—Leila, ¿puedo hablar contigo?— Bill interrumpe el juego de la chica con Tom, quien lo mira algo ofuscado pues en toda la tarde que llevan frente al televisor no ha podido ganarle una sola partida del Hallo 3.
—Claro Bill— dice cediéndole su turno a Gus— mas te vale que no te maten Gustav— dice en tono de advertencia al ver la sonrisa malvada en el rostro de Tom.
Ambos chicos caminan hacia el jardín, donde puedan hablar sin ser interrumpidos por el alboroto de los demás, toman asiento bajo la sombra de un viejo roble.
— ¿De qué quieres hablar?
Bill mira a Leila, pensando si será buena idea, comenzar hacerle preguntas con respecto Keri, puesto que ambas son muy buenas amigas y ellos solo se conocen de hace poco, tal vez Leila pensara que es un entrometido de lo peor y terminara contándole a Keri, sabrá dios que barbaridades y la pobre quedara tan asustada que no le permitirá acercarse más a ella, aunque puede que sea todo lo contrario y Leila le cuente todo lo que él quiere saber.
—Bill —dice Leila zarandeándolo para que salga del lugar en el que se encuentra— me estas asustando, tan malo es lo que me tienes que decir.
—Perdón Leila — suspira— Yo… Yo no quiero que pienses que soy un entrometido, ni nada parecido, pero— hace una pausa para poder ordenar sus ideas y no aturdir a la pelirroja—muy bien aquí voy— dice mirando hacia el horizonte— ¿sucede algo malo con Keri? — Leila lo mira sin comprender—me refiero a que si tiene problemas o algo parecido.
— ¿Qué si tiene problemas?, lo que tiene es un miserable por padre— espeta Leila con rabia en la voz
—Pero porque dices eso Leila.
—Porque es la verdad Bill, la vida de ella sería mucho mejor si ella estuviera con su madre y no con ese monstruo.
— ¿Pero a que te refieres?
—Es un monstruo Bill, el padre de Keri es la persona más miserable que existe en el mundo.
—Leila es que en verdad no entiendo a que te refieres, podrías ser más clara—Leila suspira y para calmar la rabia que siente por dentro comienza arrancar la hierba que se encuentra a su alrededor.
—Mira Bill, la cosa con Keri no es tan bella, como las melodías que ella puede llegar a interpretar, tu no entenderías, nadie entendería lo que sucede con Keri— dice mirando hacia la puerta que da hacia el interior de la casa.
—Leila, a mi… a mi gusta Keri— dice tímido y sintiendo como sus mejillas se sonrojan.
— ¡Que a ti te gusta!, hay por dios Keri se va a morir cuando se entere.
—No, tú no le vas a decir nada—dice serio y en forma ruda para que Leila se quede callada.
—Claro que no, se lo dirás tu—dice sonriendo.
—Pero primero necesito que me cuentes que, es lo que sucede con su padre.
Leila llena de aire sus pulmones, sabe que lo que tiene que contar sobre el padre de Keri no es nada agradable.
—Te voy a contar todo, pero no interrumpas por favor, Bueno Keri y yo teníamos siete cuando sus padres se divorciaron, Karina ese es el nombre de la mama de Keri, fue un día muy temprano por ella al colegio, lo recuerdo muy bien porque ese día callo tremendo temporal, parecía que el cielo se iba a caer sobre Dresde, cuando salimos de clases, el padre de ella se encontraba a las fueras del colegio, estaba hecho una fiera y le gritaba cosas a la directora, de que era una inútil, que como era posible que hubieran permitido que Karina se llevara a Keri del colegio, la pobre mujer no podía decir palabra alguna, pues ese hombre se lo impedía, se fue echando chispas, diciendo que si algo malo le pasaba a Keri, haría responsable al colegio por incompetentes, mi papá y yo solo observamos al hombre al igual que todos los ahí presentes marcharse en su auto, cuando llegamos a mi casa, encontré a Keri sentada en el sillón frente al televisor, tomando jugo de manzana, sus ojitos se iluminaron cuando me vieron entrar, y yo corrí hasta ella, para abrazarla pues las palabras de su padre me habían asustado, mi papá nos dejo jugando a ambas en la sala y él se fue a la cocina donde se encontraba mi mama y la suya, al paso de dos horas salieron los tres de ahí, la mamá de Keri tenía los ojos llenos de lagrimas, también tiene los ojos azules como Keri, recuerdo que cuando vi los ojos azules de la mama de Keri así me asuste pensé que algo malo pasaba, su mamá camino hacia nosotras que aun seguíamos jugando, recuerdo que me abrazo y me dijo que cuidara mucho de Keri, que ella y yo éramos hermanas y que siempre teníamos que estar juntas para cuidarnos y que nunca, nunca dejara que nadie la lastimara, la verdad yo no entendía a que se refería, pero al día siguiente en el colegio, Keri llego con los ojitos hinchados y aun llenos de lagrimas, cuando me vio corrió abrazarme y me dijo que su mamá se había ido de su casa y que le había dicho que pronto volvería por ella, pero Keri no quería quedarse con su papá, porque le tenía miedo, yo le dije a pronto regresaría, pero ella dijo que no, que ese hombre le había dicho que nunca regresaría, porque se habían divorciado y que ahora ella y él serian una familia sin Karina, ninguna de las dos entendíamos esa palabra por lo que le pregunte a mi mamá que significaba eso y cuando nos lo dijo Keri se echo a llorar de nuevo, pero mamá le dijo que Karina si regresaría por ella, con el paso de los días Keri se fue resignando a estar con su padre, quien a los meses le hizo tomar clases de Chelo, ella no quería ir sola a las clases por lo que yo convencí a mi mamá de tomar clases con ella, pero cuando llegamos a inscribirnos el curso estaba completo y solo quedaba cupo en el de violín, a mi no me importo porque yo solo quería estar cerca de mi mejor amiga, con el paso de los años Keri y yo en lugar de tomar clases en algún colegio normal, aplicamos para entrar al conservatorio y estudiar música, ella se había convertido en nuestra forma de escape, yo lo hice porque descubrí que eso era lo mío, pero para Keri la música se convirtió en su manera de escapar de el mundo, pero no solo eso, si no que todos descubrimos lo extraordinaria que es, cuando toca, bueno tu mismo lo pudiste constatar ayer, pero su padre—hace puño las manos— Su padre nunca ha valorado su talento, siempre se ha encargado de menospreciarle y hacerle creer que vale menos que cualquiera que intente siquiera tocar una pieza insignificante, Keri pasa horas en su habitación perfeccionando según ella, cada pieza que chelo que conoce, es tanto el empeño o la obsesión como quieras llamarle que tiene Keri, porque su padre la felicite que incluso ha terminado lastimando sus manos, lo que le ha impedido tocar por semanas y su padre ni siquiera con eso, se compadece y deja de repetirle que nunca será más allá de una mediocre, pero no es verdad , Keri es única , es extraordinaria pero él ese hombre es cruel, yo creo que por eso su madre se separo de él, pero no entiendo porque no se la llevo, yo se que algún día Keri será libre de las garras de su padre, pero mientras eso sucede es mi trabajo cuidarla y hacerle entender , hasta que ella se canse de escucharme y finalmente acepte que su padre no tiene razón alguna de las cosas que le dice, eso es todo Bill ahora tal vez entiendas porque la mirada triste de Keri y si en verdad te gusta, no la lastimes ella no es como ninguna otra chica.
Bill tiene la mirada perdida aun intentando asimilar toda la información que ha recibido de Leila. Hasta que finalmente decide hablar.
—Todo lo que me contaste es realmente, es que no me puedo creer todo lo que ha pasado Keri.
—Bueno de no ser por Claire y por mi, probablemente ella ya hubiera muerto debido al idiota de su padre.
—La quieres mucho verdad— dice tomando su mano.
—Es mi hermana Bill, tengo que cuidarla incluso de alguien como Tu.
—Como Yo… yo no voy a lastimarla Leila te lo aseguro.
—Mas te vale, porque sería una pena, privar al mundo de alguien tan talentoso como Tu, además de que me quedaría sin mi cuñado preferido— dice soltando una risa
—Tomare en cuenta tu advertencia y eso de cuñado preferido, es algo que me tienes que explicar— dice levantando una ceja
—Tu hermano es mi novio, solo que aun no lo sabe, pero no se lo digas, me gusta hacerlo sufrir—dice levantándose de la sombra del roble— anda vamos para que llames a Keri y la invites a cenar, tienes hasta el dieciocho para demostrarle a Keri que te gusta, créeme te llevaras una gran sorpresa— dice riendo y comienza a Caminar hacia el interior de la casa.
— ¿A que te refieres Leila?— corre tras ella, pero ya han entrado de nuevo a la sala por lo que mejor decide, no seguir hablando.
—¡Perdiste Gustav!... arg te voy a matar— dice Leila arrebatándole el mando del Xbox 360— y tu quita esa sonrisa de tarado que tienes pegada al rostro Tom.
—Te vas a quedar sin novia Tom si te burlas— dice Bill sentándose en el sillón que esta aun al lado.
— ¡Piensa rápido!— dice Leila lanzándole su móvil a Bill.