Es de noche y no se puede ver nada.
—¿Puedes conducir? No me gusta estar aquí tan oscuro– le digo.
—No hasta que me digas que te sucede– dice ahora girándose hacia mí.
—Me molesta que trates a Manuel así– le digo sin mirarlo– me molestan tus celos.
—¿Te molestan mis celos? – dice algo sorprendido
—Sí, me molestan tus celos, eso fue lo que dije.
—Bueno quizá si este algo celoso– dice– pero es que yo soy tu novio, yo tendría que llevarte de compras, yo debería invitarte a tomar helados y vamos, ¿llevarte al muelle? ¿Enserio?
—¿Qué tiene? ¿y cómo sabes que tomamos un helado? ¿Nos estabas siguiendo?
—No Emma pero tienes chocolate alrededor de tus labios y tus labios también saben a chocolate y frambuesa.
—¡Bueno, somos amigos Benjamin! ¡Es mi mejor amigo! Y es el novio de tu hermana.
—Sí, claro–dice de mala gana y arranca el coche– lo que tú digas.
—¿Es que de verdad quieres pelear por Manuel?– pregunto sorprendida– no puedo creer que seas tan idiota como para tener celos de él– se queda en silencio– ¿no dirás nada?– otro silencio–¡pues bien! ¡Detén el coche! Prefiero volver caminando antes de tener que soportarte.–El coche sigue andando hasta que llegamos a donde está la "isla", yo por mi parte estoy en silencio y con los brazos cruzados.
—Ven, baja– me dice.
—Hasta que te dignaste a hablar– lo fulmino con la mirada– ¿sabes qué? me voy a bajar del coche pero luego caminaré a la cabaña, tomaré el bolso y mañana a primera hora volveré con mi familia– chillo. Lo sé, soy algo exagerada pero es que este chico tiene el don de hacerme enfadar muy fácilmente.
—Emma, no exageres– me dice con ¿una sonrisa? ¿Enserio le divierte la situación? Este se da cuenta de mi mirada y quita su sonrisa de inmediato– está bien, soy celoso, soy muy celoso y no tendría que tener celos de Manuel.
—Ni de nadie– le interrumpo.
—Ni de nadie– sigue–pero es que Emma yo… te amo y no soporto que otros chicos se fijen en vos.
—Bueno tendrás que acostumbrarte porque no dejaré de ser amiga ni de Manuel, ni de Jordan, ni de Evan, ni de nadie por tus estúpidos celos.
—Lo sé y lo siento–dice acercándose a mí y abrazándome por la cintura–te amo ¿me perdonas?.
—Sí, te perdono– le digo y lo abrazo.
—Tengo una sorpresa para ti– dice tomando mi mano y adentrándonos al bosque. Llegamos al puente que nos une a la isla y puedo ver lo que preparó para nosotros.
El puente está iluminado, a la orilla hay una tienda y en la entrada de esta una manta con una canasta de picnic.
—Es hermoso– le digo.—Lo he hecho para ti.
—Gracias–es lo único que puedo decir. Nos sentamos al lado de la tienda, abro la cesta y comienzo a sacar comida. Es una noche perfecta, las estrellas brillan aún más que antes, se ve la enorme luna llena que ilumina el lago y nos permite vernos los rostros.
—Me gusta tu pelo– observa.
—A mí también –le digo bromeando y nos reímos. Comemos mientras nos contamos como fue sido nuestro día.
—¿Estabas llorando cuando te llamé más temprano?–me pregunta.
—No, cuando me llamaste ya había terminado de llorar–me rio-suspiro.
—¿Por qué lloraste amor?
—Cosas… supongo, estaba un poco triste.
—¿Manuel no te hizo nada verdad?
—Termina ya con Manu, él no me hiso nada– le digo–solo me ayuda a pensar.
—¿Y en qué pensabas?– me pregunta.
—En ti, y en mí–le digo– en nosotros dos.
—¿Qué hay con nosotros?
—Mucho amor– le sonrío mientras me acerco para acurrucarme en sus brazos.
—¿Y eso es malo?
—Sip , lo es–le digo mirándolo a los ojos– lamentablemente lo es.
—Yo no creo que amarte sea un error– dice ahora distanciándome apenas un poco.
—Yo no digo que amarnos sea un error– le digo– solo creo que esto va a matarnos cuando tenga que irme.
—No quiero que pensemos en eso ahora–dice acariciando mi mejilla– todavía tenemos tiempo para disfrutar juntos.
—¿Dos, tres semanas como mucho?–le pregunto y en mis ojos vuelven a juntarse algunas lágrimas que amenazan por salir– tú al menos te quedas–le sonrío tristemente– aquí tienes a los chicos, los recuerdos, los lugares, aquí tienes todo.
—¡Menos a ti Emma!– suelta–no quieras creer que lo más difícil te toca a ti porque a mí también me faltaras–coloca su frente contra la mía– y ya para de querer alejarte de mí por favor, ¡para ya!
—Benja, quiero por una vez en mi vida jugar un juego en el que tenga posibilidades de ganar, siempre pierdo cuando hay amor en el medio, siempre…
—Te prometo mi amor, te juro que sí hay posibilidades de ganar– dice mientras me besa– juguemos juntos Emma, prométeme que no me dejaras solo .
—Lo prometo, eres… ¿cómo siquiera decirlo?– lo pienso durante un momento– Benjamin yo… te amo–le digo casi en susurro. Él me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.—Sí, te dije que te amo no me mires así.–Meses atrás nunca me hubiese imaginado diciéndole eso a un chico y menos después de tan solo un mes, pero él es especial, con él tengo la sensación de habernos conocido mucho antes, quizá en otra vida.
—Yo también te amo mi amor–dice él mientras presiona sus labios contra los míos– creo que en este momento soy el novio más feliz del mundo– se ríe entre dientes y yo rio con él.
—¿Nos quedaremos a dormir aquí?– le pregunto.
—¿Quieres?–me pregunta entusiasmado.
—Sí, quiero.–y no sé por qué, pero sé que estoy accediendo a mucho más.– ¿y qué haremos?
.....
😏😏😏😏
Saludos desde alguna parte de la Tierra .

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The Perfect Summer
Teen FictionCuando Emma Widner, una adolescente de 17 años, es prácticamente obligada a pasar unas cortas vacaciones con su abuela en un pequeño pueblo, lo único que desea es que esos días pasen lo más rápido posible. Lo que no se imagina es que durante este vi...