El miedo es un sentimiento que puede convertir hasta el ser más valiente, en un ser completamente miserable, la sensación que invade el cuerpo puede ser la más traicionera del mundo, pero cuando hay el menor indicio de que al final del túnel si existe la luz ese miedo se va disipando, un pequeño sentimiento desconocido para Keri comienza a emerger desde lo más profundo de su ser, ya no es la música lo que la hace sentirse libre y con la creencia que a través de ella puede ser libre, no esa mañana ella había visto a través de los cálidos ojos marrones de Bill que había algo mas allá de toda la oscuridad que se cernía a su alrededor pero era algo que ella aun no comprendía, un sentimiento extraño para ella que le hace temer estar al lado del chico, siempre ha sido tímida con los chicos, solo con Luca ha podido entablar una conversación pero Bill ¿Que tiene el chico que hace que su corazón se desboque con el solo hecho de verlo? ¿Que hay en él que le provocaba que la piel se le enchine de solo tenerle cerca? cuando la miraba se siente como si flotara, no la incómoda el hecho de que la observe, lo que le desagradaba a ella es no poder observar la belleza de él, como Bill lo hace con ella, Keri también desea poder observar detenidamente ese rostro que se ha colado en su sueño de forma vaga y autoritaria imponiéndose sobre todas sus pesadillas, tranquilizándola como nunca antes lo había hecho ninguna otra imagen dentro de sus sueños, con ese sentimiento invadiendo su interior y carcomiéndose el cerebro por adivinar que era lo que siente por él, se bajo del autobús para caminar las calles que le quedaban hacia su casa, incluso estaba ansiosa por entrar en ella, cosa que nunca se había imaginado pero quería llegar, correr hacia su alcoba y tocar la pieza que había terminado de perfeccionar esa mañana, quería cerrar los ojos y verlo a él a través de sus pupilas , ver su rostro extasiado cuando ella se sentó frente a todos ellos y comenzó a tocar , verlo después de haber terminado la pieza , y verse encerrada en esos ojos que la envuelven como si fueran la cosa más preciada del mundo , nunca nadie le ha mirado de esa manera, cálida, tierna, segura y protectora, con el corazón al borde del colapso y las mejillas completamente rosadas por el hecho de haber corrido el tramo que le esperaba por llegar , se para frente a la puerta de su palacio de cristal, llenando sus pulmones del aire que corre libre por la calle para poder entrar, sabe que antes de corre y verlo a él en su cabeza, tiene que llamar a su padre, pero es que ni en ese preciso instante teme al tener que llamarlo y decirle sobre el recital, se siente extraña dentro de su propio cuerpo, lo que tiene por dentro la hace sentir segura , exhala la última cantidad de aire que tiene retenida en sus pulmones y gira la llave para poder entrar.
La casa se encuentra en silencio como siempre, algo que a Keri no parece importarle en ese momento, camina hacia la cocina al escuchar que Claire le llama, con una sonrisa dibujada en el rostro y aun con las mejillas a punto de explotarle se para en el marco de la muerta.
—Tú padre—dice Claire, quien la mira alucinada la ver el rostro lleno de luz y tranquilidad quien se acerca sin mostrar ningún recoveco de miedo en su rostro, extiende la mano para tomar el teléfono, la mujer la mira totalmente descolocada, esa no es la niña que ha salido esa, mañana de esa fría casa.
—Hola Papa — dice totalmente serena mientras se sienta en un taburete frente a Claire, quien la mira con la boca abierta al ver que no ha tartamudeado—si estoy bien, la Señorita Kaffie no ha vuelto — dice jugando con un papel que encuentra sobre la mesa—claro que he practicado todos los días— dice poniendo los ojos en blanco mientras le decida una sonrisa burlona a Claire quien está a punto de desmayarse —de hecho tengo algo importante que decirte — dice esperando a que su padre diga algo pero al ver que no, ella rompe el silencio — ¿para que día estarás de regreso en Dresde?, oh, ya veo — dice para volver a concentrarse en la noticia —Bueno lo que pasa es que el diecinueve de este mes, se dará el recital de fin de cursos —escucha como su padre comienza a gritarle a alguna de sus asistentes para que le lleven la agenda, tras unos segundo en que su padre confirma la fecha Keri inhala para poder decirle lo importante de esa noche — Tienes que estar aquí , esa noche Yo … Yo tendré la pieza central de todo el recital—dice finalmente sonriendo, escucha un jadeo del otro lado de la línea, y siente como por primera vez en su vida, su padre se queda mudo del asombro, al pasar unos minutos recibe unas felicitaciones frías por parte de su padre, pero a ella no le importa en lo mas mínimo, sabe que ese hombre carece de emociones, pero para ella el haberlo dejado mudo de asombro es más que suficiente, después de cruzar un par de palabras con su padre finalmente corta la llamada, da un salto del taburete y camina hacia el lugar donde se encuentra el aparato del teléfono. —Y bien que hay de comer— dice cuando se gira a ver a Claire, quien se encuentra pálida, recargada en la barra de la cocina — ¿Claire te sientes bien? — a lo que la mujer solo asiente.
