VIII

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Benjamin estaciona el jeep frente a una cabaña de gran tamaño y como de costumbre, me abre la puerta y me conduce hacia la puerta principal.

Cuando entramos están todos frente a un gran televisor comiendo pizza.

—Hola– saludan todos.

—¿Te gusta la casa?– me pregunta Jordan.

—Es linda– respondo mientras me acomodo en uno de los sofá.

—Asique ¿Qué hicieron hoy?– Pregunta Becca.

—Fuimos al rio– responde rápido Benjamin. Yo asiento, al parecer verdaderamente ese lugar es muy privado.

—¿Quién le muestra la casa?– pregunta Becca.

—Yo lo hago– ofrece Benjamín. Todos ríen de alguna broma que no entiendo o que no alcanzo a escuchar.

—Esta es la sala– me susurra al oído. Con paredes pintadas color uva, sillones de distintos colores y tamaños, un gran televisor y la x-box. –Esta es la cocina– ¡no me digas! Es un completo desastre, todo está sucio.

—El baño de planta baja– bien esto sí que es asqueroso. Inmediatamente me imagino a cuatro chicos y dos chicas usando el mismo baño sin limpiarlo nunca. Diug.

—Esta es la habitación de Jordan- señala una puerta–este es el armario, ya lo vas a conocer- lo último lo dice sonriendo en un susurro que se supone no tenía que escuchar– y este es el playroom. Abre la puerta y veo un salón pintado con grafitis.

Subimos las escaleras.

—Esta es la habitación de Manuel y Evan- señala– y esta es la de Becca y Aira, y esta es mi habitación- dice señalando su puerta que cita "son agradables las puestas de sol ". Es una habitación muy original, las paredes están pintadas de color amarillo claro y están repletas de frases por todos lados, con una cama grande, un escritorio y una puerta que da a un baño.– es...

—Es muy linda– completo su frase y él sonríe, tiene las mejillas un poco rojas probablemente por el frío.

—Gracias, sin duda lo mejor es que no tengo que compartir el baño- dice sonriendo.– tendremos que hacerte un espacio a ti, yo podría ir con Jordan.

—No, no quiero molestar. Además no creo que le guste a Jordan.

—Bueno ya veremos.– se prolonga un silencio.

—Yo creo que debería irme, mi abuela se va a primera hora mañana y quiero despedirme, además es tarde, ¿Qué hora es?– pregunto rompiendo el silencio, he perdido la noción del tiempo desde que me recogió.

—Las... tres y cuarto de la madrugada.

— ¡Es muy tarde!– Mi abuela va a matarme.

—Tranquila yo te llevo.

Bajamos las escaleras y me despido. Cuando estoy por subirme al jeep, Benjamin me toma de la mano y me lleva hacia una motocicleta.

—A ver...- dice colocándome un casco. – Ahí está– No me gustan las motos.

—yo...– él me mira y sé que si le digo que me dan miedo las motocicletas se va a burlar de mí para siempre– nada, vamos.

Subo a la parte de atrás y me aferro a él. Acto seguido, aprieto mis ojos rezando por no matarnos.

—Emma... me estás lastimando– me dice riendo.

—Lo siento, lo siento– aflojo apenas mi agarre.

Cuando llegamos a casa, para la moto se baja y me acompaña a la puerta.

—Nos vemos mañana Emmy–Dice y me besa la mejilla.

—Hasta mañana– me despido.

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Benjamin en multimedia

 The Perfect Summer  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora