XXXIV

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Cuando regresamos al hotel tomo un baño y luego una siesta, son cerca de las diez cuando Benja me despierta. Habíamos quedado en ir nuevamente a la playa hacer un fogón así que me levanto y me pongo unas calzas largas y un suéter.
Cuando llegamos a la playa, los chicos ya estaban todos en ronda alrededor de la fogata. Evan está cantando una canción que estoy segura haber escuchado antes y todos le siguen en la parte de los estribillos. También está Mike que al parecer había hecho amistad con el resto de mis amigos. Seguimos cantando mientras bebemos cerveza, tal vez, bebemos demasiada porque en algún momento de la noche Mike que está ya muy afectado por el alcohol interrumpe la canción.

—Paren, paren, paren–dice con voz de borracho– tengo que confesarles algo amigos.... Soy gay–grita y todos reímos.

—¡Estaba celoso de un gay!–dice Benjamin que se encuentra en el mismo estado lo que a todos no hace reír aún más.

—Mi sobrina me contagió los piojos–grita Evan.

—¿Y eso que tiene que ver?–pregunta Becca.

—No lo sé, pensé que estábamos confesando cosas.

—Pues si es así, yo tengo ataques de ternura violentos– interrumpe Aira y suelta una carcajada. No sé si en realidad todo eso es gracioso pero el estado de ebriedad de todos es tan grande que todo nos causa risa. No volvemos al hotel porque nos quedamos todos dormidos en la playa.
Nos despertamos en la arena con una resaca insoportable, estamos todos malhumorados, uno más que el otro. Después de despertar a los chicos regresamos todos al hotel en silencio. Por mi parte tengo tanto dolor de cabeza que siento que me va a explotar así que cuando llego a la habitación tomo una pastilla y le doy otra a Benjamin. Oscurecemos la habitación y nos sumergimos en el sueño nuevamente pero esta vez en un colchón porque debo agregar a mi dolor de cabeza un terrible dolor de espalda por dormir en la arena toda la noche.
Vuelvo a despertar cuando ya es de noche, Benja sigue dormido a mi lado, me levanto y tomo un baño de burbujas al que luego de un rato se me une mi hermoso novio. Nos cambiamos y bajamos al restaurante a comer.
Tenemos una velada algo romántica, solo somos nosotros dos, por lo que hablamos entretenidamente por mucho rato.
Cuando terminamos de comer y salimos a dar un paseo por la ciudad recibimos un llamado de Jordan para ir a una fiesta. Aunque al principio no estamos tan convencidos de ir, terminamos aceptando.
Llegamos a la fiesta y como se puede ver es una de esas algo descontroladas. Hay gente por todos lados, mucha, mucha gente. Cuando nos encontramos con mis amigos están bailando en el medio de la pista. Jordan, Evan y Mike bailando ridículamente gracioso mientras que Aira y Bacca les siguen el ritmo. Benjamin y yo nos unimos a ellos y junto a nosotros un montón de personas más que terminan bailando igual o más ridículamente que nosotros, a todo esto hay que sumarle las carcajadas de la gente que nos mira.

Me despierto enredada en los brazos de Benjamin, una sensación muy reconfortante excepto porque me estoy quedando sin aire. Me desenvuelvo apenas de su agarre y me volteo hacia él.
Está profundamente dormido, su respiración es tan lenta, tan armónica que me llena paz, me da tranquilidad. Estoy más que segura que podría verlo dormir por horas y horas y nunca me cansaría porque simplemente todo en él es perfecto.
Abre sus ojos lentamente y pestañea unas veces.

—Buen día–me saluda con voz ronca.

—Hola lindo– le sonrío.

—¿Te he dicho lo linda que eres en las mañanas?

—¿Sólo en las mañanas?–le pregunto haciendo puchero.

—Y en la tarde y también por las noches...eres linda todo el día.

—Te amo–le susurro justo después de besarle suavemente en los labios– tengo hambre.

—Bajemos a desayunar .

 The Perfect Summer  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora