Geo llega a Dresden cerca de la media noche, está demasiado cansado para salir a buscar Asgard además de que sería demasiado inapropiado de su parte interrumpir en casa de la chica, decide que lo mejor es dirigirse al hotel donde pasara algunos días hasta dar con la chica. Mientras Keri y Asgard aparcan el coche en el estacionamiento del hotel donde pasaran la noche los días que sean necesarios para encontrar a Claire y a su madre y con esto encontrar al pequeño.
— ¡Por fin una cama! —Asgard se lanza en la suave cama de la habitación, mientras Keri se sienta en la otra cama de la habitación— ¿sucede algo Chels? —dice mirando a la chica que se encuentra perdida en sus pensamientos, al no obtener respuesta de ella, se levanta de la cama para sacudirla por los hombros y que esta vuelva a la realidad.
— ¿Perdón que decías? — dice mirando Asgard cuando ha salido de sus pensamientos.
— ¿Qué si te sucede algo?
—Es que… siento que aquí no vamos a encontrar nada.
—Vamos Keri no seas tan pesimista.
— ¿Y si mejor vamos directo a Hamburgo? Creo Bill aun debe vivir ahí.
—Supongo… ¿pero estas segura?
—La verdad a estas alturas ya no sé ni que hacer… solo quiero encontrarlos.
—Keri… ¿puedo hacerte una pregunta?
—Claro Asgard… ¿qué quieres saber?
—Mmmm… ¿Bill nunca te busco o no supiste si te busco?
—Creo que si me ha buscado, pero dudo que haya podido dar conmigo y si fue así, no había forma que se acercara a mí.
— ¿A qué te refieres con que no había forma que se acercara a Ti?
—Cuando desperté en Marsella… bueno eso Ya te lo conté, así que no tiene caso repetirlo, el punto es que a cada país que viajaba, mi padre no se despegaba de mi, nunca nos hospedamos en hoteles, el siempre rentaba una casa o un apartamento y yo no podía salir a ningún lado si no era en compañía de él.
—Ojala que tu padre se pudra en el infierno— dice con la voz llena de rabia.
—Por favor Asgard te pido que no digas eso.
—Keri es que no entiendo, cómo pudiste perdonarlo después de todo el daño que te hizo.
—Me quiso a su modo pero me quiso.
—Bonita manera de quererte… te hizo mucho daño.
—Al final… me dijo donde encontrar a mi hijo… no puedo odiarlo el dejo a Dashev en buenas manos y eso es algo que tengo que agradecerle.
—Bueno entonces dormimos hoy aquí y mañana temprano nos vamos a Hamburgo.
—Si… no puedo seguir alejada de Bill un día mas… solo espero que no me odie, por lo de Dashev.
—Si te ama tanto, no puede odiarte es mas creo que te comprenderá, tu padre te jugo sucio al separarte de tu hijo.
— ¿Pero donde lo encuentro?… no sé si aun vive en la misma casa.
—Pues buscamos a todos los Kaulitz de la zona, hasta dar con tu Romeo—dice riendo.
—No seas ridícula— dice lanzándole un almohada a la cara.
—Oye mira que si me dejas ciega tú manejaras hasta Hamburgo—ríe.
—Asgard, tú has tenido contacto con Leila… después de que se vieron.
—No, le di mi número y mi dirección la última vez que la vi, pero ella no me dio la suya.
—Bueno no importa mañana que estemos en Hamburgo, buscamos a la única Leila Böss que haya.
—Bueno entonces lo mejor será que nos vayamos a la cama ya, para salir temprano.
***
Geo lleva más de media hora llamando al timbre de la casa de Asgard, pero nadie contesta por el interfono del apartamento, decide ir a caminar por la zona para ver si se encuentra con la chica, recuerda que una vez Keri le conto que ella conoció Asgard en la jardinera de una plaza cerca del colegio de música al que asistía, aunque la última vez que acompaño a Leila después de que Harry se llevara a Keri, encontraron a Asgard cerca de la zona Bohemia, así que decide que lo mejor es dirigirse a esa zona, se monta en el coche y antes de encender el motor, su teléfono comienza a sonar, lo saca del interior de su chaqueta, sabe perfectamente quien ese.
Georg llama, pero solo le informa que hasta el momento no ha dado con Asgard y que planea irla a buscar a la zona bohemia y más tarde regresara para ver si se encuentra con la chica o con la compañera de departamento.
— ¿Y bien que te dijo? — dice Tom entregándole una taza de café a Bill.
—Que hasta ahora no ha encontrado Asgard.
—Tranquilo Bill ya verás como mas tarde llama para decirte que la encontró.
—Eso espero—da un sorbo a su taza de café.
— ¿Por que mejor no vas a recoger a Dashev a casa de Karina? —dice Leila entrando a la sala.
—Le dije a Karina que lo dejaría con ella el fin de semana.
—Bueno pero puedes ir a verlo de todas formas o sal con Gustav—dice Tom.
—Mejor díganme que se quieren quedar solos.
—Bueno hermano es que a veces eres demasiado lento—la risa de Tom contagia a Bill.
—Está bien me voy, pobre de mi sobrino o sobrina nacerá traumado, es que ni en su pequeña burbuja está a salvo de sus padres.
—No te preocupes hermano, el sabe que cuando Papá y Mamá están ocupados jugando lo mejor es que se duerma— dice acariciando el vientre de Leila.
—No le hagas caso Bill, ya sabes que no está muy completo que digamos—dice Leila tomando la mano de Tom.
—Bueno igual esperen a que me marche quieren— dice subiendo a su habitación.
— ¡Tienes cinco minutos! — grita Tom desde el pie de las escaleras.