Mi cabeza choca violentamente contra el vidrio de un auto y poco a poco voy perdiendo el conocimiento. Solo ruego que todo esto termine rápido, pero no tengo suerte.
—Bésame–me grita el cerdo que tengo sobre mí impidiéndome moverme– ¡vamos puta! –solo puedo mover mi cabeza hacia un costado, mis lágrimas caen una detrás de la otra.
—¿No quieres besarme?–dice agarrándome el cabello y empujando mi cabeza de vuelta contra la ventana del coche, puedo sentir como un hilo de sangre cae sobre mi frente.– ¿Ahora quieres?
Chupa mi cuello y comienza a pasar sus manos por mi cuerpo, querría poder sacármelo de encima y correr lejos de aquí pero mi cuerpo no responde. Me quita la chaqueta, luego mi top y logra desprender mi sujetador.
—No por favor–logro decir– ¡Benjamin! ¡Ayúdenme, por favor!– lloro mientras grito lo más fuerte que puedo, pero no es lo suficientemente alto.
—Cállate– me pega una cachetada.
Sus manos bajan hacia el botón de mis shorts y yo solo cierro los ojos deseando de una vez por todas que todo termine....deseo morir. Pasa sus manos por todo mi cuerpo y se detiene en mi trasero masajeándolo y de pronto sus manos ya no me tocan, de pronto él ya no se encuentra sobre mí, no sé si es real o solo lo estoy imaginando. Pero de todas formas ya no quiero estar aquí, así que me dejo ir.
—Emma–escucho su voz– Emma despiértate por favor– Abro los ojos y veo a Benjamin con una pequeña sonrisa de alivio.
—¿Ya estoy muerta?– pregunto.
—No amor, estás aquí– dice con lágrimas cayendo por sus mejillas y mientras me abraza–estás conmigo– de repente caigo en cuenta de que sigo en el auto dónde quisieron abusar de mí y que yo sigo casi desnuda, solo han pasado algunos minutos.
—Benjamin–susurro su nombre, mis lágrimas fluyen por mi cara–Benja no siento mi cuerpo–lloro más.
Benjamin me viste, me siento completamente inútil.
—Ahora vamos a casa Emmy, todo va a estar bien– dice mientras me carga en sus brazos. En el camino a la camioneta vuelvo a perder el conocimiento o simplemente me duermo, pero ahora estoy segura, ahora estoy con él.
—Está despertando– escucho la voz de Evan–¿Emma? ¿Emma me escuchas?
—Sí– susurro.
—¿Te encuentras bien?–me pregunta Jordan.
—Sí, ¿qué me paso?–pregunto confundida–¿en dónde estoy?
—Estas en el hospital–me habla Evan– has estado dos días inconsciente.–La puerta de la habitación en la que me encuentro se abre de repente.
_¡Amor!–corre hacia mí Benjamin– ¡Emma!–vuelve a repetir besándome.
—Me duele la cabeza–digo cuando nuestros labios se separan. Llevo mi mano hacia donde me duele–Auch.
—Lo siento– me dijo Benjamin– no debería haberme ido, tendría que haberme quedado contigo.
—Déjá Vu–le sonrío–no fue tu culpa– le digo acariciando su mejilla, recuerdo todo lo sucedido–gracias por salvarme– miro a mi alrededor– ¿dónde están Becca y Aira?– pregunto de repente asustada
—En la habitación de al lado– me responde Manuel– debería ir a ver cómo están enseguida regreso–dice y Evan se va con él.
—¿Qué les sucedió a ellas?– le pregunto a Benja que me mira con algo de tristeza en sus ojos.
—Tomaron del mismo trago–dice ahora enojado–la droga que había en el trago era muy fuerte, las dos se desmayaron y las tuvimos que traer al hospital junto a ti. Emma pensé que te perdía, cuando vi que tenías sangre por toda la cabeza y no lograba despertarte, sentí que iba a morir. Y luego no despertabas y mi hermana y a Aira también están internadas.
—Lo sé, merezco que no me inviten nunca más a una fiesta–niego con mi cabeza, Benja sonríe– Ven, acércate.
—Te amo Emma, nunca más hagas esto ¿vale?
—convengamos que no lo hice a propósito–me rio.
—Pero podrías haberte despertado antes–me dice sonriendo– y voy hacer de cuenta que no noté que me cambiaste de tema.
—Gracias– le sonrío otra vez. No estoy preparada aun para decirle la palabra con A.
—¿Cómo te sientes?–me pregunta la enfermera mientras entra con una jarra de agua y algunas pastillas.
—Bien–le digo–¿ya me puedo ir?
—No te apresures, vas a tener que quedarte en observación.
—¿Al menos pueden quitarme el suero?–pregunto–¿Puedo cambiarme de habitación a la de mis amigas?
—Sí, ahora que te despertaste necesitamos esta habitación libre.Ahora regreso y puedes cambiarte de habitación– me dice y se va.
—Emma–me dice Benjamin– llamamos a Miranda hoy y le dijimos que te has caído por las escaleras, sé que es egoísta pero no quiero que te vayas aun y si le decíamos la verdad, te enviarían de regreso a tu casa.
—Has hecho bien–le tranquilizo–pero seguro vendrán a verme
—Sí, por eso te lo estoy diciendo ahora para que no lo arruines.
—¿Y cómo explicamos que también Aira y Becca comparten habitación de hospital conmigo?
—Cierto, tienes razón–piensa por un momento–ya lo arreglaremos.
Un rato más tarde me cambian de habitación.
—Hola Emma–me saludan mis amigos–al fin despertaste me tenías preocupada–me dice Becca.
—Estoy bien–les sonrío– ¿ustedes cómo se encuentran?
—Mejor, en un par de horas podremos irnos–me responden las dos a la vez.
—¡Qué suerte! A mí me dijeron que debo quedarme hasta mañana.
La enfermera entra a la habitación y les dice a mis amigas que ya tienen el alta y que pueden irse. Estas le agradecen y después de cambiarse se disculpan conmigo por irse. Luego de que ellas salen de la habitación entran Brayan y Miranda.
—Emma, nena ¿cómo estás?– pregunta nerviosa Miranda
—Bien, ahora estoy bien, estaba limpiado y me caí–miento. No me gusta mentirles, pero Benjamin tiene razón, si les digo la verdad de seguro me mandan a casa y todavía no quiero irme. Haré todo lo posible para demorar lo que más pueda mi regreso.
—Tienes que tener más cuidado– me acaricia la mejilla Brayan– eres un imán para los accidentes– dice y yo me rio.
—¿Quieres comer algo?–me pregunta Benjamin
—Por favor– le sonrío– no he comido nada por...– Benja abre mucho los ojos, estuve a punto de arruinarlo todo– en toda la tarde.
—Ya regreso– dice dedicándome una sonrisa.
—¿Cómo van las cosa con Benjamín?– me pregunta Miranda cuando este se va.
—Bien–le sonrío como tonta– estamos muy bien.
—Me alegra mucho, solo recuerda lo que te dije.
—¿Qué te dijo?– pregunta Brayan– no le hagas caso miente–suelto una carcajada.
—No, creo que es mejor que le haga caso–le guiño un ojo a miranda, todavía no quiero bebés.
Benjamin regresa con el almuerzo.
—Bueno, nosotros nos iremos– dice Miranda sonriéndome– avísame cualquier cosa nena ¿sí?, te quiero sweety.
—Yo también los quiero, nos vemos luego– les sonrío mientras salen de la habitación.
—¿Ha ido bien?– me pregunta Benjamin mientras abre la gaseosa por mí.
—Todo perfecto–le sonrío.

ESTÁS LEYENDO
The Perfect Summer
Teen FictionCuando Emma Widner, una adolescente de 17 años, es prácticamente obligada a pasar unas cortas vacaciones con su abuela en un pequeño pueblo, lo único que desea es que esos días pasen lo más rápido posible. Lo que no se imagina es que durante este vi...